El Día del Ingeniero se celebra
en homenaje Luis Augusto Huergo, considerado el pionero de la Ingeniería
Argentina, quien obtuvo su título profesional un 6 de junio
de 1870.
Huergo viajó a Estados Unidos con apenas 15 años para
seguir sus estudios en Maryland, en una institución a cargo
de sacerdotes jesuitas. Cuando regresó al país, a los
20 años, se especializó en el Departamento de Topografía
de Buenos Aires. Se graduó como agrimensor y más tarde
como ingeniero civil en la Universidad de Buenos Aires.
Se le atribuye entre sus obras, los proyectos para dotar a Buenos
Aires de un puerto acorde al tráfico marítimo de por
entonces.
Diferentes reseñas históricas coinciden en que en 1881
propuso el proyecto para un puerto en la Capital Federal. Al año
siguiente Eduardo Madero presentó una propuesta alternativa
a la de Huergo. En diciembre de 1884 el Gobierno Nacional se decidió
por el proyecto de Madero. Con el tiempo, se le dio la razón
a Huergo ya que la iniciativa de éste último se adecuaba
más a la ciudad de Buenos Aires.El pionero de la ingeniería
argentina murió el 4 de noviembre de 1913.
A casi un siglo de su muerte, la ingeniería sigue siendo una
de las ramas profesionales más destacadas –y en algunos
casos más demandadas- en el desarrollo del país.
En diciembre último, en un artículo publicado en el
sitio Semana Profesional se indicó que los académicos
argentinos Eduardo Baglietto y Rodolfo Danesi sostuvieron ante los
delegados de las academias de ingeniería hispanoamericanas
en Madrid que “la Argentina atraviesa una notable escasez de
ingenieros. Y el problema, es mayor que la fuga de profesionales que
se registra desde hace décadas al compás de crisis recurrentes.
Es que esta carrera, vital para el desarrollo de las industrias desde
siempre pero más hoy, en las economías modernas, adolece
de falta de interesados”.
Los dos especialistas justificaron en parte que la tendencia se profundizó
por con la crisis que paralizó la construcción privada
y las obras de infraestructura. «Pero ahora no hay ingenieros
suficientes para esta nueva etapa de desarrollo económico en
nuestro país», alertaron.
Tal como sostiene el artículo, Baglietto y Danesi explicaron
ante sus pares de Brasil, España, México, Portugal,
Uruguay, Venezuela y Ecuador, que los jóvenes argentinos hoy
tienden a elegir otras carreras «más accesibles».
Esto derivó en que «la producción de ingenieros
en nuestro país se ha detenido y ahora no hay suficientes para
esta etapa en que la demanda de esta especialidad se ha disparado”.
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