Por Jorge Villalobos
El gobierno del intendente Ricardo Alonso vive la semana más
complicada desde que ocupa el sillón de la Municipalidad. El
conflicto con los trabajadores municipales, que reclaman un aumento
salarial, lo ha puesto a la defensiva. De hecho, tuvo que salir a
pedir la intervención de los concejales que hasta el momento
habían sido observadores a la distancia de la negociación
que funcionarios del Poder Ejecutivo encabezaban con representantes
gremiales de ATE, con varias peleas salariales en el cuerpo, y los
delegados de los trabajadores de La Angostura.
El conflicto con los municipales saltó la semana pasada, pero
los delegados habían planteado el tema del aumento a mediados
de marzo pasado.
¿Faltó capacidad de respuesta? Es probable, porque el
gobierno municipal se tomó su tiempo para reaccionar.
Luego, salió a explicar que los recursos del municipio son
insuficientes para cubrir una suba de 500 pesos como plantearon, en
principio, los empleados. También recordó que el ex
intendente Hugo Panessi dejó una deuda cercana a los 2.000.000
de pesos, aunque indicó que ya saldaron el 90%.
La negociación se realizó, primero, en silencio. Los
empleados bajaron sus pretensiones a 400 y después a 300 pesos
para todas las categorías.
El gobierno ofreció la semana pasada un techo de 150 y un piso
de 50 pesos para los empleados, según los ingresos. Cuando
la propuesta oficial fue rechazada por los trabajadores, porque además
era no remunerativa y no bonificable, los negociadores del gobierno
ofrecieron sobre la hora 20 pesos para levantar un inminente paro.
La oferta encendió aún más los ánimos
de los trabajadores, cuyos salarios de bolsillo no llegan a los 1.000
pesos, en una localidad donde la inflación es galopante.
Alonso tuvo que ampliar la mesa salarial y sentar a los concejales
para que ayuden a pensar alguna solución. Así surgió
la idea del endeudamiento para pagar los aumentos. Aunque se trata
de una iniciativa que hasta el momento es poco clara. El gobierno
asegura que los ingresos mensuales del municipio alcanzan a cubrir
los servicios y los salarios, pero no para un incremento generalizado.
¿De dónde saldrá el endeudamiento? “Nos
estamos rompiendo la cabeza para saber de dónde sacamos la
plata”, admitió el secretario de Gobierno municipal Emilio
de Alvear. “La voluntad política de endeudarse está”,
aseguró.
Por ahora, la receta será ajuste y austeridad. Pero además
irán por mayores fondos de coparticipación desde el
gobierno provincial y un aumento de tasas. Mientras, los recursos
para pagar el incremento salarial saldrán de la eventual reestructuración
de partidas o del pago a los proveedores.
Hoy, los negociadores del gobierno oficializarán la última
propuesta, con un techo de 320 pesos para los empleados, con los sueldos
más bajos, y un mínimo de 250 pesos para el resto.
Es probable que los trabajadores acepten la oferta, pero Alonso deberá
ponerse al frente de un reclamo por mayor coparticipación si
quiere que el déficit por la suba salarial no se le dispare,
en una localidad que en invierno demanda mayores servicios.
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