Por María Argel
¿Cómo hacer para que el efecto Kirchner juegue a favor
de los radicales en Río Negro? Ése parece ser el interrogante
que por estos días embarga al gobierno de Viedma, que busca
acercarse cada vez más a la figura presidencial, a sabiendas
del buen nivel de aceptación que representa.
El antecedente de octubre de 2005, cuando el Frente para la Victoria
-bendecido por Kirchner - ganó de manera rotunda, es más
que suficiente como para que el radicalismo en Río Negro tenga
que rearmar su estrategia y decida cuestiones que serán determinantes
en la contienda electoral de 2007, cuyo tiempo de descuento ya empezó.
Otro de los hechos que abonan la teoría del peso que genera
el Presidente es la elección a convencionales que se hizo en
Sierra Grande en el verano. Allí, cuando no estaba en juego
el nombre de la administración nacional y en tierras de Miguel
Pichetto, el radicalismo pudo recuperarse y sus principales referentes
se abrazaron emocionados tras una victoria contundente y muy significativa.
Ahora, con el nuevo escenario y con la pérdida del aliado del
Sur, Alberto Icare, el oficialismo está inmerso en cómo
resolver el dilema de plegarse a la figura presidencial o de ponerse
en la vereda opuesta y decidir fechas bien diferenciadas para las
elecciones.
Contradicción
Desde que se realizó el encuentro Partido-Gobierno en Bariloche,
hace quince días, asomó una marcada contradicción,
en los gestos y declaraciones, entre el presidente del partido provincial,
Pablo Verani, y el gobernador Miguel Saiz. Mientras Verani fue muy
crítico hacia la figura del Presidente, a quien hasta tildó
de «confundir autoridad con autoritarismo», Saiz optó
por contemplar seriamente las posibilidades de llegar a acuerdos con
el mismo hombre que tanto vapuleó su antecesor en la provincia.
Tras el encuentro de mandatarios radicales en Buenos Aires vino el
«coqueteo» y la posibilidad de «aceptar el convite»
en los nuevos tiempos políticos de la Argentina.
Hasta el momento, el oficialismo confía en lograr separar la
fecha de las elecciones presidenciales de las de gobernador. Pero
ese logro iría en perjuicio de los intereses del mismo partido
presidencial y en contra de la estrategia que quiere marcar Miguel
Pichetto. En consecuencia, el llamado a elecciones provinciales, facultad
del gobernador, deberá hacerse en forma cuidadosa, para no
herir las susceptibilidades de Nación, en el actual contexto
de sutil diálogo.
Bariloche
En la semana que pasó el intendente de Bariloche, Alberto Icare,
se encargó de mostrarse sonriente al lado del Presidente. Asistió
a un encuentro junto a otros jefes comunales de municipios turísticos
y aprovechó para estar frente a frente con quien es su nuevo
aliado y de quien espera lograr importantes obras para Bariloche.
Eso fue lo que argumentó al momento de abandonar a Saiz en
el acuerdo que había nacido en 2003.
Sin Icare, la ciudad del Nahuel Huapi cambió su fisonomía
política para el radicalismo. Ahora demanda más atención,
unión de esfuerzos y coordinar finas estrategias. El 24 de
setiembre es la fecha clave: se elegirán convencionales para
reformar la Carta Orgánica y sin duda se medirá qué
peso sigue teniendo el radicalismo en la geografía montañosa,
en absoluta soledad, sin el jefe del Centro Cívico. |