Por Ramiro Morales
La puja y el debate ya están planteados. Esa frase se adecua
perfectamente a dos de los temas principales de resolución
que tiene la agenda del Gobierno provincial: la nueva ley de coparticipación
de los recursos a los municipios y el comienzo normal de clases.
En ambos frentes de discusión, el Ejecutivo va con la premisa
de no poner en riesgo la situación financiera de la provincia,
que significa no aumentar el volumen total de recursos y que no haya,
por el momento, un incremento de los sueldos para los docentes que
desequilibre las cuentas públicas.
En el aspecto educativo, el Gobierno dio una clara señal de
buscar una salida al reclamo salarial, que es una suba del 30 por
ciento, a través del diálogo ya que el ministro Jorge
Tobares convocó a los representantes gremiales para explicarles
que en este contexto es muy difícil que haya un nueva recomposición
de los sueldos debido a que los otorgados sobre el final de la anterior
gestión generaron una complicación para el actual Ejecutivo.
Postura que ya había sido anticipada por algunos de los funcionarios
provinciales y municipales del MPN, quienes han calificado de irresponsables
algunas de las decisiones que tomó Jorge Sobisch sobre el cierre
de su segundo mandato consecutivo.
Habrá que esperar hasta las próximos días para
conocer a ciencia cierta cuál será la postura la Asociación
de los Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN)
en virtud de la posición conciliadora que ha mostrado hasta
el momento Sapag, quien les pidió públicamente, en reiteradas
oportunidades, que tengan paciencia en su pedido de mejora salarial.
Si uno va más allá y mira hacia el futuro, será
fundamental para Neuquén que Nación le refinancie la
deuda pública para que las arcas provinciales tengan un respiro
y de esa forma otras condiciones de negociación con los representantes
de los trabajadores estatales.
En este sentido también Sapag inició una serie de gestiones
que probablemente lleguen a buen puerto.
Otro margen de negociación
En cambio, que la nueva ley de coparticipación no deje sectores
disconformes parece ser, ahora, una tarea un poco más complicada.
Desde el Gobierno afirmaron, teniendo en cuenta la estrechez financiera,
que se apuntará a una mejor distribución de los recursos
provinciales.
Además, pusieron énfasis en la necesidad de que los
municipios, principalmente los más grandes, optimicen sus mecanismos
de recaudación, que es una de las falencias que tuvieron las
comunas en los últimos años.
El viernes los intendentes de la oposición salieron con los
tapones de punta al asegurar que pugnarán por un incremento
de más de 500 millones de pesos, que a priori, según
las cifras oficiales, está muy lejos de la realidad. Inclusive
ayer la vicegobernadora Ana Pechen insistió en que con los
ingresos de la Provincia, es imposible modificar la masa coparticipable.
Ahora, los jefes comunales presionan por más ingresos con el
argumento de que se pueden sumar recursos que provienen de la explotación
hidrocarburífera, pero no dejan claro si están dispuestos
en forma fehaciente a ampliar sus obligaciones de Estado ya que históricamente
los intendentes neuquinos se desligaron de algunas responsabilidades
al afirmar que “eso es un tema del gobierno provincial”.
Y en los tiempos que corren, esa frase no sólo queda añeja
sino que suena desafortunada.
También no se puede dejar de lado que la nueva ley de coparticipación
deberá ir de la mano de la norma de responsabilidad fiscal
de municipios, que será indispensable para que no se repita
la situación de diciembre del año pasado, cuando muchos
de los nuevos jefes comunales se encontraron con una situación
económica lamentable.
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