Por georgina gonzales
Neuquén> Silvia Salvarezza es licenciada
en psicología, miembro de la Asociación de Psicoanálisis
de la Escuela de Orientación Lacaniana y fundadora del Círculo
de estudios psicoanalíticos de Neuquén y Río
Negro.
La profesional se desempeña en la provincia y estereotipa en
el desarraigo la problemática más recurrente en los
neuquinos. Analiza qué es la angustia y cómo se tapa
-en estos tiempos -con la tecnología.
¿Cuál es la patología más recurrente
en este tiempo?
Yo considero que esta es una época de mucha angustia. Pero
creo que de la misma manera que es una época que angustia mucho,
también es una época en donde la angustia se tapa mucho.
Entonces hay que ver cuales son los objetos que te ofrecen para tapar
esa angustia.
La ciencia avanzó de manera tal que, por ejemplo, alargó
el período de vida. Hay mucho más tiempo para vivir,
para hacer cosas y de esta manera también sos descartable más
rápido. Es un tiempo de mucha paradoja. Nos preguntamos: ¿vivo
tanto para qué, para que me metan en geriátrico?
Es un tiempo en donde los afectos son diferentes, el lazo de la gente
con la gente cada vez es menor, porque hay menos tiempo, porque hay
que producir. Y esto angustia. No tenés tiempo de sentarte
y hablar, de ir a visitar a alguien, de estar con tus hijos el tiempo
que vos querés.
En cada lugar hay distintas patologías, una cosa es Miami,
Barcelona, Neuquén, Zapala. En cada lugar donde uno trabaje
va a encontrar rasgos locales distintos.
¿Y cuáles son los rasgos que encontrás
en Neuquén?
El rasgo local fundamental tiene que ver con el desarraigo. Acá
de cada diez personas 9 no son neuquinas. La gente está desarraigada.
Y muchos se vinieron acá como si fuera el Far west, esta cuestión
del lejano Oeste, a producir y hacer dinero. A tener muchos bienes,
a acumular dinero y bienes. Esta es una provincia en donde hay petróleo
y no en vano era llamado el oro negro. Es una provincia rica, que
tiene recursos. Entonces la gente dejaba todo y se venia para eso.
Lo que tiene de fantástico además es la cuestión
que acá no están instaladas las cuestiones ortodoxas
de las provincias más clásicas de la Argentina, (acá
hay una mezcla de todo). Esta provincia está llena de gente
aventurera, muy intrépida, de gente que quizás no hizo
toda su formación como corresponde, pero con la cosa de trabajar
después no se forman.
¿Cuál sería la definición de
angustia?
La angustia es un afecto y es el único afecto que no engaña,
dice Lacan. Uno puede demostrar que esta bien cuando esta odiando
a alguien y poner una cara que no se note, podes estar muy alegre
y si no es conveniente demostrar esa alegría te la tragas.
Pero si estás angustiado no podes parar de demostrar esa angustia.
La angustia se instala y te divide, es algo que divide al sujeto,
lo parte. Uno lo siente en el cuerpo, en el pecho. Es común
escuchar frases como: “Me quedó acá (se señala
el pecho) y me siento como partida”.
Como psicoanalista es importantísimo trabajar con la angustia
y no taparla.
Yo creo que esta época de la modernidad tardía, con
la desaparición del trabajo, donde las maquinas van suplantando
más a los hombres, donde se generan relaciones de trabajo distintas,
todo esto va a generar problemas. Con más maquinas y aparatos
se necesita menos gente y va desapareciendo el trabajo.
Hablaba de que se tapa la angustia, ¿a que hace referencia?
Se tapa la angustia con objetos de consumo y en realidad primero hay
que localizarla, luego trabajar en ella. La angustia es una señal
de que algo no marcha.
La angustia es cotidiana, y la mayoría de la gente la tapa
con objetos, con el mp3, con el DVD, va comprando tecnología.
Porque en este momento si lo podes lo compras y sino tenés
el efectivo lo comprás con tarjeta en miles de cuotas. Todos
tenemos seis tarjetas de crédito, la del supermercado, y de
esa manera podés consumir más.
Está todo tan perfectamente calculado que no hay tiempo para
pensar. Y no tenés que pensar en nada para angustiarte.
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