Analistas dudan sobre la consolidación
del anillo energético en Sudamérica
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La Paz (AFP-NA) > Existen
dudas de que la región sudamericana pueda consolidar un anillo
energético en el corto plazo, mientras que Argentina y Chile
tendrán todavía cuatro años de crisis hidrocarburífera,
afirmaron analistas en un seminario internacional del sector realizado
en Bolivia.
«Latinoamérica no tiene la capacidad para construir un
anillo energético», afirmó la directora asociada
de la firma estadounidense Latin American Energy CERA, Sylvie D Apote,
durante el primer Congreso Internacional de Gas y Energía, realizado
en la ciudad de Santa Cruz (este).
Al evento acudieron ejecutivos de empresas como la peruana PetroPerú,
las brasileñas Petrobras y Agencia Nacional de Petróleo,
la argentina Enarsa, la privada Asociación Regional de Empresas
de Petróleo y Gas Natural en Latinoamérica y El Caribe,
y las consultoras CERA y Gas-Enery.
El anillo energético es un proyecto que busca abastecer con el
gas de Camisea, en Perú, el mercado del sur del continente, especialmente
Chile, el país con mayores carencias energéticas en la
subregión.
Pero según DApote, Perú tiene un crecimiento interno que
le obliga a pensar primero en su consumo interno.
Además, hay falta de acuerdos entre los gobiernos de la región
y las empresas del sector, y falta seguridad para los inversionistas,
como en el caso boliviano que nacionalizó sus riquezas de gas
en mayo de 2007, según conclusiones del encuentro de especialistas,
destacadas este jueves por el influyente matutino El Deber de Santa
Cruz.
En el evento se analizó la propuesta de crear un anillo gasífero,
para abastecerse desde los reservorios de Camisea en Perú, ante
las dificultades argentinas para convertirse en proveedor a largo plazo
y por los temores a una crisis de energía.
La idea del megaproyecto, con un costo inicialmente estimado en 3.000
millones de dólares, nació en 2005, desde países
miembros del Mercosur, e incluso el Banco Interamericano de Desarrollo
y el Banco Mundial prometieron apoyar los estudios técnicos con
unos 750.000 dólares.
Otra de las conclusiones del congreso internacional energético
es que las penurias energéticas de Argentina y Chile continuarán
hasta 2012, porque recién entonces podrán dar frutos las
inversiones que se realizan en Perú, Brasil y Bolivia.
«El Cono Sur de América tiene potencial gasífero.
Pero Bolivia aún está considerada entre los países
no atractivos para las inversiones junto a Argentina y Ecuador. En Bolivia
hay dificultad en el entendimiento de los actores, lo que impide relanzar
el sector, lo que demorará unos cuatro años», dijo
el consultor brasileño de GasEnergy, Marcos Tavares.
Sobre las inversiones en Perú, el presidente de PetroPerú,
César Gutiérrez dijo a El Deber que está en curso
una inversión de 2.250 millones de dólares para la construcción
del proyecto estrella Perú-LNG, un plan referido a la exportación
del recurso natural desde Camisea hasta al puerto de Pampa Melchorita
en Ica, al sur de Lima, para exportarlo a México.
Bolivia también tiene en curso millonarias inversiones (en 2007
éstas superaron los 900 millones de dólares), aunque hasta
ahora no han logrado aumentar su capacidad productiva, estacionada en
unos 38 a 40 millones de metros cúbicos diarios de gas que sólo
alcanzan para abastecer a Brasil (31 MMCD), su mercado interno (6 MMCD)
y un saldo fluctuante para Argentina, país al que urge más
energético.