Por ramiro morales
La potenciación de los conflictos sectoriales en el estado
neuquino, después de la relativa calma del combativo gremio
de los docentes, descorrió el telón de un tema de fondo
que quedó judicializado, las paritarias.
Esta mesa de negociación salarial y de condiciones laborales
fue abierta por el Estado, cerrada y vueltas a abrir a partir de la
pretensión de hacerlo a nivel general.
Comenzó a tallar con menos pirotecnia el gremio Unión
Personal Civil de la Nación, UPCN, que tiene más afiliados
que la tradicional Asociación Trabajadores del Estado, ATE.
Se interpreta que al tener más afiliados tendría que
tener más representantes en la mesa paritaria. Más allá
de quien tenga la razón, el mismo Estado, otra vez, generó
condiciones de negociación sectorial frente al impacto mediático
de las medidas que apuntaron a una de las niñas bonitas que
tiene el partido gobernante, la salud pública, y al cambio
de interlocutores institucionales. Federico Brollo y Oscar Gutiérrez
tomaron el timón de la provincia tras la licencia de Jorge
Sobisch, quien se dedicó a la campaña para presidente.
Como si la historia de los gobiernos en retirada se repitiera como
un axioma en la provincia, el protagonismo gremial obtiene respuestas
a sus reclamos que luego se deterioran como un cuadro de fiebre hasta
los próximos cuatro años. Es que la relativa fuerza
que tienen los últimos meses de gobierno, en medio de una transición
silenciosa y cautelosa, marca, esta vez, un esquema diferente cuyo
ovillo estará en manos de Jorge Sapag, quien deberá
remontar un barrilete. Aunque el viento de una decisión que
destrabe la paritaria general en manos de una jueza laboral o el recrudecimiento
del clima social ya sea por el fenómeno de las usurpaciones
o por la presión sindical, podría repetir el axioma
neuquino.
Un último aspecto a tener en cuenta es que este tipo de reclamos
se profundizan en tiempos electorales y las protestas de las últimas
semanas no parecen ser la excepción.
En la etapa final
Con el lanzamiento de campaña de los candidatos neuquinos
al Congreso por el Frente para la Victoria, con visita incluida del
aspirante a la vicepresidente de la Nación Julio Cobos, todas
las fuerzas políticas que competirán en las elecciones
del 28 de octubre entraron en la etapa final de sus campañas.
Si bien para los K de Neuquén fue un gran respaldo el que tuvieron
de parte del gobernador mendocino, el encuentro en el Cine Español
parece que será uno de los pocos actos públicos en el
que los hombres del riñón de Kirchner se involucrarán
en el proceso electoral de esta provincia.
En tanto, los candidatos del Movimiento Popular Neuquino siguieron
de campaña por las localidades de la provincia y, esta semana
nuevamente, con el acompañamiento del gobernador electo, quien
a su vuelta de su gira por Canadá, ya se sumó a las
recorridas proselitistas.
En el plano local, se avecina un par de semanas claves en el posicionamiento
definitivo de los postulantes a intendente de Neuquén capital:
José Brillo, del MPN, y Martín Farizano, de la Concertación.
A pesar de que habrá once dirigentes que buscarán la
jefatura comunal, la lucha estará centrada entre estos dos
políticos.
Brillo cuenta con la fortaleza de tener encolumnado todo un partido
que pretende recuperar la capital luego de dos períodos en
manos del radicalismo y que gobierna la provincia desde hace 44 años.
Mientras que Farizano tiene el respaldo del actual intendente Horacio
Quiroga y los sectores de mayor representación del arco opositor
provincial.
Sin duda, que habrá que esperar el correr de los días
para visualizar cuáles de esas fortalezas prevalecerán
sobre el electorado.
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