Por Ramiro Morales
El juicio al cabo Darío Poblete por el asesinato del docente
Carlos Fuentealba, en la represión policial de Arroyito de
abril del año pasado, acaparó casi toda la atención
de la provincia en una semana en que también ocurrieron otros
hechos destacados, que quizás quedaron opacados por la trascendencia
de la Causa Fuentealba I, pero no por eso dejan de ser importantes.
Los testimonios recogidos en las ruedas de testigos confirman la crudeza
con la que accionó la Policía y permite visualizar una
probable responsabilidad política que será juzgada en
la Causa Fuentealba II.
Hasta el momento, el juicio se está desarrollando con normalidad
-a pesar de algunas dificultades en el nombramiento de los jueces-
y eso es saludable en una provincia donde tiempo atrás hubiese
sido impensado que tuviera un proceso de este tipo.
Cuando existen acontecimientos de esta envergadura, siempre hay quienes
se preguntan qué acciones pueden quedar ocultas para la opinión
pública cuando el foco de atención está monopolizado
por un solo fenómeno.
Por ejemplo, una incógnita es cuáles fueron los pormenores
de la reunión que mantuvieron el gobernador Jorge Sapag y el
presidente de Enarsa, Exequiel Espinoza, tras la firma del convenio
de colaboración para crear el archivo geológico hidrocarburífero
que hará la empresa estatal. El tiempo dará la respuesta
si fue sólo protocolar o si en cambio se analizaron cuestiones
primordiales para Neuquén.
El TSJ
La postulación del juez Marcelo Benavides para ocupar la vocalía
que dejó el renunciante Jorge Sommariva en el Tribunal Superior
de Justicia fue una de las sorpresas de la semana. El nombre de este
joven magistrado no estaba en las listas de quienes jugaban a adivinar
quién sería el segundo elegido (el primero había
sido el juez federal Guillermo Labate) de Sapag para integrar la corte
neuquina.
Es probable, que a diferencia de Labate, Benavides tenga que sortear
alguna impugnación que se le presentaría desde algún
sector judicial, herramienta que incorporó este Gobierno como
paso previo a que la nominación se debata en la Legislatura
provincial.
Después de semanas de reclamos, la Provincia otorgó
aumentos salariales a policías y en el TSJ a empleados judiciales.
Ahora bien, ¿se estaba esperando el momento justo para acordar
o simplemente se los dejó para el final?
Un nuevo aniversario
Un hecho que tampoco tomó gran notoriedad fue un nuevo aniversario
del Movimiento Popular Neuquino. ¿Cómo se encuentra
el partido a 47 años de su nacimiento? Si bien es la fuerza
política que gobierna, la actual conducción del Ejecutivo
está en las antípodas de quienes comandan oficialmente
hoy el MPN. Un claro ejemplo de esto es que en el acto central de
festejos, que se realizó en la Seccional Primera de esta ciudad,
no había funcionarios de las primeras líneas del sapaguismo
y sólo se pudo observar algún que otro diputado provincial
del oficialismo.
Una incógnita que se abre es cómo actuarán los
dos sectores hasta que se dé una nueva elección de autoridades
partidarias. ¿Sapag intentará agilizar ese proceso o
esperará que se den los plazos legales para ir por la conducción
del partido y aguardar que por decantación el sobischismo quede
fuera de la escena política?
La respuesta debe estar en la cabeza del gobernador, quien seguramente
actuará sin apartarse de la línea que viene manteniendo
desde que inició su gestión.
La misma que lo llevó esta semana a sentarse en la mesa con
el ex presidente Néstor Kirchner y con el ministro Alberto
Fernández, ya como una rúbrica más de su condición
de gobernador K.
Sapag terminó de sellar su alianza estratégica con el
Gobierno nacional al aparecer en el centro del escenario político
argentino en medio de uno de los momentos de mayor tensión
en el conflicto del campo, que ya lleva tres meses.
Si bien a priori parece que el gobernador neuquino tendrá un
costo político mínimo por esta relación tan estrecha
en un momento de crisis, es difícil augurar cuál será
ese costo en el mediano plazo.
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