Por Marcia Cide
El resultado de toda elección ratifica líneas de conducción
o las renueva. El caso de San Carlos de Bariloche, el domingo pasado,
fue hacia el cambio. Una renovación que supone reflexiones
tanto de parte de quienes obtuvieron el aval de la ciudadanía
como de los que sufrieron el revés de las urnas.
Los electores habían tenido un pequeño anticipo de lo
que Marcelo Cascón puede dar a la ciudad en su paso como intendente
interino, cuando debió dejar la presidencia del Concejo Deliberante
y asumir en el Ejecutivo.
En la disputa electoral del domingo pasado, el candidato de la Concertación
Rionegrina se valió de su breve y concreta gestión al
frente del Centro Cívico para captar la voluntad de los electores.
Afuera quedó Darío Barriga, el candidato del Frente
para la Victoria, quien en los días previos a las elecciones
había recibido el aval de sus pares del resto de la provincia
y hasta la visita del vicepresidente de la Nación, Julio Cobos.
Sin embargo, la principal carta de presentación de Barriga
fue su predecesor, el saliente Alberto Icare. Pero no le bastó.
Lejos
No participó en las instancias previas a las elecciones el
gobernador Miguel Saiz, según aseguran porque así fue
asesorado. Para evitar reacciones en una ciudad tan polarizada entre
el lujo y la pobreza como en sus resultados electorales, aunque ahora
con atisbo de heterogeneidad ante la irrupción del ARI como
nueva fuerza local.
Fue una de las estrategias para el triunfo de Cascón. Otra
fue la de acordar con distintas agrupaciones políticas de manera
de encabezar tres de las boletas que se ofrecían en el cuarto
oscuro.
Así, el triunfo llegó mesurado, ya que el nuevo intendente
asumirá el Ejecutivo en junio pero con un cuerpo legislativo
cuya mayoría sigue siendo del Frente para la Victoria.
A pesar de todo, para la Concertación la victoria tiene un
sabor especial: les permite capitalizar nuevamente la principal ciudad
de la provincia, tras años de liderazgo de la oposición.
El latiguillo del día después fue: “La Concertación
no está muerta”, “el radicalismo está vivo
y puede ganar elecciones.”
El electorado barilochense, como el Banco Interamericano de Desarrollo
esta semana con nuevos fondos para Río Negro, otorgó
su voto de confianza a la gestión radical que en Bariloche
representa Cascón.
Algunos creen que la única verdad es el bipartidismo, otros
que la gente se va a cansar en algún momento, o del bipartidismo,
o de tal o cual gobierno. Pero la realidad parece demostrar que la
tal gente, lo que quiere son gobiernos que resuelvan, que hagan, que
representen y si así no lo hicieren, no esperan ni que Dios
ni la Patria se lo demanden. Simplemente votan a otro, sea de los
dos partidos mayoritarios o no. Con lo cual, las esperanzas que se
alumbran a partir de cada vuelco electoral son, en cierto modo, un
anacronismo. La tendencia parece ser: buenas ideas, buena ejecución,
prolijidad en todo sentido, igual a: segundo mandato, alegría,
más oportunidades para la persona y/o el partido. Para todo
lo demás: muchas gracias y disfrute la actividad privada.
|