Por Andrea De Pascalis
Es hora de definiciones. Hace dos meses atrás en el Concejo
Deliberante aseguraron que para fines de mayo se debía decidir
si el transporte público de pasajeros iba a ser regionalizado
o si Neuquén se cortaba sola y seguía su camino con
una nueva licitación ya que en noviembre vence el contrato
con Indalo.
También se dijo que –por contrato- Indalo puede estar
un año más. Esto se escuchó varias veces, pero
el anuncio formal y público aún no se concretó,
aunque todo hace creer que como están las cosas, los colectivos
rojos seguirán rodando en las calles neuquinas por un tiempo
más.
Las reuniones por la regionalización del transporte parecen
ir en camino, o eso es lo que quiere mostrarse en cada uno de los
encuentros, pero por el momento ningún esbozo de licitación
se está discutiendo en el ámbito legislativo producto
de los acuerdos que se están dando.
Todos hablan y aseguran que hay que trabajar planificando y que hay
que hacerlo con seriedad para que los resultados sean los deseables,
pero como están dadas las cosas hasta ahora no hay nada que
indique que los resultados van a ser los que la gente quiere. ¿Se
aplicará en este caso la teoría de los bomberos, habrá
que esperar a que se prenda fuego todo para ponerse a trabajar?
Afirman que no quieren caer en una licitación desierta pero
aun nada de lo que se hace es concreto. Se habla de regionalización
pero en el Concejo Deliberante de esta ciudad no tienen conocimiento
de cómo funcionará y tampoco tienen ningún informe
que les abra las puertas a tomar decisiones.
Mientras tanto esperan y muchos se preguntan que pasará con
el transporte público. ¿Qué va a hacer tu gobierno
con Indalo? Le dijo un concejal a otro edil oficialista, - No sé,
se quedará un año más- contestó.
Para que funcione, la ecuación debe encuadrar para todos, el
servicio debe ser satisfactorio para los usuarios y la empresa prestataria
del servicio debe ganar dinero, esto es una de las cuestiones que
se debe discutir para poder hacer una licitación con buenos
resultados.
Una de las posibilidades para comenzar a trabajar en hechos concretos
es convocar a sectores de la ciudadanía y las instituciones,
para ver de qué manera se puede avanzar en pos de evitar, con
el próximo servicio, uno de los grandes problemas que tiene
Indalo y que es la concentración de gente –en las paradas
y dentro de los colectivos- entre las siete y las nueve de la mañana.
Lo que es seguro que las soluciones hoy no son las que más
de una vez se escuchó decir a funcionarios en los pasillos
del Deliberante, como por ejemplo que estas cosas no pasarían
si cada padre manda a su niño a la escuela del barrio, frase
poco feliz que no se condice en nada con la realidad de los neuquinos;
o que los escolares privados paguen el pasaje y de esta manera el
subsidio municipal por transporte sería menor, esto tampoco
es viable por ser discriminatorio, porque en ninguna ciudad del país
esto es así y por que la realidad no lo permite
Si se podría pensar en otras opciones como que el horario bancario
comience a las diez de la mañana o que cambien el ingreso de
los empleados públicos para que no sea el mismo que el de los
escolares, pero para esto se concrete hay que discutir y escuchar
y no quedarse esperando que el tiempo pase. Las opciones son muchas
pero hoy nadie se sienta a definir, y todo se queda en suposiciones
y discursos.
El 2008 se presenta como la gran oportunidad para cambiar las cosas,
para dar vuelta una realidad que molesta a todos los usuarios. Es
la gran oportunidad para hacer las cosas bien y terminar para siempre
con la situación que cada mañana se vive en todos los
barrios de la ciudad.
Que este año el colectivo no pase de largo como lo hace desde
hace diez años y que de una vez por todas los que gobiernan
y los que legislan sepan definir un buen servicio de transporte público
acorde a una capital provincial que crece y que demanda que las cosas
funcionen bien, de manera eficiente y como corresponde para una ciudad
pujante.
|