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La construcción de la historia
y el rescate de la memoria son los auxiliares que utilizamos para
desenmarañar nuestro pasado reciente. Esta es, además,
una necesidad de indagar en esas huellas para encontrar las raíces
del presente.
Don Luis de la Cruz fue quien descubrió el Paso Pichachén
para hermanar, en 1806, aún más, a dos naciones latinoamericanas:
la argentina y la chilena. Más de un siglo después,
el inmigrante alemán Bertoldo Weinman, cruzó muchas
veces por ese camino, por esa ruta que se ha convertido en el corredor
bioceánico más apto para los intereses de nuestro país.
Weinmann, nacido en Ingolschadt, había llegado a la Argentina
con su padre, en 1934, en el vapor “Monte Olivo” escapando
de las persecuciones antisemitas que se tornaban cada vez más
intensas en Europa.
Apenas llegados, se radicaron en la Provincia de Buenos Aires, en
la localidad de Chascomús, donde Bertoldo desempeñó
tareas como cambista. El 10 de diciembre de 1935 se dirigió
a Andacollo y el 3 de julio de 1936 se afincaba en Chos Malal, donde
se dedicaría a la ganadería y a la agricultura.
A comienzos de la década del 40’ se casó en la
ciudad de Cipolletti con Hildeghard Mohr, también nacida en
Alemania, hija de pioneros radicados en Río Negro que se dedicaban
al secadero de frutas. De esta unión nacieron dos hijas: Marta,
en Cipolletti, y Mónica en Chos Malal, en el año 1949.
La mina de Truquico
En el año 1951 toda la famila se radica en Chos Malal. Allí
don Bertoldo había con anterioridad alquilado la mina de sal
Carmelo, ubicada en Truquico (significa agua o arroyo del chimango),
para luego comprarla en la década del ’50. La mina se
encuentra a unos 7 kms de Chos Malal y a pocos pasos del río
Neuquén.
Truquico es una formación natural de sal de roca, de gran pureza,
lo que la convierte en un sitio arqueológico importante. Posee
un grano de sal natural cuyo dominio le dio a los pehuenches la posibilidad
de negociarla con los españoles. La formación del cerro
de sal gema, en el que está la mina, data del Cretácico
inferior, hace unos 130 millones de años.
Los usos que se le dieron a la sal fueron muchos, como por ejemplo
en el fortalecimiento del ganado (por ser un mineral soluble, era
suministrado junto con el alimento) y en la explotación petrolera.
La fabricación de hachas
Marta Weinman recuerda minuto a minuto sucesos familiares del pasado.
Entre otros conceptos, aseguró que “En esa mina hay una
parte sin trabajar por el hombre blanco; en sus paredes se pueden
apreciar escrituras de los aborígenes que se parecen a los
jeroglíficos egipcios y que mi padre llamó “labores
indígenas”. También se encontraron hachas de piedra
con mango de araucaria y que mi padre donó al museo de Zapala
y otras al Museo Gregorio Álvarez. Entre otras cosas, también
encontró una aguja de hueso enhebrada y pedazos de tela (no
se supo si las habían fabricado los indígenas o las
habían obtenido por trueque)”.
Marta dijo que “Don Bertoldo en una oportunidad quiso saber
la antigüedad de estas hachas, y por ello las envió a
analizar a Alemania por el método del Carbono 14: los resultados
dieron que las mismas datan de hace 700 años”.
Entre 1958 y 1959, Don Bertoldo compró un campo de pastoreo
para realizar veranadas en las Lagunas (en Vaca-Lauquén), para
luego trasladarse a una chacra del Paraje Los Maitenes, a 5 kms. de
Chos Malal. Allí, crió animales y realizó tareas
de tambo y cultivo de alfalfa y frutales. Posteriormente, en el año
1967, Bertoldo compró una mina de sal en el Paraje Pampa Tril.
No se corta jamás
Marta, no oculta la emoción que le provocan los intensos recuerdos
de su padre. “Siempre opinó que el Pichachén era
el mejor paso para contactarnos con Chile, por las características
del terreno. Es un camino que, a pesar del cambio climático,
no se corta jamás, nunca pierde la viabilidad. Lo cruzaba a
caballo para la venta de los animales al vecino país. Marta,
lectora de los grandes de la historia neuquina, indica que don Gregorio
Álvarez, en varios de sus tratados sobre el Neuquén
aseguró que la sal era llevada por los indígenas, en
una especie de bolsones, hacia el Perú, ¡y en mula! Y
mi padre cruzaba el Pichachén a caballo para la venta de vacunos”.
Tantas décadas han pasado y, los acontecimientos de abril de
este año reafirman lo que Bertoldo Weinman vio como interesante
vía de comercio para la región. Los dos siglos desde
el cruce del legendario Luis de la Cruz sellaron el interés
nacional en este Paso como elemento fundamental del corredor bioceánico.
Sobre textos de la lic. Vicky Chávez.
Historias desconocidas
En la senda del gran capitán
La Asociación Sanmartiniana tiene, entre otros objetivos,
inaugurar en cada localidad neuquina un busto al General San Martín.
El 28 de diciembre de 2005 se inauguró el sexto busto al General
San Martín en el Aeropuerto Internacional de Neuquén,
motivado por la acción de la Asociación Cultural Sanmartiniana
del Neuquén. Esta Asociación fue fundada el 21 de agosto
de 1964, en la sede de la Biblioteca Juan Bautista Alberdi presidida
por el Dr. Rodolfo G. Pessagno. Fue en esa oportunidad que se establecieron
sus fines y objetivos fundamentales: rescatar y difundir la obra militar
y civil del Gran Capitán.
Los primeros socios fueron el Dr. Gregorio Álvarez, Felipe
Sapag, Monseñor Jaime de Nevares, Domingo Manuel Trimarco,
Raúl Touceda, Diego Flores Jiménez, Agustín Nores
Martínez, Carlos Agustín Ríos y Ángel
Della Valentina, entre otros. En esa reunión se eligió
la primera comisión directiva integrada por el Dr. Pessagno
como presidente, Gregorio Álvarez , vicepresidente; María
Beatriz Cozzi, secretaria; Aída T. de García Durán,
prosecretaria; Pedro Larralde, tesorero; Oscar de Philippis, pro-tesorero,
y como vocales titulares Domingo Trimarco, Pedro Fuentes y Luis Della
Valentina.
En la actualidad, presidida por Camilo José Raffy, la Asociación
tiene entre sus principales objetivos inaugurar en cada pueblo de
nuestra provincia un busto del General San Martín para difundir
los máximos valores sanmartinianos: patriotismo, desinterés,
nobleza y virtudes cívicas y éticas.
Todos los años se realizan concursos juveniles de literatura
sobre la vida de José de San Martín.
Además realizan charlas para distintos niveles educativos en
los colegios durante las fechas patrias. También se envían
gacetillas con efemérides nacionales, hechos históricos
notables y láminas de nuestros próceres a las distintas
escuelas del Neuquén. Todos los 25 de febrero, día del
nacimiento del Gral. San Martín, la Asociación se hace
presente en los hospitales Castro Rendón, Bouquet Roldán
y Heller, para regalar un ajuar completo para el niño o la
niña nacido ese día.
Resaltar la figura de San Martín es una labor que todo docente
debe destacar cuando se intenta inculcar valores. Su gesta patriótica
y sus valores éticos, son baluartes para forjar e imitar.
Monumento
El monumento al general San Martín, ubicado en Avenida Argentina
y Julio A. Roca fue inaugurado el 12 de septiembre de 1954, en el
cincuenta aniversario de la fundación de la capital neuquina.
Era gobernador don Pedro Luis Quarta y secretario de gobierno el Dr.
Claudio Robiglio. Este último fue quien lo entregó en
custodia al municipio representado en ese momento por el Presidente
del Honorable Concejo Municipal de la ciudad, don Eduardo Cortez Rearte.
Gemas en Truquico
La sal gema es un tipo de roca ligera y plástica. Esta roca
asciende debido al peso de los materiales que tienen encima abriéndose
camino entre rocas más densas, deformándolas y generando
estructuras en forma de cúpula. Este proceso puede durar unos
cuantos millones de años dando lugar a cavernas y túneles
que en la actualidad se encuentran a casi 100 metros de profundidad.
En Europa se utiliza durante el invierno para acelerar el proceso
de derretimiento de la nieve sobre las rutas.
El visionario Luis De La Cruz
Don Luis de la Cruz, “Alcalde Mayor Provincial del Ilustre
Cabildo de la Concepción de Chile” fue el primer entusiasta
convencido de ese venturoso porvenir y por ello, en 1806, emprende
“a su costa” la grandiosa empresa de unir por Pichachén
el Pacífico con el Atlántico, trazando el primer corredor
bioceánico. Sin embargo, su espíritu decidido y visionario
no tuvo respuesta en su tiempo.
Primero porque Buenos Aires estaba ocupada por los ingleses mientras
él culminaba su viaje por las pampas; luego, por la urgencia
de los movimientos independentistas americanos que se estaban gestando
en los Cabildos de Chile y Buenos Aires.
De La Cruz nos dejó su testimonio en su “libro de viaje”,
y la “descripción de la naturaleza de los terrenos que
se comprenden en los Andes, en posesión de los Pehuenches”,
que aún después de tantos años sigue siendo la
insuperable primera y mejor guía turística, cultural
y social de las regiones del Alto Neuquén y el Bio Bio.
La importancia del viaje y de haber hallado un excelente camino alternativo
al de Mendoza se fue diluyendo. En el Cabildo recibieron los documentos
y una comisión se encargó de analizar, aprobar o rechazar
los resultados. A pesar del éxito de De la Cruz el dictamen
fue adverso. El proyecto del camino carretero a través de Pichachén
quedó guardado en un archivo. Quedó guardado en el olvido,
pero a pesar de esto, el Paso Pichachén continuó brindando
servicios a los indígenas, a las tropas chilenas en su lucha
contra los Hermanos Pincheira y a los primeros pobladores del territorio
del Neuquén.
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