Por ANDREA DE PASCALIS
Neuquén > El anuncio de que la tradicional
fiesta del 25 de Mayo se realizará en la calle más emblemática
del Oeste sorprendió.
Descentralizar fue la palabra más escuchada en los primeros
días de gobierno del intendente Farizano. Que la ciudad creció
y que el Oeste se convirtió en una ciudad dentro de la capital
no es ninguna novedad, por lo que la idea de darle más protagonismo
a esta zona es una necesidad.
Las primeras propuestas fueron otorgarle más participación
a las vecinales y crear en el Oeste otra dependencia municipal que
se convierta en un nuevo centro para atender los reclamos de los vecinos.
Luego se sumaron otras ideas que también tienen que ver con
esto, como el asfalto y el arbolado de las calles troncales que unan
el Oeste con el centro neuquino.
La propuesta, que está programada a largo plazo, tiene prioridad
en el nuevo gobierno. Pero el trabajo no será fácil,
ya que son muchas las exigencias que quedan por delante y demasiadas
las tareas por hacer.
La primera es saber cómo se le dará mayor protagonismo
a las vecinales. El 80 por ciento de las comisiones pertenecen al
partido provincial, opositor al Gobierno municipal, y están
pidiendo ser escuchadas. Pero también están reclamando
que se cambie la ordenanza para poder funcionar mejor.
El más fuerte tiene que ver con la modificación del
sistema D´Hont, debido a que en muchos casos este procedimiento
los deja sin quórum para realizar las asambleas y, por lo tanto,
no les permite tomar decisiones y actuar en consecuencia.
El Concejo Deliberante es quien debe tomar cartas en este asunto y
modificar la norma, debido a que las elecciones se acercan. Sin embargo,
las fechas apremian y la norma sigue en discusión como hace
dos años, por lo que se presume que aunque se modifique poco
será lo que influirá en el funcionamiento de las comisiones
barriales.
En segundo término, se procura trabajar en los barrios y priorizar
los espacios públicos de cada lugar. Un plan a concretar en
tres años, que marca una clara diferencia con la gestión
de Quiroga. Es decir, la prioridad no estará dada por la majestuosidad
en la obra pública sino en las pequeñas obras en los
barrios.
Esta idea fue reforzada por el bloque empenista en el Concejo Deliberante,
que solicitó derivar los fondos propuestos para la remodelación
del edificio de Transporte y la rotonda Leloir a obras que cada comisión
vecinal remarque como prioritarias.
Sin embargo, para que este objetivo se concrete correctamente la Municipalidad
no sólo deberá invertir en la ejecución de las
tareas prometidas sino que también tendrá que educar
a la población para evitar que el trabajo realizado no termine
en manos de actos vandálicos, tan comunes en toda la ciudad.
La tercera meta es la descentralización a partir de las grandes
obras planteadas en el Oeste, como la consolidación del funcionamiento
de la delegación El Progreso, que dará la posibilidad
de realizar todos los trámites municipales, como la renovación
del carnet de conductor y el inicio de la construcción de la
Delegación de Alto Godoy, que se ubicará en el predio
municipal entre las calles Quimey, 1º de Mayo, Godoy y Búffolo,
en el barrio Gran Neuquén.
En cuarto lugar se ubica la participación de la ciudadanía,
que por ahora está estructurada en objetivos abstractos a través
de la conformación del Consejo Asesor Económico Social
y de Planeamiento de la Ciudad (CAESyP) y el programa de Auditoría
Ciudadana, dos propuestas que prometen escuchar las necesidades de
la gente para luego poder trabajar sobre ellas.
Todos los objetivos suman para generar la tan prometida descentralización
e inclusión social y geográfica, la marca que promete
Farizano imprimir a su gobierno y la principal diferencia con su antecesor,
Horacio Quiroga.
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