Neuquén> El Sistema
de Salud de la provincia de Neuquén fue modelo en toda América
Latina durante las últimas tres décadas del siglo pasado.
Sin embargo, a partir del 2000 comenzó a tener algunos problemas
que en la actualidad se han profundizado.
Horacio Lores fue uno de los integrantes de los equipos técnicos
que participaron en la década del 70 del proceso revolucionario
en materia sanitaria que se dio en la provincia, que tuvo entre sus
principales virtudes disminuir en un 30 por ciento la mortalidad infantil,
en sólo un año.
En esa época, en los departamentos Minas y Catan Lil el índice
de mortalidad infantil superaba el 200 por 1.000 (niños que
no llegaban al año de vida), sitios donde Lores comenzó
a trabajar como médico rural en la provincia.
Lores fue subsecretario de Salud en el período 1983-87 y ministro
de Salud desde 1991 a 1994. Hoy es el coordinador general de la campaña
del Movimiento Popular Neuquino, que tiene como candidatos a gobernador
y vice a Jorge Sapag y Ana Pechen.
“Estamos a tiempo de recuperar el sistema de Salud que tanto
nos enorgulleció”, reitera en todo momento el médico.
¿Cómo fueron sus comienzos?
En la década del 60, el interior de la provincia estaba sumergido
en la miseria. En ese tiempo era médico rural. En el 65 llegué
a Andacollo, y después estuve en Villa la Angostura y Junín
de los Andes. La mortalidad infantil superaba el 200 por mil. Se morían
por tuberculosis, hidatidosis, desnutrición; el promedio de
edad era de 47 años en la provincia. Era una de las regiones
más subdesarrolladas del mundo, era un territorio olvidado.
La situación comienza a cambiar cuando se da la territorialización
de la provincia. En 1961 se crea el MPN y en 1963 se produce el primer
gobierno del MPN que inicia una transformación en Salud, en
Acción Social a través del mejoramiento de la calidad
de vida, pero con muy escasos recursos.
¿Que lo trajo a la zona?
Vocación de trabajar en una zona alejada, donde hubiese muchas
necesidades. Los médicos queríamos sentirnos útiles,
las posibilidades en cualquier lugar del interior eran muchas y la
mayoría de los médicos se quedaba en las ciudades grandes
y donde estaban las universidades.
No había médicos neuquinos, lo mismo ocurría
con los maestros. En ese gobierno del 63-66 se hicieron muchas cosas
en materia de radicación de médicos en el interior;
creación de centros maternos infantiles para el control de
la salud materno infantil; se iniciaron los programes para controlar
la tuberculosis, la vacunación, la hidatidosis.
Es un antecedente muy valioso para el plan de Salud que se pone en
marcha en 1970. Yo trabajaba como médico rural, en 1970 siendo
gobernador Felipe Sapag. Se formó un equipo de trabajo a cargo
del doctor Néstor Perrone, que fue el primer subsecretario
de Salud. Un equipo técnico formado por médicos jóvenes.
Que se capacitaron en salud pública y administración
hospitalaria. A partir de allí se produce una programación
de actividades muy racional, asignando prioridades para combatir los
principales problemas. Se mejoraron los índices con resultados
extraordinarios, en materia de mortalidad infantil y de desnutrición.
Salimos de la miseria para entrar en el mejoramiento de las condiciones
sociales. Todo el plan de Salud se desarrolló en tiempos de
pocos recursos, priorizando el uso del factor humano.
¿Cuáles fueron los logros?
En el primer año de puesta en marcha del Plan de Salud, se
disminuyó en un 30 por ciento el índice de mortalidad
infantil y eso es un caso que es casi único en el mundo.
Llamó la atención no sólo en el país sino
en el extranjero.
Siguió descendiendo significativamente, el promedio en el año
1970 era de 108.9 por mil y ahora es de 8.9 por mil.
¿Cómo analiza el sistema actual?
El sistema actualmente tiene problemas que uno los visualiza cuando
toma contacto con el personal. Hay una excesiva burocracia improductiva,
ineficiente. Se ha perdido la estructuración orgánica
funcional.
Se descuidó el recurso humano, se dejó de lado las normas
de ingreso, de promoción que existían para el personal
de Salud, esto fue acompañado de una perdida de estímulo.
Hubo problemas de gestión a partir del año 2000 porque
se produce una perdida, un desmejoramiento de la gestión en
Salud. En este momento, hay un descontento generalizado, es público
y notorio.
Es recuperable si se toman medidas necesarias, las que se tienen que
llevar adelante para recuperar el prestigio y la calidad.
¿Porqué se había convertido en un modelo?
Hubo unión de varios factores, el gobierno priorizó
la Salud y le asignó presupuestos adecuados para llevar adelante
los programas de actividades. Hubo equipos técnicos muy sólidos
que la dieron continuidad al plan de Salud a través del tiempo
a pesar del pendulismo entre gobiernos civiles y militares. Cambiaban
los gobiernos y el plan seguía vigente, eso era mérito
de los equipos técnicos en la conducción y en la prestación
de servicios en los hospitales. Esa fue una de las claves: solides
y capacidad.
Los programas de actividades del 70 eran muy sólidos, establecían
reglas muy caras. Se priorizaba la atención primaria de la
Salud, el desarrollo del primer nivel de atención. Había
Centro de Salud en los barrios de las ciudades y los puestos sanitarios
en el interior. Se hacía énfasis en la prevención
y en la promoción. En la ciudad de Neuquén los centros
de Salud son prácticamente los mismos que hace 20 años.
La gente al no tener acceso a las salitas, se van a las guardias del
hospital, donde terminan resolviendo patologías habituales.
¿Cómo se hace para revertirlo?
Hay que generar Centros de Salud. Hay que revalorizar la atención
primaria. En los ‘80, el 50% de las consultas se hacía
en el primer nivel de atención y actualmente sólo el
12%. El 88% se hace en los hospitales.
Cuando uno construye un hospital, hay que pensar en un programa médico
arquitectónico, las necesidades edilicias y de equipamiento
de la institución.
Un programa de recursos humanos, cuántos médicos, enfermeras
y personal administrativo hace falta para ponerlo en marcha.
¿Cuáles fueron los aspectos salientes de sus
gestiones como funcionario?
En la del 83 al 87 fue la enorme expansión del primer nivel
de atención, con creación de Centros de Salud y puestos
sanitarios. El énfasis en las acciones de prevención,
a través de programa de vacunación control de hidatidosis
y tuberculosis. Se fortaleció el régimen de dedicación
exclusiva y se construyeron los hospitales de Chos Malal y Rincón
de los Sauces.
En la del 91 el desarrollo de la alta complejidad, en función
de los avances acelerados en materia tecnológica y creación
de los consejos locales de Salud mediante normas específicas
de descentralización operativa.
Propuestas
Revalorizar los recursos humanos por considerarlos el componente
esencial del sistema de salud, consensuado condiciones de trabajo,
remuneraciones apropiadas, estimulando la participación, el
acceso a la capacitación y fortaleciendo los equipos técnicos
que fueron pilares del Plan de Salud.
Priorizar el régimen laboral de dedicación exclusiva
de los profesionales consensuando las pautas para que el mismo tenga
el carácter diferencial que tuvo en sus orígenes, con
condiciones y compromisos a cumplir por el gobierno y por los profesionales.
Recuperar la Atención primaria de la Salud como el eje central
del sistema de salud, desarrollando el primer nivel atención
y priorizando acciones de promoción de la salud y prevención
de enfermedades.
Rechazar el concepto de “hospitales de autogestión”
y mantener la integralidad del sistema bajo la jurisdicción
provincial exclusivamente.
Afirmar el rol del Estado en materia de financiador, prestador y
fiscalizador del sistema de salud.
Cumplir con lo establecido en la Constitución provincial
en cuanto a la formación del Consejo Provincial de Sanidad
y a la participación municipal en acciones de salud especialmente
de carácter preventivo promocional.
Rechazar la privatización del sistema provincial de salud
y promover su autosuficiencia prestacional. Hasta que ello se logre
se contratarán servicios de otros subsectores con carácter
complementario y de excepción y bajo el precepto de que todos
los neuquinos tengan acceso al servicios de salud que necesiten.
Promover el recupero financiero de las prestaciones brindadas a
personas que tengan cobertura de terceros responsables para que el
gasto que éstas ocasionan no recaiga sobre todo el pueblo que
financia vía impuestos, sin que ello signifique ningún
tipo de pago directo o coseguros por parte de los pacientes.
Reformular y racionalizar la organización y funcionamiento
de todo el sistema público y eliminar la burocracia improductiva
e ineficiente.
Promover la participación social en los niveles locales y
llevar a cabo una equilibrada descentralización de recursos
y niveles de decisión para lograr un mejor funcionamiento de
los servicios y una ágil solución de los problemas.
Impulsar la intersectorialidad. La participación social y
el trabajo en redes para responder con eficacia a los problemas que
exceden la capacidad resolutiva del sector salud, tales como accidentes,
violencias, suicidios, adicciones y problemas medioambientales.
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