Por Darío Soto
Cual prolijos y laboriosos tejedores de redes la UCR y el Frente
para la Victoria dedicaron la semana a terminar con el entramado de
alianzas con partidos menores que les permitirán ampliar aún
más la base de sustentación de las dos fuerzas que sin
lugar a dudas polarizarán la elección provincial. Este
tarea fue realizada por los operadores de ambas facciones con el cuidado
que pone el artesano a su obra, sin descuidar detalle, dando utilidad
hasta el hilo más delgado, pues este trenzado puede ser el
que impida la deserción no deseada de aliados que significan
a la postre votos que inclinarán la balanza el próximo
y cercano 20 de mayo.
Pero si bien es cierto que esta fue la preocupación máxima
en los últimos siete días, no estuvo ausente tampoco
la puja por ser los bendecidos por la Casa Rosada. Patéticas
fueron las situaciones que rodearon a la visita del Vicepresidente
de la Nación, Daniel Scioli. Con euforia desmedida, los del
FpV festejaron la participación del candidato a la Gobernación
de Buenos Aires en un acto partidario acompañando a la fórmula
Pichetto-Arriaga. Aquello que en situaciones normales hubiera significado
nada más que la confraternización de dos candidatos
-de una misma fuerza política- a gobernar dos estados vecinos
que comparten frontera e historia, terminó capitalizándose
como el tan ansiado respaldo expreso del gobierno nacional.
Por su parte los radicales que esperaban una “verónica”
del Vice a sus compañeros rionegrinos y que pasara raudamente
desde el aeropuerto Viedmense a Carmen de Patagones, casi terminan
compartiendo el acto político con el Frente cuando estos hicieron
un alto para la foto y las obligadas palabras de respaldo del ex motonauta.
Pero finalmente tuvieron su cuota de agua bendita cuando el gobernador
Miguel Saiz integró la comitiva de los gobernadores radicales
k que se reunieron con el presidente para reafirmar la concertación
plural que integran y que les permitiría conservar las provincias
que gobiernan.
Los próximos días serán también de intensas
negociaciones, llegó el tiempo de conformar las listas de candidatos
a ocupar bancas en la Legislatura provincial. Un tiempo de tránsito
difícil, en el cual deben satisfacerse las exigencias de todos
los sectores que conforman las alianzas y ubicar a los propios tratando
de dejar la menor cantidad de heridos que pudieran ser rescatados
por el bando contrario.
Son días azarosos para la política provincial, días
en los que al decir de un ex mandatario: “Pareciera que al Gobierno
lo distrae mucho la campaña y pierde gestión y la oposición
se enreda mucho en la campaña y pierde propuesta, es lo que
estoy viendo en los últimos tiempos” (Horacio Massaccesi).
Tanto es así, que teniendo en cuenta esta sensación,
algunos dirigentes de Unter serían partidarios de continuar
con las medidas de fuerza luego de finalizado el período de
presentación de listas de candidatos, al considerar que en
este tiempo los hombres del gobierno están ocupados en sus
diputas internas.
En definitiva, nada nuevo bajo el sol político rionegrino.
Varios, sino la mayoría, persiguen la seguridad de un trabajo
seguro por cuatro años. Sería deseable que al menos
a unos pocos les interese realmente la seguridad y el bienestar de
todos.
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