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Por ROBERTO AGUIRRE
Neuquén > El embajador israelí,
Rafael Eldad, visitó la región con motivo de la inauguración
de un consulado de su país en la ciudad de Cipolletti. En medio
de una excelente relación bilateral entre Israel y Argentina,
la apertura de la sede diplomática es una fuerte apuesta del
Estado hebreo para integrar a la comunidad, desde Neuquén a
Tierra del Fuego, y fortalecer el intercambio cultural, científico
y económico.
El embajador Eldad conversó en exclusiva con La Mañana
de Neuquén sobre este tema, sobre el gobierno de Cristina Kirchner
y sobre la delicada situación de Israel en Oriente Medio.
¿Por qué Israel decidió la apertura
de un consulado en la región?
Hablando en general, creo que la relación con la Argentina
está atravesando uno de sus mejores momentos, hay mucho movimiento,
visitas recíprocas -estuvo, por ejemplo, la Presidenta en Israel-
y constantemente se han firmado muchos acuerdos. Uno de los más
destacados es el tratado de libre comercio adoptado con el Mercosur.
Hay una ampliación y profundización de la amistad, hemos
firmado el acuerdo de un fondo inversional de ciencia y tecnología
y un acuerdo de cultura, entre otros.
Conocemos el dicho que dice “Dios está en todos lados
pero atiende en Buenos Aires” y nosotros pensamos que la relación
no es entre Israel y Buenos Aires, sino con la Argentina, en todo
los sentidos. Por lo tanto, hemos decidido abrir un consulado que
va a abarcar todo el sur argentino, es decir Neuquén, Río
Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, dado que es una zona
muy importante, pujante y en crecimiento. La idea es ver también
en qué podemos unir esfuerzos y profundizar la relación.
Hay que tomar en cuenta que a la zona viajan decenas de miles de turistas
israelíes cada año por la belleza de lugares como Calafate,
Bariloche; y por este potencial se ha decidido abrir este consulado
y estoy seguro de que esto le dará un impulso muy grande a
la relación y será un referente principal en el crecimiento
de la misma.
Ésta es una región donde varios de los pioneros
fueron judíos, y muchas de esas familias siguen presentes en
la vida política. En ese sentido, ¿Cómo ve a
la comunidad judía en la zona?
La comunidad, como usted dice, es una pieza importante en la población
de la zona. Están acá hace más de un siglo, son
cuarta o quinta generación y son más argentinos que
el dulce de leche y participan en todos los aspectos de la vida tanto
cultural como política y económica. Es una pieza importante
que dados sus sentimientos y el lazo tan importante que tienen con
el Estado de Israel, siendo el centro del pueblo judío ayudan
a ir creando estos puentes y esta amistad que estamos viendo en estos
días.
¿Qué piensa del conflicto político que
se vive en Argentina con el campo?
Yo como diplomático no quiero ni tengo que opinar, lo único
que quiero es expresar el deseo que la Argentina viva en paz y en
armonía, que pueda utilizar su potencial para ser el país
grande que merece y puede ser.
En términos más económicos, ¿cómo
se encuentra el vínculo Argentina – Israel?
Como le decía, estamos estableciendo muchos acuerdos y vínculos
que espero que en algún momento puedan dar un salto en la relación
bilateral. No estoy hablando sólo de un crecimiento, porque
el crecimiento existe, estoy acá hace cuatro años y
creo que el balance del intercambio comercial ha mejorado mucho. Cuando
llegué, Argentina nos ganaba 4 a 1 en el balance comercial,
hoy en día es 1 y ½ a 1. Creo que es mucho más
saludable, mucho mejor y ha crecido en ambas direcciones el comercio.
Estamos tan lejos aún de aprovechar todo el potencial y las
posibilidades en el comercio. Somos mercados complementarios, casi
no competimos en nada, Israel no tiene la soja, el petróleo,
el trigo que tienen acá, y Argentina necesita también
de la tecnología, de la innovación, de la industria
israelí.
Retomando el tema político, ¿cómo interpreta
el gesto del gobierno argentino para resolver el caso del atentado
a la AMIA y el de la Embajada de Israel?
Estamos cerca del 14º del aniversario del atentado de la AMIA,
el 18 de julio, pero no está completa la investigación
ni el proceso de justicia. Todavía los criminales que lo perpetraron
no están tras las rejas y ni siquiera han respondido. Sin embargo
se sabe mucho: sabemos que fue Hezbolláh, que Irán estaba
detrás, están las órdenes de captura de Interpol
contra iraníes, pero todavía falta mucho: la conexión
local y otras cosas
De todas formas, hemos visto con beneplácito muchos gestos
y apertura de parte de las autoridades argentinas, el informe del
fiscal Alberto Nisman, los pedidos de captura, lo que hace renacer
la esperanza.
La AMIA es una institución muy fuerte en Argentina,
que tiene muchos
lazos políticos, ¿Qué análisis hace con
respecto al triunfo de los
ortodoxos en las últimas elecciones?
La comunidad judía, como cualquier otra comunidad, no es uniforme.
Es una comunidad unida, pero no uniforme. Hay muchas tendencias, opiniones,
y espero que todas estas cosas puedan verse como un plus, una ventaja
que tiene la comunidad, para ir abriendo espacios de diálogo,
de intercambio de opiniones, pero cuidando siempre que el debate se
haga entre hermanos, entre gente que está en el mismo lado
de la vereda.
Pasando a la situación internacional, ¿cómo
ve el acuerdo de Israel con las agrupaciones palestinas?
Ojalá resista y se respete. De parte de Israel se dijo claramente
que estamos dispuestos, dentro del marco de las condiciones de la
tregua. Pero no hay que confundir las cosas: Hamas es un grupo terrorista,
es un grupo criminal que ha atacado durante años a civiles
y de una manera deliberada y criminal. No es que Hamas desde hoy empieza
a ser un grupo de santos.
Pero se ha llegado a una tregua que debe incluir el cese del fuego,
no pueden seguir bombardeando a pueblos y civiles israelíes
a diario, por supuesto no pueden acumular un arsenal armas y explosivos
para seguir con sus crímenes y en tercer lugar deben liberar
al soldado secuestrado (Gilad Shalit, cautivo desde junio de 1996).
Yo espero que estas tres cosas se puedan cumplir.
A usted se lo nota cauto, pero al primer ministro israelí
Ehud Olmert, en sus declaraciones a los medios, se lo notó
casi escéptico con respecto a la tregua…
Bueno, uno es escéptico porque sabe que del otro lado tenemos
un grupo terrorista, gente que fue capaz durante años de bombardear
civiles, con la intención de asesinar y matar. Nos podemos
dar cuenta de que es gente que actúa contra su pueblo, que
se ha alzado contra su propio presidente, que se ha separado de Cisjordania.
Por eso yo digo que se ha llegado a una tregua, pero siguen siendo
delincuentes, criminales y terroristas. Ojalá, de esta manera,
ellos puedan cambiar su manera de ser.
¿Es posible a corto plazo la creación de un
Estado palestino?, ¿Israel apoya esto?
Si hoy en día no hay un Estado palestino, es cien por ciento
culpa de los palestinos. Tuvieron mil y una oportunidades para hacerlo.
Israel hace años que les ofreció un Estado palestino,
que conviva en paz y tranquilidad, en buena vecindad con Israel.
Pero bueno, cada vez que Israel hace un gesto de buena voluntad ellos
nos responden con terrorismo, explosivos, misiles. Hace pocos años
Israel salió de la Franja de Gaza, la abandonamos toda. Los
palestinos tenían dos opciones, una aprovechar la oportunidad
que se les dio, para ir creando una belleza en Gaza, industria, educación,
servicios sociales y de salud, construcción, turismo…
Pero ellos eligieron convertirla en un arsenal de explosivos, en una
fuente de terrorismo y después se quejan que viven mal, que
están frustrados, que tienen problemas…
Respecto del tema de Gaza, llueven las críticas internacionales
por la política de Israel para esta región, que permanece
bloqueada y con sanciones…
Yo pregunto: ¿Qué haría usted, qué haría
cualquiera, cuando bombardean a diario a civiles? Con niños
que no pueden ir a la escuela, a trabajar, gente que vive con miedo
todo el tiempo. Hablamos de miles de misiles, no de uno dos o diez,
¡miles de misiles!, de cohetes, explosivos, en siete años.
¿Qué haría usted?
Entonces, si Israel no reacciona ellos lo ven como debilidad y redoblan
los ataques y el terrorismo. Y cuando Israel trata de defenderse de
alguna manera, de disuadirlos, aparecen estas críticas.
En el tema de la lucha contra el terrorismo, yo creo que hay mucha
gente que está equivocada. Uno piensa que al terrorismo hay
que combatirlo como si fuera un ballet de señoritas. Ojalá
fuera eso pero no… es cruel, criminal.
Por ejemplo, en el caso de un terrorista suicida que sube a un autobús
a matar gente, ¿qué hace usted con él? Si espera
luego se va a lamentar porque mató a 30, 40 personas y no habrá
nada que hacer. Si usted, una etapa antes, cuando se está preparando,
ahí usted lo mata, es un asesino, le dicen que hace asesinatos
selectivos.
Entonces, si lo matamos somos asesinos selectivos, si no lo matamos
lamentamos 20 ó 30 muertes en un restaurante, en un hotel.
Es un dilema terrible al que nos tenemos que enfrentar cada día.
Ahora, los que critican a Israel muchas veces son personas de buena
fe, de buena voluntad. Pero creo que es gente inocente que tiene la
suerte de no vivir estas situaciones, de no tener estos dilemas día
a día. Yo he visto países que hablaban así y
cuando les tocó el terrorismo actuaron diez veces más
duro que Israel.
Ojalá no tuviéramos este dilema cada día y pudiéramos
vivir tranquilos. Dígame, ¿alguna vez se supo de un
israelí que subió a un autobús y mató
gente? …Nunca.
¿Con qué cree que tiene que ver esa violencia
latente… es un problema religioso, político, cultural…?
Hay muchas cosas, pero acá hay una cultura enferma de alguna
gente. Son grupos que tienen una mentalidad enferma. Gente que puede
llamar mártir, héroe o prometerle el paraíso
a un terrorista que mata a 20 ó 30 niños en un autobús,
es gente enferma, que tiene una cultura torcida. A estos criminales
no los persiguen, no los rechazan, no los condena nadie, todo lo contrario,
los idolatran. Y ahí está la enfermedad cultural y el
culto a la muerte.
Toda esta gente que apoya el terrorismo es el problema. Toda sociedad
tiene sus criminales. En Argentina, en Israel, en Cipolletti, en Neuquén,
hay criminales. Pero eso no afecta a la sociedad porque tiene a la
Policía y la Justicia, y la gente que los condena. Pero con
los terroristas no es así, a estos criminales no los rechazan
no los condenan, los idolatran.
Nosotros queremos vivir y hacemos todo para vivir, es una visión
diferente. Matar a alguien nunca te hace un héroe, en ningún
caso.
El proceso de lucha no termina sólo con combatirlo. Es una
parte. Si su propia gente lo halaga y lo ve como héroe, esto
va a seguir. Al terrorista no le importa lo que usted o yo pensemos,
le importa su entorno, sus dirigentes, sus amigos y mientras ellos
le digan que van a ir al paraíso, lo seguirán haciendo.
Más allá de la tregua con Hamas, ¿qué
posibilidades hay de que Israel abra canales de diálogo con
Hezbolláh, con Irán, con Siria…?
Israel no tiene nada con nadie por ser iraní o libanés
o palestino. Estamos en contra de aquellos que vienen a asesinar a
nuestra gente, contra los que se dedican a la incitación y
al odio. Los que constantemente intentan, como dice el presidente
de Irán, Mahmud Ahmadineyad, borrarnos del mapa.
Si, por ejemplo, Irán corrige sus actos y dice “estamos
equivocados”, el rumbo cambia y no hay ningún problema.
Lo mismo con Líbano, si se convierte en una fuente de paz.
Por ejemplo, con Siria hay un pasado de muchos rencores, pero ahora
está hablando de paz. Está demostrando una apertura
e Israel inmediatamente abre los brazos.
¿Cómo ve el rol de Estados Unidos en Medio
Oriente, ahora que se termina el gobierno de George Bush?
Estados Unidos, al igual que cualquier otro país, tiene su
rol. Los europeos tienen su rol, los latinoamericanos, cada uno tiene
su rol en otro país.
Israel, en el Medio Oriente, está tratando de sobrevivir en
una zona hostil, donde hay 22 países árabes que muchas
veces están buscando la existencia misma de Israel donde hay
40 países islámicos, con 1.300 millones de habitantes.
Así que Israel es este pequeño David contra este inmenso
Goliat, con su petróleo, así que lo que tratamos de
hacer es cuidarnos.
Dentro de este panorama, hemos tenido la gran suerte, a lo largo de
nuestra historia, de tener el apoyo del de Estados Unidos, de muchos
países de Europa y América Latina. Entonces valoramos
y agradecemos el apoyo. Ojalá podamos lograrla en paz y podamos
contribuir al bienestar del mundo. Israel a pesar de ser chiquito
puede contribuir al bienestar del mundo. Hay tanta innovación,
tecnología y creatividad que podemos aportar al mundo; sólo
necesitamos que nos dejen vivir en paz.
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