Por María Argel
Pichetto tuvo su revancha. Tras el revés político de
mayo pasado, cuando perdió en las elecciones a gobernador,
el senador tuvo ahora una nueva oportunidad y salió fortalecido.
Con él, el Frente para la Victoria en Río Negro, que
se proyecta con renovados bríos hacia 2011.
Por el contrario, el radicalismo gobernante debió digerir una
nueva derrota y analizar dentro y fuera del partido sus probables
consecuencias.
Las elecciones del pasado domingo ratificaron que sigue vigente la
fuerza electoral del Frente para la Victoria aunque, la provincia
no fue ajena a la amplia supremacía que demostró en
todo el país la fórmula presidencial Kirchner-Cobos.
Pero más allá del “efecto arrastre” de Cristina
a nivel provincial, lo cierto es que el Frente, con el nuevo color
que tomó el radicalismo en Río Negro, tenía mucho
en juego y no sólo salió airoso de una nueva prueba
electoral sino que se consolida como alternativa para suceder a Saiz,
en cuatro años más.
Verani
Luego de la aplastante derrota de la fórmula Lavagna- Morales,
por un lado, y del gran esfuerzo que debió hacer el oficialismo
en Río Negro para no perder su dominio en lugares, como General
Roca, por otro, el próximo paso del radicalismo gobernante
es tratar de recomponerse de su crisis interna surgida de la intervención.
A nivel nacional ya empezó a hablarse del desplazamiento de
Gerardo Morales, del llamado a elecciones internas y la reaparición
del ahora senador Pablo Verani como conductor de la UCR nacional.
Todo, con la anuencia del Presidente Néstor Kirchner y dentro
de la Concertación Plural que integra la provincia.
“El Dr. Verani es la mejor opción para conducir los destinos
de nuestro partido. Es la persona ideal para sacar a la UCR de la
crisis en la que está sumida y devolverle el protagonismo que
se merecen cada unos de sus militantes”, se apresuró
a expresar en las últimas horas el legislador Daniel Sartor,
en su puja personal con quien resultó el gran perdedor del
domingo pasado en Río Negro, Fernando Chironi.
Bariloche
En Bariloche no hubo sorpresas el domingo pasado. Fue el lugar donde
el reelecto senador Miguel Pichetto obtuvo la mayor diferencia de
votos. En la otra cara de la moneda, la ciudad le volvió a
dar la espalda al radicalismo provincial y sobre todo, a la figura
de Pablo Verani.
Aunque los sondeos ya le hablaban de resultados adversos, el radicalismo
hizo una campaña intensa y hasta último momento apostó
por recomponer la situación. Circunstancialmente hoy el radicalismo
es gobierno en Bariloche, situación que le valió, tras
los resultados del domingo, nuevas críticas de sus adversarios,
los hombres del intendente Alberto Icare.
“El Gobierno de Bariloche está conducido por quienes
una y otra vez fueron derrotados en las urnas”, expresaron los
hombres de Sur y dirigieron los dardos de manera personal contra quien
se perfila como un eventual candidato al Centro Cívico, en
caso de que no regrese Icare, Marcelo Cascón. Al fín
terminó el largo año electoral. Pero las pujas, marchas
y contramarchas prometen continuar por mucho tiempo más.
|