Londres (dpa) > Un estudio
del Banco Mundial que había sido mantenido en secreto responsabiliza
a la masiva producción de biocombustible del aumento de precios
de los alimentos.
De acuerdo con la investigación, hasta el 75 por ciento de los
aumentos de precios se deben al uso de productos agrarios y superficies
cultivables para la producción de biocombustibles. «Sin
el aumento de los biocombustibles, la producción mundial de cereales
y maíz no habría retrocedido de forma tan notable y los
aumentos de precios debidos a otros factores sólo habrían
sido moderados», señala el estudio.
El incremento de los precios de la energía y los fertilizantes
entre principios de 2002 y febrero de 2008 sólo es culpable de
un aumento del 15 por ciento en el precio de los alimentos.
Según expertos en ayuda al desarrollo, el estudio, finalizado
en abril, no se divulgó para no ofender al gobierno estadounidense
del presidente George W. Bush, que afirma que la producción de
biocombustibles influye en menos de un tres por ciento en el aumento
de precios de los alimentos.
Las organizaciones humanitarias internacionales calculan que el aumento
en el precio de los alimentos ha sumido en la pobreza a unos 100 millones
de personas en los últimos años.
Además, la Unión Europea está revisando su controvertido
apoyo a los biocombustibles, según quedó claro la semana
pasada en un encuentro informal del Consejo de Ministros en París.
En la reunión, se vislumbró un posible cambio en la meta
de lograr hasta el 2020 en toda la UE que el diez por ciento de la energía
utilizada en el sector transporte provenga de fuentes renovables.
En el futuro, esta medida no sólo se referirá a biocombustibles,
sino también a coches impulsados por electricidad o por hidrógeno,
dijo el actual presidente del Consejo, el ministro de Medio Ambiente
francés, Jean-Louis Borloo, al cierre de los tres días
de deliberaciones de los ministros de Medio Ambiente y Energía
sobre un paquete de medidas para proteger el clima.
La utilización de plantas como el maíz y el trigo en la
fabricación de biocombustibles es fuertemente controvertida,
dado que se les atribuye gran parte de responsabilidad en el alza de
los precios de los alimentos.
Francia preside la Unión Europea hasta fin de año. Hasta
entonces, la UE quiere aprobar su paquete de medidas relacionadas con
el clima y la energía, para estar a la altura de las negociaciones
de la comunidad internacional sobre un nuevo acuerdo climático
mundial.
Los 27 jefes de Estado y de gobierno resolvieron en marzo de 2007 que
aumentarían el porcentaje de energías renovables en un
quinto. En el sector del transporte, estas energías deberán
abarcar al menos un diez por ciento.
Entre los objetivos climáticos, figura también un 20 por
ciento de descenso de las emisiones de CO2 así como el aumento
de la eficiencia energética en un 20 por ciento.
Por otra parte, los ministros de Energía están considerando
hacer obligatorio en todo el bloque el ahorro de energía, dijo
Borloo. «Pero es algo muy difícil de evaluar, de manera
que aún quedan muchos detalles sobre los cuales trabajar antes
de poder aplicarlo», comentó Borloo a dpa.
Ferrán Tarradelles Espuny, portavoz del comisario de Energía
europeo Andris Pibalgs, dijo que los ministros están considerando
hacer legalmente vinculantes las metas de eficiencia energética.
Podría ser una directiva global obligatoria para los Estados
de la UE para reducir el consumo de energía en un 20 por ciento
hasta el 2020 o medidas dirigidas a sectores determinados, agregó.
Tarradelles Espuny añadió que se está analizando
establecer parámetros mínimos de eficiencia para una amplia
serie de dispositivos, como bombillas de luz, equipos electrónicos
en standby así como iluminación callejera y en oficinas.
En un año, los equipos en standby en Europa consumen tanta energía
como toda Hungría, dijo.
Pibalgs dijo que una reducción del 20 por ciento del consumo
de energía en la UE representaría ahorros anuales de 100.000
millones de euros, con un precio de 60 dólares del barril de
petróleo. Y reduciría las emisiones de dióxido
de carbono en 780 millones de toneladas.