Las tarifas de gas aumentarían
un 20%, mientras que las de electricidad entre el 17 y el 27%. Se protegería
a los consumidores pequeños. Neuquén
> El Gobierno nacional aplicará en los próximos
días un aumento de tarifas al sector energético, reclamado
por años por parte de los empresarios. La idea no sólo
es actualizar el desfase entre precios y costos, sino reducir los
cuantiosos subsidios que el Gobierno brinda para mantener el crítico
sistema energético argentino.
Los incrementos, que también se aplicarían a otros servicios
como transporte, comenzarían por la electricidad y el gas.
Para el primer caso se habla de un aumento del 20%, mientras que para
la luz rondaría entre el 17 y el 27 por ciento.
Esta medida beneficiaría a provincias como Neuquén,
la mayor generadora de energía eléctrica y la que inyecta
más de la mitad del gas que se consume en el país. Por
eso, el gobernador Jorge Sapag se manifestó optimista con el
aumento de los recursos financiero que tendría la provincia.
«Desde el Gobierno nacional está por lanzarse un aumento
de entre el 20 y el 30% que en el caso del gas nos beneficia directamente
en el valor de boca de pozo, donde el hecho de que no se toquen las
tarifas desde el 2001 esto generó un perjuicio para Neuquén
y que este aumento permitirá contar con más recursos
mensuales», indicó el miércoles último.
Electricidad
El aumento eléctrico le tocará a cerca del 50% de la
demanda, que incluye a los grandes usuarios que contratan directamente
en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) con los generadores;
también las industrias; además comercios y pymes.
Se tratará de proteger a los hogares de menores recursos, ya
que para los residenciales, el incremento llegaría sólo
a los que consuman más de 900, 1.000 o 1.100 kilowatts (kw)
por bimestre.
Las grandes distribuidoras (Edenor, Edesur y Edelap) podrán
realizar un aumento tarifario que debería haberse producido
el 1º de febrero, según constaba en el decreto y la resolución
sobre la Revisión Tarifaria Integral (RTI).
En cuanto al aumento para grandes usuarios, que contratarán
directamente con los generadores de energía, permitirá
que el Estado reduzca o elimine los subsidios en combustibles líquidos
(gasoil o fuel oil), provistos a los generadores cuando el gas escasea.
Por el esquema actual, la Compañía Administradora del
Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) acumula una deuda cercana
a los 4.500 millones de dólares, ya que el kilowatt/hora se
vende generalmente por debajo de su costo.
Gas
En cuanto al gas que la Nación paga hasta 14 dólares
el millón de BTU y que importa por barco, se paga en el mercado
interno unos u$s 2,50.
El Gobierno nacional piensa que las industrias, para no detener su
producción, estarían a pagar precios mucho mayores,
que se negociarían entre productores y empresarios libremente.
Además, se establecería el denominado plan Gas Plus,
impulsado por Sapag, para establecer precios mayores al gas de los
nuevos pozos y al fluido de arenas compactas, la mayor esperanza de
Neuquén para repuntar su alicaída producción.
El valor de ese gas quedaría liberado al mercado.
Mientras que para usuarios residenciales, se habla de incrementos
que irían del 17% al 27% para las las distribuidoras Natural
BAN, Pampeana, Del Sur y Gasnor. De esta forma, los precios del gas
natural todavía se ubicarían muy lejos del envasado
en garrafas, y con aumentos mucho menores a la inflación de
los últimos años.
“En las últimas semanas también se habló
de subas en combustibles, pero desde el sector la descartan. Hasta
las estaciones de servicio, que vieron el cierre de 3.000 en los últimos
años, cerraron su paritaria del 2008 con casi 27% de aumento”,
informó el Cronista Comercial.
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