Por Ramiro Morales
Pocos podrían pensar que el cambio climático tendría
un impacto tan fuerte en la política. El carácter abrupto
de las expresiones climáticas comienza a poner en jaque a la
dirigencia política que tiene que dar respuesta a los imponderables
de la naturaleza.
Ejemplos de esto fueron la erupción de los volcanes chilenos
Llaima -en enero- y el Chaitén -semanas atrás- que obligó
a los funcionarios a hacerse cargo de situaciones extra políticas.
La inminente firma del convenio entre el gobernador Jorge Sapag y
la presidenta Cristina Kirchner para licitar la obra de Chihuido I
es una muestra más de los beneficios que puede tener la provincia
a través de una buena relación con el Gobierno nacional.
Esta construcción, que llevará alrededor de unos tres
años, es un viejo anhelo de los neuquinos ya que servirá
para evitar las crecidas que inundan ciertas zonas del territorio
donde se han producido desastres económicos y sociales ante
la falta de regulación de las aguas. Además de favorecer
el tan necesario proceso de reconversión productiva irrigando
un extenso territorio, brindándole potencialidades de explotación
agropecuaria y conformándose en un importante generador de
energía eléctrica que fácilmente sería
parte del sistema eléctrico interconectado.
Indudablemente, todo esto tendrá, a nivel económico,
un fuerte efecto multiplicador facilitando la generación de
una gran cantidad de nuevos puestos de trabajo.
La paradoja es que justo en el momento en que se confirma esta trascendental
obra para la provincia, hay miles de pobladores aislados y otros cientos
evacuados por una nueva crecida del río Neuquén. ¿Por
qué no se licitó esta obra con anterioridad? ¿Por
qué no se previó que esta situación podría
repetirse? Más allá de los nuevos aires que genera una
nueva gestión de gobierno, ¿alcanza este anuncio para
compensar la angustia de los pobladores damnificados por los desbordes
del río?
Por el momento, el gran dique de contención parece estar en
la esperanza de la gente.
Al menos, esta vez la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC)
advirtió que, por ejemplo, Sauzal Bonito iba a quedar bajo
el agua y que en el Norte habría poblados aislados porque puentes
y rutas iban a ser pasados por encima por el cauce del río.
Está más que claro que si bien el anuncio que hizo Jorge
Sapag sobre la firma del convenio es importante y brinda cierto marco
alentador, hoy difícilmente esto les alcance a los pobladores
que tienen que evacuarse, dejar sus pertenencias y volver a empezar.
Esta gran deuda pendiente se transforma hoy en una fuerte cuota de
responsabilidad para Jorge Sapag, quien deberá cumplir con
el compromiso asumido en esta obra si no quiere ser parte de los que
sólo se quedaron en anuncios de diarios.
Un hecho para destacar, que quizás pasó inadvertido
por la caótica semana en la provincia por el temporal, fue
una discusión que se dio en las Jornadas Tecnológicas
del Comahue 2008 cuando un directivo de una empresa petrolera expuso
que las provincias no debían legislar en materia petrolera
porque están subordinadas a una ley nacional.
Potestad
Ni lerdo ni perezoso, el subsecretario de Hidrocarburos de
Neuquén, Héctor Mendiberri, salió al choque contra
este expositor para defender la potestad de la provincia para cobrar
gravámenes e incrementar las regalías por las explotaciones
hidrocarburíferas en el territorio neuquino.
Precisamente, esta semana se abrirá el registro para que se
inscriban las petroleras que desean renegociar los contratos. Luego
se librarán las arduas negociaciones entre la Provincia y las
empresas por las prórrogas de las concesiones. Sapag sabe que
el éxito de su gestión depende de incrementar los ingresos
de la provincia y esto significa, entre otros, aumentar la renta petrolera.
Para ello, pondrá condiciones como aumentar los porcentajes
de las regalías y una especie de canon en efectivo para incrementar
las alicaídas arcas provinciales. Quizás, en algunos
pasajes este objetivo lo coloque no tan cerca de Nación cuando
seguramente pretenda pelear por la coparticipación de las retenciones
petroleras. Por otro lado, estudiará detalladamente si las
empresas han cumplido con las inversiones prometidas y si han desarrollado
un adecuado uso del medio ambiente, entre otros aspectos, para extender
los contratos por 10 años.
Hoy, 25 de Mayo, tal como hace 198 años, se está una
vez más frente a la necesidad de unificar posiciones, facilitar
el consenso y propiciar la articulación de los diferentes intereses
sectarios. Transcurrirán tiempos sumamente cruciales para el
futuro de la provincia.
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