Por RAMIRO MORALES
Sin duda, el tema político de la semana fue el fallo de la
Justicia Nacional de Neuquén que no habilitó que los
candidatos a senadores y diputados nacionales del Movimiento Popular
Neuquino compartan la boleta con la fórmula presidencial del
Movimiento Provincias Unidas, que es encabezada por el gobernador
de Neuquén y presidente del MPN, Jorge Sobisch.
En su momento, la Junta de Gobierno del partido provincial le pidió
al MPU que le permitiría adherir a su candidato a presidente
de la Nación.
Sobisch calificó de artero el fallo de la justicia federal
y estimó que la resolución está relacionada con
su proyección política.
La decisión judicial afecta al partido provincial y no a su
principal competidor, el Frente para la Victoria, que podrá
llevar sus aspirantes al Congreso nacional en la boleta de la fórmula
Cristina Fernández de Kirchner-Julio Cobos.
Esta situación aparece como una ventaja para los candidatos
kirchneristas neuquinos, quienes ya recibieron críticas desde
algunos sectores del justicialismo provincial que pusieron el grito
en el cielo debido a que no se convocó a los órganos
partidarios para resolver las postulaciones.
El reclamo es porque consideran que se decidió aceptar, sin
discusiones, el mandato del gobierno central a través del secretario
general de la Presidencia de la Nación, Oscar Parrilli.
Quizás esos cuestionamientos quedaron extemporáneos
ya que en el momento en el que se estaban “cocinando”
las listas, no se escucharon públicamente las disidencias dentro
del peronismo.
En el plano local, ya está a pleno la lucha hacia la intendencia
entre el candidato oficialista, Martín Farizano, y el del Movimiento
Popular Neuquino, José Brillo.
Si bien el diputado nacional está de campaña hace meses,
ahora es el momento en que el radical saldrá a tratar de remontar
el tiempo que perdió la oposición provincial en definir
un candidato a jefe comunal capitalino.
Un llamado de atención
La obtención de tierras para urbanizar fue el tema que dominó
el escenario social en dos ciudades de la provincia donde se desarrollaron
usurpaciones protagonizadas por un sector social medio al que le es
negada la posibilidad de acceder al techo propio. Esa fue la definición
que, en un momento histórico especial de Neuquén, fomentó
el crecimiento poblacional.
En Centenario y Cutral Co la actividad económica creó
crecimiento que no se condijo con la planificación a largo
plazo de los organismos encargados de la tarea. Grupos de familias
que recuperaron su poder adquisitivo pero que no les alcanza para
acceder al sobrevaluado circuito inmobiliario optaron por el camino
informal. Colonizaron en forma virtual terrenos en el barrio Parque
Este al Norte de Cutral Co y en cercanías del autódromo
de Centenario.
El acceso a la tierra para una vivienda es un tema de campaña
en la ciudad de Neuquén entre los candidatos que competirán
en las elecciones del 28 de octubre. El fenómeno de las usurpaciones
parecía, hasta esta semana, que era sólo un patrimonio
exclusivo de la gran ciudad, no de las localidades más chicas.
La realidad social fue más fuerte que la suposición
y en estos casos la previsión, otra vez, estuvo ausente. El
transcurso de los días echará luz sobre la dosis de
especulación o de verdadera necesidad que tiene este nuevo
colectivo social en su odisea de usar métodos de cobertura
de sus necesidades que, hasta hace algún tiempo, eran utilizados
por familias más carenciadas.
El dedo de la culpa apuntará a la tardanza en la elaboración
de diagnósticos y promoción de soluciones que competen
a organismos responsables de la planificación que fueron la
envidia de la provincia y sirvieron de base para afianzar el crecimiento.
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