Por Laura E. Rotundo
La sexualidad siempre fue un tema tabú. Hoy por hoy en Argentina,
aunque la comunicación entre padres e hijos parece ser más
fluida, es alarmante la cantidad de embarazos no deseados que se registra
diariamente, principalmente por falta de información sobre
el tema.
Una ley que fomente la educación sexual sistematizada es una
propuesta que desde hace años se discute en el Poder Legislativo,
pero todavía sigue siendo solamente un proyecto.
La diputada Ana María Zuppa impulsa -desde 2001- una reforma
en este sentido, ya que «la realidad nos supera claramente».
Sólo en 2004 se debatió la ley en el recinto.
En primer lugar, me gustaría saber cuál es
su opinión acerca de la calidad de educación sexual
que existe relativamente en nuestro país...
Existe educación sexual pero alternativa e insuficiente. Hay
escuelas que sí llevan adelante charlas o distintos encuentros
para reunir a jóvenes e informar sobre el tema.
Creo que sin dudas, este aspecto debería formar parte de la
formación y educación en general de nuestros jóvenes,
además de también incluirse en la preparación
de nuestros docentes.
¿Cree que deberían incluirla como una asignatura?
Exactamente. Debe ser una materia, planeada según las etapas
evolutivas de los chicos. Esto lo tendría que determinar el
Ministerio de Educación y sus expertos, porque tal vez en el
período inicial no debería tratarse el tema con los
niños. Sí debe incluirse en el marco de la formación
de «valores».
Pero algo muy importante es que todos los docentes sean capacitados
por igual, no que la profesora o el profesor de Biología sean
siempre los que están más informados.
¿Cómo impacta el nivel socioeconómico
de un chico a la hora
de tener un problema?
El pertenecer a un nivel de vida muy bajo, medio o uno muy alto ciertamente
evidencia diferencias en cuanto al saber o no sobre el tema. Sin embargo,
los problemas que ocasiona esto son los mismos, lo que cambia es el
modo de atravesar estos percances.
La educación sexual no es solamente la información que
cada niño puede recibir, incluso a través de los medios
de comunicación o por medio de un amigo... en algunos sectores,
los papás pueden estar un poquito más al tanto que otros
y por lo tanto, hay jóvenes que conversan con sus padres o
con un hermano mayor.
Me gustaría hacer hincapié en que además, debe
haber formación en torno al sexo. No sólo hay que saber
que el Sida mata, que siempre hay que tener un preservativo en el
bolsillo sino que hay que respetar al otro y hay que tener seguridad
en sí mismo. Estos son los valores de los que hablaba anteriormente...
a lo mejor, no es conveniente que a edades muy tempranas los chicos
tengan relaciones sexuales, pero es necesario enseñarles que
pueden decir que NO, no es obligatorio asentir al pedido cuando se
tiene tan sólo 12 años...
En general, ¿cómo cree que es hoy el diálogo
sobre el tema sexo,
entre padres e hijos?
Hay muchos padres que tratan de hablar con sus hijos pero la realidad
indica que es difícil «resignificar» el bombardeo
comunicacional que existe. Yo creo que en gran parte hacen lo que
pueden, pero la verdad es que también algunos papás
no disponen de los instrumentos como para poder reformular todo lo
que se difunde y en eso creo que el Estado juega un rol sumamente
importante y fundamental.
Yendo puntualmente al proyecto de ley que Usted impulsa en
el tema de educación sexual, ¿cuáles son los
aspectos más relevantes?
El punto más importante que planteamos es el de la Obligatoriedad.
Creemos que la educación sexual tiene que ser obligatoria para
la enseñanza formal de las escuelas, tanto en la gestión
pública como en la privada, desde la etapa inicial hasta fines
de la etapa secundaria, respetando las etapas evolutivas, como decía
anteriormente. Igualmente es el Estado el que debería seleccionar
los contenidos.
Otro aspecto relevante se relaciona con el objetivo de que, a través
de esta asignatura, se logre una transmisión positiva de la
sexualidad, no una «promoción» de ella. No hay
que vivir esto con culpa o mal, como lo hemos vivido muchos hace tiempo
cuando no se podía siquiera mencionar la palabra «sexo».
Obviamente esta transmisión positiva debe basarse en valores
como la responsabilidad, la confianza y la pertinencia.
Entendemos que además, los docentes sí tienen que incluir
en su Currículum una materia sobre el tema, así como
tienen psicología del adolescente. A los que ya están
preparados, hay que hacerles un seguimiento ofreciéndoles material
para difundir, para que se mantengan actualizados.
¿Cuál es la reacción de la Iglesia y
de los sectores más conservadores?
El debate creo que ya fue saldado, aunque algunos siguen estando en
contra. Ellos alegan que nosotros estábamos violando la Patria
Potestad porque los niños deben ser capacitados por los padres,
pero creemos que los papás deben estar incluidos dentro de
esa difusión de información. Estamos convencidos que
la educación sexual mejoraría la comunicación
entre padres e hijos. Por otro lado, los sectores más conservadores
aún plantean que en el proyecto de ley es innecesario que se
detallen los temas a tratar, pero nosotros creemos que sí deben
estar incorporados... por ejemplo, hablar de género u orientación
sexual, o de mitos acerca del sexo... el más común entre
las mujeres es que no se puede decir que NO y por esa creencia, también
aparecen tantos embarazos no deseados.
Hace poco se difundió un estudio que muestra estadísticas
alarmantes de cantidad de embarazos no deseados y por consiguiente,
de abortos en pésimas condiciones de cuidado...
La educación sexual puede prevenir abusos de niños,
si se escogen los contenidos adecuados y las metodologías apropiadas
para conversar de esto en la edad inicial. También ayudaría
a prevenir la prostitución infantil, los embarazos no deseados
e incluso el Sida. Creemos que la escuela es el ámbito serio
donde deben plantearse estos temas.
La educación sexual también contribuiría a que
existieran muchos menos casos de abortos, los cuales tantas veces
ponen en riesgo la vida de la mujer.
Si se previene el tema, vamos a ahorrarnos además que un montón
de chicas se practiquen abortos ellas mismas, comprando unas pastillas
que se consiguen «casi gratuitamente».
¿Está prevista alguna fecha para que se vuelva
a plantear el proyecto?
La realidad es que los sectores más conservadores,
como el macrismo, quisieran no tomar el tema y no tratarlo porque
para ellos es un problema. Creemos que a fines de mayo, vamos a solicitar
que se incluya en el temario de la Comisión de Educación.
¿Cuál es su verdadera expectativa?
Creo que la Argentina tiene expertos suficientes para trabajar seriamente
en la educación sexual. Es absolutamente necesario hacerlo.
Mi expectativa de máxima es que se forme a jóvenes y
a docentes sobre el tema de la educación sexual, para que además
del chico, pueda también acudir al padre a la escuela para
hablar con total tranquilidad y confianza.
Mi expectativa de mínima es que esos sectores más conservadores,
recapaciten y comprendan que es necesario incorporar esta iniciativa
en el área formal educativa.
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