Escasa asistencia

Buenos Aires > El promedio de venta de entradas en el pasado torneo Clausura alcanzó a 4.958 tickets por partido, cuando en el anterior Apertura el promedio había sido de 5.449, según un informe realizado por la Asociación de Fútbol Argentino (AFA).
River Plate encabezó la venta de populares y plateas con un total de 204.537 tickets y así superó a Boca Juniors, que sumó 155.886, muy lejos de los 293.502 vendidos en el Apertura 2006, cuando ganó el campeonato con Alfio Basile como entrenador. Todo indica que en el primer semestre la hinchada xeneize optó por la Copa Libertadores.
El promedio de venta de entradas estuvo por debajo de los registros obtenidos en el Apertura 2006, que ganó Estudiantes de La Plata -se vendieron 6.987 entradas populares por partido- y del Clausura 2007, con 6.604 tickets cuando San Lorenzo fue campeón. En este semestre, el público «millonario» acompañó a pesar de los problemas generados por un sector de su hinchada.
River jugó dos veces como local sin habilitación de su tribuna popular -contra Argentinos y Tigre- y debió ir a Vélez para recibir a Arsenal.
Los años de mayor asistencia de público a las canchas fueron las décadas del ‘40 y ‘50, donde el promedio de venta de entradas generales no era menor a 15.000 por partido, según recopilación del historiador Pablo Ramírez.
El primer «bajón» se constató a la vuelta del Mundial de Suecia, en 1958. La Argentina tenía la mitad de habitantes. Hace exactamente 50 años cuando se reanudó el campeonato de Primera División, el público empezó a retacear su concurrencia.
Curiosamente, fue River el equipo más perjudicado por «la debacle» en el país nórdico. El «millonario» padeció la decadencia y el comienzo de un ciclo «negro».
Aunque por razones opuestas, Racing en 1958 concentró la mayor atención. Su hinchada copó la mayoría de las canchas y su equipo ganó el campeonato con una recordada delantera. Esta vez, la «Academia» llenó su estadio pero en una instancia de emergencia y para salvarse del descenso.

Los chicos vendieron bien

Buenos Aires > Tras el Clausura, los clubes menos poderosos de la Argentina vendieron jugadores por cifras millonarias; cada vez dependen menos de River y Boca.
Si bien la tendencia se advertía desde antes, con algunas pautas que ya la describían, el receso a la espera del Apertura entregó la certeza definitiva: los clubes no tan poderosos ya consiguieron una relación directa con los grandes millones. Fue como una cierta independencia hacia las negociaciones cumbre del mercado de pases. Como en un añoso libro de contabilidad, los números están a la vista: si bien estimula la carta de presentación, los jugadores ya no necesitan un paso previo por los «clubes grandes» para cotizarse. Las vidrieras se modernizan de forma constante. Y se nota.
Hubo novedades de todos los colores. Lo más sorpresivo en la semana última resultó el apretón de manos que Villarreal y Vélez se dieron por Damián Escudero, en una negociación que incluyó el regreso de Leandro Somoza a la institución de Liniers, que recibirá 12.000.000 de euros. Como suculento antecedente queda otra recordada venta de Vélez, hace un año: Mauro Zárate pasó a Al-Saad, de Qatar, por US$ 22.000.000.

Cifras elocuentes
De acuerdo a un informe publicado por el diario La Nación, los jugadores de Lanús se recategorizaron con la histórica consagración en el Apertura 2007. El club del Sur no se desprendió de ninguno de los futbolistas base tras el título, pero ahora se destapó con la transferencia de Lautaro Acosta, también pretendido por Boca, pero que ya fue presentado en Sevilla, de España, que se adaptó a las pretensiones granates : 11.000.000 de dólares.
Puede haber más. Muchos averiguaron condiciones por Diego Valeri, pero la inflexibilidad de Lanús en el tema abortó por ahora cualquier intento por llevarse al cerebro del conjunto: 13.000.000 de euros. En tanto, dicen que hay dos entidades de Grecia dispuestas a esforzarse por José Sand, cuyos derechos no bajarían de los 7.000.000 de dólares.