Por Ramiro Morales
Apatía. Ésa es la sensación que existe en el
electorado neuquino a dos semanas de los comicios nacionales, a pesar
de que en los últimos días se generaron dos hechos destacados:
la visita a la ciudad de Neuquén de la primera dama y postulante
a presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner,
y de uno de sus competidores, el gobernador Jorge Sobisch, quien regresó
a la capital luego de varias semanas de campaña por el resto
de las provincias argentinas.
La candidata oficialista realizó un paso fugaz con un acto
que no colmó las expectativas y que incluso estuvo copado por
simpatizantes y militantes de la provincia de Río Negro.
Una muestra más de la escasa llegada a la ciudadanía
con la que cuentan los candidatos neuquinos al Congreso por el Frente
para la Victoria, quienes tienen todas sus posibilidades atadas a
que comparten la boleta con la fórmula presidencial Cristina
Fernández-Julio Cobos.
En tanto, Jorge Sobisch retomó la iniciativa política
con un discurso poco habitual en el que puso sobre el tapete la pertenencia
al partido provincial y directamente cuestionó a Cristina Fernández.
También apuntó a los integrantes de su partido, esta
vez sin nombrarlos, que apoyan a candidatos que no son del MPN para
las elecciones del 28 de octubre y recalcó, con motivadoras
frases frente a un público que las esperaba, la necesidad de
preservar el espíritu partidario frente a los embates de la
Nación.
Con un poco más de expectativa, pero inmersa también
en un desinterés generalizado, se está desarrollando
el proceso proselitista en Neuquén capital de la mano de los
dos principales candidatos, José Brillo, del Movimiento Popular
Neuquino, y Martín Farizano, del Frente para la Victoria-Concertación
Neuquina.
Protestas
El formato de reclamo con cortes de rutas volvió a sentirse
con cierta preocupación en el interior de la provincia en vísperas
del fin de semana largo, un ícono para la industria turística
cordillerana.
En San Martín de los Andes preocupó el corte de la Ruta
234 por parte de empleados de un aserradero que redoblaron la apuesta
en la jornada de ayer con un corte, breve pero total, que produjo
filas interminables de vehículos en el único acceso
que tiene la ciudad. Este es el último fin de semana largo
del año, circunstancia que es aprovechada por el sector turístico
para sobresalir con la oferta de servicios en las ciudades que viven
de la actividad. Un entorpecimiento en la circulación vehicular
origina preocupación y advertencia.
El panorama del “protestódromo” –como lo
definió el intendente de Zapala, Raúl Podestá-
del microcentro de la ciudad de Neuquén fue muy activo durante
la semana: hubo días en los que se registraron hasta seis marchas
diferentes. El común denominador era el pedido de aumento salarial
de empleados de empresas y sectores estatales tanto provinciales como
municipales.
Un escenario común en vísperas de elecciones y de un
traspaso de gobierno.
El coordinador de la comisión de acuerdo que se formó
para buscar una salida al conflicto de Salud, el vicegobernador a
cargo, Oscar Gutiérrez, derramó optimismo para que en
los próximos días se pueda llegar a fumar la pipa de
la paz con el gremio y la asociación de profesionales de los
hospitales públicos. Oficialmente no se informó sobre
el impacto que tendrá esta medida en las cuentas públicas,
sólo se informó que para los aumentos se han hecho simulaciones.
Lo que destacó el diputado devenido en mediador en uno de los
conflictos más virulentos que tuvo Neuquén después
del de los maestros, es que una buena parte de las consignas que se
enarbolaban estaban satisfechas como fueron las inversiones en equipamiento
e infraestructura.
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