Por Laura rotundo
¿Qué pasará en 2007 con la economía local?
Juan Radonjic, director del semanario especializado “El Economista”,
responde a esta pregunta y detalla cuál es su visión
respecto del futuro del escenario económico de la República
Argentina.
En diálogo con La Mañana de Neuquén, Radonjic
vaticina que en las próximas elecciones triunfará “un
Kirchner” y que por lo tanto, las líneas básicas
del esquema económico actual no se modificarían a partir
de la próxima gestión gubernamental.
Según este economista, la gran preocupación de 2007,
al igual que sucedió durante el último año, se
centrará en luchar contra el incremento de la inflación.
¿Qué cree que pasará con la economía
argentina en 2007?
Todo indica que la economía va a seguir teniendo un crecimiento
importante como en los últimos años y al igual que en
2006, la preocupación va a estar centrada en el tema de la
inflación.
¿Cómo se puede controlar la inflación?
Creo justamente que ésta será una de las discusiones
importantes de este año. Hay economistas que sostienen que
es necesario “enfriar” la economía, si bien es
un término que nadie quiere utilizar. Hay muchos analistas
que piensan que tanto por el lado de la política de ingresos,
por los aumentos salariales y por la expansión del gasto público,
tendría que hacerse en forma más moderada de modo tal
que la economía argentina crezca a una tasa algo menor y que
sea compatible con una inflación también un poco más
baja.
Por otra parte, ya se sabe que el Gobierno aspira a mantener una tasa
de crecimiento alta porque, asociada a ésta se encuentra la
recuperación de los indicadores sociales: la generación
de empleo y la reducción de la pobreza y la indigencia. Para
lograr esto, necesita y quiere una tasa de crecimiento alto y entiende
que la inflación deberá tender a controlarse vía
acuerdo de precios en algunos casos y aumentando la oferta, a partir
de mayores inversiones.
¿Si se incrementan los sueldos, la inflación
crece?
Todo es una cuestión de porcentajes. El año pasado,
los salarios en la mayoría de los casos, se incrementaron en
torno al 19 por ciento y la tasa de inflación fue sustancialmente
menor.
No cabe duda que los salarios tienen todavía un trecho para
recuperar su nivel, sobre todo para aquellos que están en el
sector informal o que no están registrados dentro del mercado
laboral. Lo que sucede es que también hay que buscar tasas
de incremento de los salarios que sean compatibles con una tasa de
inflación que no puede excederse de los niveles actuales, que
ya son altos en términos internacionales.
¿Cree que el oficialismo continuará manteniendo
un tipo de cambio alto?
Creo que mantener un tipo de cambio competitivo, como lo llama el
Gobierno para no decir alto, es central en la estrategia del Gobierno
y también considero que es una decisión acertada. La
experiencia indica que con este tipo de cambio alto, evidentemente
la República Argentina tiene un mejor desempeño productivo,
lo cual favorece a la generación de empleo. Además,
éste es un factor muy importante para el equilibrio regional
del país.
A partir de este tipo de cambio “competitivo” hay un montón
de economías regionales que indudablemente tiene un comportamiento
mucho mejor que ayuda al país, en el sentido que hay oportunidades
de negocios en todo su territorio y no solamente se encuentran concentrados
os servicios, en las grandes ciudades.
¿Qué beneficios cree que le trajo al país,
la salida del default?
Creo que ha sido algo fundamental y que Argentina, más allá
de la salida del default, tiene que seguir recuperando su vinculación
y su presencia en los mercados internacionales, para volver a insertarse
en el escenario mundial porque obviamente la reputación del
país sufrió bastante con los episodios de los últimos
años.
Sobre el sistema impositivo que rige en nuestro país,
a veces se
dice que es un poco injusto ya que existen impuestos regresivos
y distorsivos. ¿Cuál es su opinión?
En principio, no creo que haya cambios... dicho en términos
futbolísticos: “equipo que gana, equipo que no se toca”.
Es decir, con un desempeño recaudador tan importante como el
que está teniendo el Gobierno en este momento, parecería
realmente muy difícil pensar que en lo inmediato puede haber
algún cambio o alguna reforma impositiva “n serio”.
Creo que evidentemente sí hay cosas para discutir. Una de ellas
tiene que ver con el alto nivel de evasión que sigue habiendo
en Argentina, lo cual hace que la presión impositiva sobre
aquellos sectores que efectivamente pagan sea muy alta. Luego, a mediano
plazo y en este sentido, considero que hay debates que faltan, como
el famoso tema de los llamados “impuestos distorsivos”,
están las cargas laborales que se hacen muy pesadas, sobre
todo para las PYMES y que consecuentemente desalientan la creación
de empleo. Además, creo que el sistema impositivo tiene que
favorecer a que crezca la tasa de inversión.
Naturalmente hay una serie de pautas para conversar sobre una reforma
del sistema impositivo pero insisto en decir que esto no va a darse
en forma inmediata porque con una performance recaudadora tan buena
como la que tiene el Gobierno en este momento, no sería razonable
-desde una lógica política- que introduzca un debate
sobre el tema.
¿En qué cree que el Gobierno debería
invertir más dinero?
Obviamente, la respuesta allí es con todo lo que tenga que
ver con las políticas sociales. Me parece que el gran esfuerzo
del Gobierno tiene que estar concentrado en este punto y no en otros
temas. No pensaría siquiera en destinar gastos en proyectos
en los cuales el “Estado” tiene poco que ver o en actividades
que pueden no ser prioritarias hoy por hoy para el país.
Creo que hay que concentrar los recursos en aquello vinculado a mejorar
la situación social de muchos sectores que, pese a muchos años
de recuperación siguen postergados ya que la mejoría
de los indicadores macroeconómicos ha sido mucho más
rápida que la de los indicadores sociales.
¿Cómo se hace para atraer más inversión?
En primer lugar, ofreciendo y logrando que Argentina sea vista como
un país con oportunidades para hacer negocios atractivos, además
de que haya sectores realmente rentables.
Luego, es fundamental el mantenimiento y el sostenimiento de algunas
reglas de juego básicas, tanto jurídicas como económicas.
Por ejemplo, mantener un horizonte de cierta previsibilidad en la
política cambiaria es muy importante o también, brindar
un diagnóstico claro de lo que sucederá en materia de
suministro de energía... todos estos son factores que necesitan
pensarse si se quiere incrementar la tasa de inversión o en
atraer inversiones.
También es importante detenerse en las negociaciones económicas
internacionales, es decir, en los acuerdos económicos que Argentina
vaya teniendo con otros países porque es lógico que
hay inversiones que son muy importantes y que no pueden concretarse
pensando solamente en el mercado interno argentino, sino producir
desde aquí para acceder a otros mercados. Esto por supuesto
requiere una política de avance en negociaciones y acuerdos
comerciales.
¿Cree que cambiaría mucho la política
económica si el próximo Gobierno no es liderado por
un Kirchner?
Creo que la próxima gestión va a ser efectivamente de
un Kirchner, ya sea del actual Presidente o de la Senadora Cristina
Fernández, de modo tal que supongo que las líneas básicas
de este esquema económico van a continuar siendo las mismas.
¿Considera que esta “bonanza” se va a
mantener por varios años en nuestro país?
Pienso que están dadas las condiciones para que el crecimiento
argentino siga por mucho tiempo porque las condiciones externas también
son muy favorables. Hay crecimiento global, hay condiciones financieras
favorables y existe una demanda importante de los productos que Argentina
produce eficientemente y consecuentemente sus precios resultan muy
buenos en el mercado internacional.
Además, hay una solvencia inédita en cuanto al superávit
fiscal que tiene y también al superávit externo. Esto
le da una consistencia, a esta situación, mayor de las que
tuvieron otras políticas de expansión en el pasado.
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