Hay un proyecto del INTA que prevé
la reconversión. El papel de las organizaciones frente a la apertura
del mercado europeo. La trashumancia, la desertificación y las
crecidas del río Neuquén. Neuquén
> “El Neuquén era rico en valles de pastos
tiernos y jugosos, encerrados entre altas serranías. Estos
valles eran precisamente los más buscados por los crianceros
de hacienda vacuna y demás ganado grande, porque los mallinares
con que están cubiertos son principalmente los más aptos
para la manutención y engorde”. El relato se remonta
a 1895 y es un apunte de viaje de Domingo Fernández Beschtedt
que reproduce Gregorio Álvarez en su libro «Neuquén».
De aquella realidad que podría ubicarse en la etapa previa
al fenómeno de la trashumancia actual, la provincia de Neuquén
se convirtió en la de mayor densidad caprina en una de las
zonas más áridas de la estepa patagónica. Ahora
se presenta un nuevo escenario: se abrió la puerta del mercado
europeo, no existen en el horizonte problemas de precios para abastecer
el mercado doméstico y el sobrepastoreo en esos valles fértiles
está provocando serios inconvenientes al esquema ecológico
con las crecidas más frecuentes del río Neuquén.
La oferta
La Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA) dio
a conocer un completo informe sobre la oferta y faena de ganado caprino
en el país que brinda un esquema de conocimiento de esta particular
ganadería. Durante el 2007 se faenaron en el país 227.145
cabezas de ganado caprino, con un promedio mensual de 18.920 y un
pico en el mes de diciembre de 61.328. El informe mensual desagrega
que en mayo de este año se registró un alejamiento significativo
a la media del 2007, aunque se destacó que en el mes de marzo
hubo un paro de actividades en la comercialización primaria,
habiéndose recuperado en mayo, el número de cabezas
informadas a faena, con un aumento del 24% en relación al mes
anterior.
En los últimos cuatro años la faena de caprinos fue
constante con una evolución para cada período de dos
intervalos de depresión otoño-primavera y otro dos de
crecimiento invierno-verano.
La distribución de faena caprina en el país en el mes
de estudio, mayo, se realizó en seis provincias. Éstas
se reúnen en cuatro grupos: aquellas que participan en la faena
cerca de un 50% como Mendoza, las que participan entre 10 y 30 por
ciento como Neuquén y Córdoba, y las que participan
con valores inferiores al 10% y superiores al 1% como Santiago del
Estero y San Luis. Por último, están las que tienen
una faena por debajo del 1% como es el caso de Chubut.
Según el programa de conservación y mejoramiento de
la población caprina criolla del Neuquén elaborado por
el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en
la Argentina existen más de 4 millones de cabras. La mayoría
de ellas pertenecen a poblaciones de raza no definida, denominados
Criollos, originados en los hatos introducidos por los conquistadores
españoles 450 años atrás. Las primeras introducciones
tuvieron lugar en 1548 desde Perú, los animales provenía
de Andalucía, Castilla y Extremadura, no existiendo en esas
épocas razas definidas. Otro autor citado por el INTA indica
que los españoles trajeron consigo principalmente tres razas:
Blanca Celtibérica, Castellana de Extremadura y Malagueña.
Posteriormente ingresaron otras que se distribuyeron en el centro
y norte del país. Los cruzamientos libres y la selección
dieron lugar a diferentes poblaciones locales. En la Patagonia, región
caracterizada por extremas condiciones ambientales y climáticas,
los caprinos se distribuyen en las provincias de Neuquén, Río
Negro y Chubut.
Norte neuquino
Pero es el área norte de la provincia de Neuquén donde
desarrollan como actividad principal la cría de ganado caprino
más de 1.500 pequeños productores, con una existencia
estimada de 400.000 cabezas. En el pasado esta población fue
considerada improductiva y se intento sustituirla por razas exóticas,
de aptitud definida como Angora o más recientemente por razas
lecheras como Anglo Nubian o Saanen. Los Angora se adaptaron a la
zona sur de Río Negro, NO de Chubut y centro-sur de Neuquén.
Los criollos permanecieron, sin embargo, en aquellas áreas
marginales donde las razas exóticas no se adaptaron o no producían
eficientemente.
La importancia de esta población local está dada porque
son animales que poseen rasgos valiosos como son: resistencia a ciertas
enfermedades, longevidad, adaptación a ambientes de extrema
aridez, buena fertilidad y buena habilidad materna. No obstante estas
buenas características que presentan los caprinos criollos;
la falta de una estructura genética, hace que los criadores
encuentren dificultades al momento de procurarse reproductores de
calidad.
La existencia de una subdivisión de la población según
zonas y tipos de pelo ha motivado a considerar dentro de este programa
estas variables de clase. Criollos de Pelo Corto o “Pelados”
y de Pelo Largo o “Chilludos” son identificados por la
población rural y se encuentran localizados en determinadas
zonas del norte neuquino.
Desarrollo
La actividad ganadera se desenvuelve dentro de la dinámica
de la trashumancia. Los campos de invernada están ubicados
en la meseta y los valles de cordillera entre los 750 y los 1.400
m sobre el nivel del mar. En esta área las temperaturas no
son tan extremas, ni las precipitaciones níveas tan intensas.
El régimen de precipitaciones es mediterráneo concentrada
entre los meses de mayo a septiembre y oscila desde los 150 mm al
Este a 400mm al Oeste. La temperatura media anual es de 14 º
para la localidad de Chos-Malal, oscilando entre los 19º para
el mes de enero (verano) y los 6º para el período julio-agosto
(invierno).
Los campos de veranada están ubicados en plena cordillera de
los Andes por encima de los 1.500 hasta los 2.000 m.s.n.m. Las precipitaciones
son del orden de los 800 a los 1.200 mm de Este a Oeste y casi exclusivamente
en forma nívea. Los campos de invernada se caracterizan por
tener los asentamientos poblacionales en forma estable, ya que allí
permanecen desde abril a diciembre con el ganado, migrando parte de
la familia a la veranada. Los arreos, entre invernada y veranada,
pueden durar desde 1 a más de 20 días para los campos
más distantes. El regreso a la invernada se inicia en el mes
de abril.
Los campos son de propiedad fiscal casi en forma excluyente (90%).
Una característica del área es el proceso de desertificación,
que sufren los campos debido al sobrepastoreo y las extremas condiciones
climáticas. Este fenómeno se agudiza más en las
invernadas, debido a que son las áreas con menores precipitaciones.
Proyectos
El proyecto del INTA se refiere también al reducido tamaño
de los rodeos, los bajos índices productivos y reproductivos,
la falta de infraestructura de alambrados, así como la baja
receptividad de los campos son características determinantes
del minifundio neuquino (hay un informe previo de Marcelo Pérez
Centeno, 2001).
El proyecto del organismo técnico se propone elaborar un programa
de conservación y mejoramiento del caprino Criollo neuquino,
mediante dos estrategias. La primera de ellas generará la estructura
genética al formar núcleos de mejoramiento que proveerán
reproductores mejorados a los productores, desarrollando los objetivos
y criterios de selección adecuados para esta población,
orientando la mejora a la conservación de la variabilidad genética,
la rusticidad y la eficiencia productiva en el contexto de un sistema
extensivo.
La segunda de ellas se propone como estrategia incorporar tecnología
en el manejo general de los hatos y castronerías de los productores,
haciendo más eficiente y sustentable a la producción
caprina regional.
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