Por daniel ramazotti
La resolución favorable del reclamo salarial tal cual solicitaban
los empleados municipales de Añelo cayó como anillo
al dedo a los representantes de los trabajadores locales, que ahora
sienten que cuentan con una plataforma que los habilita para ir a
la caza del resto de los municipios de la provincia, los que en muchos
casos, son más poderosos en términos económicos
que la pequeña comuna que dirige el intendente Jacinto Hernández,
mandatario que firmó un aumento del 30 por ciento como exigían
los gremios.
Ahora vendrá el tiempo de una pulseada que servirá no
sólo para medir fuerzas sino también la cintura política
y el don de mando tanto de la intendenta Luz Sapag como de los representantes
gremiales, ya que a poco mas de cien días de gobierno, este
resulta un partido trascendental que puede marcar las relaciones entre
las partes de aquí en más
Otro punto a tener en cuenta es el estado de las arcas municipales,
las que -según se afirma desde la comuna a quien quiera oírlo-,
están un tanto comprometidas por lo que el margen para pensar
en un aumento de la partida destinada a salarios es estrecho.
Desde la comuna se ofreció el aumento de las asignaciones familiares
–que ya quedó confirmada- y un incremento del 20 por
ciento en los haberes, mientras que desde los gremios se solicita
un piso del 30 por ciento. A esto se suma que existen una serie de
condimentos y detalles de implementación que darán mucha
tela que cortar por lo que la próxima semana será clave
para determinar el rumbo de esta negociación que toma a los
gremios quizás en su mejor momento.
Coimas
En el caso de las coimas denunciadas por la conducción actual
de la UOCRA, la situación es más que preocupante ya
que de comprobarse, no sólo se trataría de un problema
vinculado con una interna gremial o con actividades non sanctas de
algún que otro delegado, sino que involucraría también
a uno de los sectores mas poderosos en términos económicos
de la ciudad como es el de la construcción que desde hace ya
varios años ha superado al turismo ampliamente.
Ante esta situación, la denuncia del nuevo interventor de la
UOCRA zona sur, cobra una gravedad cualitativa ya que se está
hablando, de comprobarse, de cientos de miles de pesos pagados en
concepto de coima quién sabe durante cuánto tiempo y
lo que no es menos grave, que esta suerte de contribución obligatoria
era para evitar posibles sanciones de parte de los organismos de control
por no cumplir con lo que manda la ley. Es decir, un verdadero desastre.
Como es de esperar hasta el momento no se ha conocido denuncia alguna
y mucho menos papeles al respecto, pero el interventor que hizo saltar
la perdis, sostiene a capa y espada que la coima existió y
que no solo quedaba en esta ciudad sino que llegaba incluso a la central
de la UOCRA en Neuquén. Ahora será tiempo de separar
la paja del trigo y de ver quien le pone el cascabel al gato o, si
como ocurre en muchas oportunidades, el tema pasa a formar parte de
los recuerdos de una interna gremial que hasta se dirimió a
tiros en la capital de la provincia.
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