SOS Internacional es una
Organización No Gubernamental (ONG) que tiene como objetivo
principal, alcanzar la erradicación de la discriminación
en el mundo. Por su compromiso con esta causa, Nelson Mandela fue
nombrado Presidente Honorario de este organismo que reúne a
voluntarios de distintos países.
Víctor Ramos, quien fuera Fundador del INADI en 1997, actualmente
es el Presidente de SOS -que posee sus oficinas centrales en la Ciudad
de Buenos Aires- y en esta entrevista con La Mañana de Neuquén
traza un panorama de los actos racistas que abundan en Argentina.
¿Cómo observa actualmente el panorama de la
discriminación en Argentina?
Argentina, en relación con el resto del mundo, es de avanzada
en materia y lucha contra la discriminación y el racismo.
Con la creación del Inadi, en 1997 -y de la que participé
como fundador- fue un hito muy fuerte en su momento, ya que por primera
vez se instalaba en nuestro país el tema.
Por otra parte, haciendo un estudio comparado de las estadísticas
mundiales, nosotros nos ubicamos entre los primeros estados nacionales
que asumen verdaderamente una batalla contra el racismo.
Sin embargo, esto no significa que se haya avanzado demasiado. Lo
que sí se generó en Argentina fue una serie de debates
importantes e interesantes sobre los pueblos originarios de nuestro
país, sobre la colectividad judía, sobre la discapacidad
y también sobre los inmigrantes.
Esos cuatro son los grandes ejes de controversia y sobre los que la
sociedad es más susceptible y atenta.
De acuerdo a los datos que pueden relevar desde SOS Internacional,
¿cuáles son los actos de racismo que se cometen habitualmente?
Yo diría que lo más cotidiano y lo que vemos más
frecuentemente nosotros, tiene que ver con un racismo hacia el criollo.
Es decir, hacia el también denominado “cabecita negra”
o “morocho”.
Muchas veces suele decirse que en Argentina no hay racismo porque
no hay negros... pero acá se discrimina mucho a la persona
que tiene la piel oscura e incluso al aborigen que tiene un color
de piel más moreno... esto sucede en forma pareja en todas
las provincias de nuestro país.
¿En qué contexto sucede esto mayormente?
Sobre todo se manifiesta en los boliches y en las discotecas “top”
o “VIP” de las distintas ciudades del país y donde
claramente se expresa una segregación que también suelen
llamar discriminación... sin embargo, yo creo que en este caso
específico podríamos hablar de racismo.
Pero lo peor de esto es que ni siquiera está penado porque
la Ley Antidiscriminatoria es un agravante de otro delito. Si sucede
por ejemplo que una persona agrede físicamente a otra y la
daña, esto ya constituye un delito porque le pegó. Pero
si le pega porque argumenta que es judía o por cualquier razón
por la que decida discriminarla, la pena aumenta porque esto agrava
aquella falta que había cometido primero... pero la realidad
es que el racismo no es un delito en sí mismo.
Si un chico o una chica es segregada de un lugar por una cuestión
de color de piel, ésta norma no lo ampara legalmente. En todo
caso, puede accionar desde el punto de vista civil por daño
moral... algo parecido sucede con la vestimenta, que muchas veces
genera una discriminación por condición social.
Por la ropa, la gente suele discriminar mucho a sus pares, impidiéndoles
entrar a un lugar, como para mencionar el caso más común.
En general, ¿de quién reciben más denuncias?
Las estadísticas que producimos nosotros mismos arrojan siete
sectores o factores distintos: mayormente surgen por edaísmo,
luego por discapacidad, en tercer y cuarto lugar, por racismo y xenefobia
respectivamente. En quinto, sexto y séptimo puesto se ubican
la homofobia, la religión y el género.
¿A qué razones atribuiría esta intolerancia
que cometen algunas personas cuando discriminan a otras?
Básicamente estas cosas pasan por el Prejuicio. General y naturalmente
el hombre tiende a prejuzgar lo desconocido. Casi siempre se genera
una preconcepción negativa a lo que no se conoce.
Un ejemplo claro de esta acción es el rechazo que muchas personas
manifiestan hacia los inmigrantes o, aunque sucedía hace muchos
años, la vergüenza que demostraban tener muchos matrimonios
por tener un hijo discapacitado.
Antes era muy común darse cuenta que ocultaban a una persona
con Síndrome de Down en reuniones sociales... por suerte, esto
cambió porque el tema fue instalándose en todos los
ámbitos para ir integrándolos.
Si bien no estamos en una situación ideal respecto de esto,
sí podríamos asegurar que se avanzó bastante
principalmente porque se fue conociendo esta problemática y
así le fuimos perdiendo el miedo a esta problemática.
Hace muy poquito tiempo, un grupo de padres de alumnos de una escuela
rosarina (en la Provincia de Santa Fe) realizó una protesta
para solicitarle a las autoridades que no le permitieran a un chico
discapacitado, compartir las clases con sus hijos que se encontraban
sanos de salud.
Como sabemos, de acuerdo a la Ley Federal de Educación, los
chicos Down tienen que ir a las Escuelas Primarias Públicas.
Desde SOS, intervenimos en este escándalo para hablar con los
padres y para concientizarlos respecto de este acto de racismo que
estaban cometiendo.
Afortunadamente, revertimos la postura que este grupo tenía
en un principio e incluso luego nos agradecieron por haber cooperado
en lograr la integración de ese niño.
Deteniéndonos un poco en las personas con capacidades
diferentes, ellas siempre suelen manifestar que se sienten constantemente
discriminadas porque la mayoría del transporte público
no los tiene en cuenta o porque sólo una minoría del
sector empresario intenta insertarlos en el campo laboral. ¿Cómo
estamos parados puntualmente en este aspecto si nos comparamos con
otros países y cómo cree que podría revertirse
semejante relegación?
Estamos muy mal en este punto específico... lo cual determina
que es terrible encontrarse imposibilitado físicamente en este
país.
El tema de las barreras arquitectónicas, en cuanto a transportes
y a espacios públicos, hace que la distancia con otras naciones
sea muy lejana y hasta lamentable.
Además, podríamos decir que la poca inversión
que se logró con algunas empresas de autobuses no está
siendo bien aprovechada, mayormente porque sus autoridades no difunden
en qué horario pasan esos móviles que están preparados
especialmente para recibir a personas con sillas de ruedas.
La mayor responsabilidad de este conflicto que padecen los discapacitados
recae lógicamente sobre el Estado, a nivel nacional, provincial
y municipal, ya que no hay una toma de conciencia en absoluto -o por
lo menos eso evidencia la poca gestión puesta en marcha en
pos de resolverlo-.
Es importante destacar que existe una Ley de Cupos para empleados
públicos -para ocupar por discapacitados- que por parte del
propio Estado no se cumple en ningún lugar del país.
¿Cómo considera que debería trabajarse
desde la educación para evitar la discriminación o,
por lo menos, para reducirla?
Esto es clave porque sin dudas se trata de una falacia educativa.
Lo que debería hacerse en forma urgente es educar a los docentes,
que son la correa de transmisión de estos prejuicios. Muchas
veces se dice que la culpa también la tienen los padres pero
la verdad es que ellos también se formaron en otras escuelas,
cuando ellos eran niños.
En general, las autoridades de los establecimientos y las nuevas generaciones
de docentes no son conscientes en absoluto respecto de estos temas
y no saben siquiera cómo manejarse frente a actos de discriminación.
Lo grave es que no exista una política educativa que apunte
a “reeducarnos” en torno a la aceptación de las
diferencias y de la erradicación de los prejuicios.
Para ir a la práctica, podríamos decir que quienes hablaron
y aún hablan de la tragedia ocurrida en Carmen de Patagones,
ignoraron por completo las cuestiones discriminatorias que sufría
Junior (el adolescente que provocó la masacre). Si bien se
trató de un psicópata, nadie recuerda que fue el emergente
de una persecución discriminatoria.
Obviamente, los niños son muy crueles porque no saben discernir
entre lo que se puede y lo que no se puede decir o entre lo políticamente
correcto e incorrecto y van rotando la crueldad entre los más
débiles o entre los distintos que serían quienes, según
ellos, poseen una característica para cargosear. En cambio,
los adultos “escondemos” de mejor manera nuestros prejuicios.
¿Cuál es el curso que toma una denuncia en
SOS?
En primer lugar, nosotros recibimos las denuncias por teléfono
o por correo electrónico y posteriormente le notificamos al
denunciado la queja que recibimos. Luego, si finalmente logramos entrar
en contacto con esta persona, intentamos reeducarlo respecto de ese
acto cometido y de hacerle pedir disculpas a quien se sintió
discriminado.
Esta es una forma de encaminar la situación, generando un punto
de equilibrio, sin llegar a lo jurídico. Muchas veces accionamos
penalmente, si es que no se llega a un acuerdo.
Actualmente por ejemplo, nos encontramos trabajando contra un grupo
de cines (Hoyts) porque sus butacas son muy finas y no entran obesos,
por lo que elevamos una denuncia penal. Veremos en qué termina.
Así también nos encontramos abocados en quejas hacia
el Municipio de Pinamar, ya que en toda esa zona costera de la Provincia
de Buenos Aires no hay una sola rampa para discapacitados.
¿Cómo reaccionan las personas denunciadas a
esos llamados?
Normalmente aceptan su error e intentan corregirlo porque a ninguna
empresa le interesa tener el mote de discriminador y está muy
mal visto por nuestra sociedad que alguien cometa un acto racista,
precisamente porque se logró instalar el tema.
La homosexualidad es un tema del que se habla cada vez más
en los medios de comunicación. ¿Se reciben muchas denuncias
respecto de este punto específico?
Está dentro de nuestras estadísticas, como lo indicaba
casi al comienzo del reportaje pero yo creo que el principal problema
de la homofobia es el rol de los medios de comunicación televisivos,
ya que permanentemente machacan como una cuestión denigrante
esta condición.
En este caso, diría que el rubro humor deviene en el más
perverso... pero esto no sólo sucede con la homofobia sino
también con la edad, con lo que se llama Edaismo. Referentes
muy importantes de la TV, que forman opinión en muchos jóvenes,
suelen denigran repetidamente a las personas mayores y especialmente,
a las mujeres, simplemente por encontrarse en una edad avanzada.
Por otra parte, el tema de la obesidad y de los talles de la indumentaria,
que cada vez se hacen más chicos, suele salir en los medios
cada cuatro o cinco meses, luego permanece un poco en la memoria de
los comercios y después vuelven a lo mismo... pero lo importante
es decir que esto sucede porque no existe por parte del Estado un
control efectivo sobre el tema y un seguimiento que apunte a resolver
la discriminación.
¿Cómo observa el funcionamiento del Inadi (Instituto
Nacional contra la Discriminación)?
Creo que lo mejor de este organismo es que la hayan nombrado a (la
ex diputada) María José Lubertino como su titular porque
es una persona que siempre se mostró comprometida con el tema
de la discriminación. Esperamos realmente que con su gestión,
el Inadi logre renacer luego de haber pasado algunos años de
ostracismo, en los cuales se encontró prácticamente
estancado en su accionar.
¿Desde SOS tienen previsto presentarle algún
proyecto?
Sí. Ya tenemos lista la propuesta de reforma de la Ley Antidiscriminatoria
para convertirla en una norma “penal”, como hacía
hincapié al inicio de esta entrevista. Además, queremos
que en los pedidos de trabajo no se especifique ni el sexo ni la edad
(lo cual es una copia de lo que hacen en Estados Unidos).
¿Cuál es su expectativa respecto de este tema
para el futuro? ¿Cree que habrá menos racismo?
No. Yo creo que cada vez las cosas van a ir peor en este aspecto.
La escuela es el peor nido de los prejuicios y el racismo en Argentina.
La clave reside en cambiar absolutamente los planes educativos.
Si enumeramos las desgracias del siglo XX, nos damos cuenta que no
hemos aprendido nada en materia de religión... o basta con
observar que en el mundo está en pleno desarrollo una guerra
religiosa y estando en el siglo XXI.
Los mayores logros de la organización
En uno de los balnearios de Mar del Plata, se instalaron rampas
para discapacitados para que todos puedan llegar a la playa.
Cuando la Copa Mundial de Fútbol se disputó en Japón,
esta ONG armó una presentación para el Gobierno de ese
país argumentando que cometían un acto de discriminación
si no lo dejaban a Diego Armando Maradona asistir a los estadios,
ya que él era un adicto. En todo caso, se le sugería
impedirle esto a los narco-traficantes.
En 2005, México editó el libro “Racismo y Discriminación”
y en el mismo país, SOS asesoró a los parlamentarios
para redactar la Ley Antidiscriminatoria Nacional.
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