El gas licuado implicará para
las arcas fiscales de la Nación un costo total de hasta 600 millones
de dólares durante cuatro meses. Neuquén
> Un segundo buque con 58.500 metros cúbicos de
Gas Natural Licuado (GNL) arribó ayer al puerto de Bahía
Blanca para conectarse con el barco regasificador, a través
del cual se proveen 8 millones de metros cúbicos diarios de
gas natural al sistema troncal argentino.
Se trata del buque de bandera española «Castillo de Villalba»,
de 284 metros de eslora y con una carga de 58.500 metros cúbicos
de GNL, que amarró al muelle de la compañía Mega
en el puerto de la ciudad de Bahía Blanca, al sur bonaerense.
Este será el segundo barco metanero que operará en el
puerto bahiense, bajo la supervisión de la empresa Repsol YPF
y la estatal Enarsa.
La importación de gas por barco para cubrir los incumplimientos
de Bolivia y la mayor demanda local va camino a convertirse en una
de las operaciones energéticas de emergencia más costosas
de los últimos años.
Según los valores que manejan los especialistas en energía,
el aprovisionamiento externo de GNL (gas natural licuado) durante
el período mayo-agosto le costará al Gobierno entre
11 y 15 millones de pesos por día.
Pese a la ausencia de información oficial, los números
que se barajan en el sector coinciden en señalar que la opción
del GNL implicará para las arcas fiscales un costo total de
hasta 600 millones de dólares durante los cuatro meses que
se prevé utilizar esta alternativa de suministro.
El gas que arriba por vía marítima a Bahía Blanca
y se inyecta en la red nacional tiene un precio promedio de US$ 17
por millón de BTU. Ese valor se compone de US$ 13 que corresponden
al combustible y alrededor de US$ 4 por el alquiler del barco regasificador.
El precio de ese gas es casi ocho veces superior al valor promedio
de US$ 2,10 por millón de BTU que se le reconoce a la provincia
de Neuquén y es casi el doble del precio que actualmente Argentina
le está pagando a Bolivia por el gas que entrega por debajo
de los volumenes comprometidos.
Según los contratos firmados, Bolivia debía enviar a
partir de este año 7,7 millones de metros cúbicos diarios
(MMCD). Pero por los problemas internos y la falta de inversiones,
la administración boliviana sólo esta despachando un
promedio diario inferior a los 3 MMCD.
Entre los 500 y 600 millones de dólares que costará
el GNL, sólo se recuperarían unos 50 con los precios
del mercado interno, el resto lo pagará la Nación.
El primero de los barcos metaneros en llegar al puerto de Bahía
Blanca fue el de bandera belga «Excelerate», de 277 metros
de eslora y con una carga de 58.671 metros cúbicos de GNL,
que luego de realizar la tarea de regasificación a través
del navío «Excelsior» volvió a su país
de origen.
La Fuente del consorcio portuario indicó que «el buque
de bandera española, una vez que arribe al puerto con su carga,
se acoplará al regasificador, donde se procesará el
gas natural que luego se despachará al sistema troncal del
país».
El «Excelsior», amarrado en el muelle de la empresa Mega,
se conecta a través de un brazo de descarga de alta presión
donde luego se une con un gasoducto que transporta gas hasta la planta
de Profértil, desde donde el gas transportado se bifurca.
Una parte de ese gas se direcciona hacia el complejo de General Cerri,
mientras que los excedentes de consumos locales y de la industria
son comprimidos y enviados a través del sistema de ductos troncales,
para reforzar la oferta del gas natural a residenciales.
La contratación de los buques está a cargo de Repsol
YPF como mandataria de la empresa estatal Enarsa, que participa además
como principal prestador de servicios en la gestión técnica
y operativa.
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