Por maría argel
A pesar de haber salido segundo en las elecciones y de no contar
con mayoría propia, el radicalismo de Río Negro logra
imponer su voluntad en la Convención Municipal Constituyente
de Bariloche.
En una nueva pulseada política, esta semana el gobierno provincial
recibió un triunfo decisivo: logró que la fecha de las
elecciones en Bariloche no sea simultánea a la de Nación
y en consecuencia, pretende desactivar así el “efecto
arrastre” del Presidente Néstor Kirchner.
Este logro trajo una victoria personal para el gobernador Miguel Saiz
y generó encono en el Frente de Miguel Pichetto y los suyos.
Para tratar de contrarrestar este revés político es
que lo primero que hizo al retomar sus funciones en el Centro Cívico
el intendente Alberto Icare fue anunciar que será candidato
a la reelección en 2007. De esa manera, con la fuerte figura
del jefe comunal se espera vencer las aspiraciones de los radicales
como el legislador Hugo Castañón o su rival interno,
Marcelo Cascón.
Tres veces
En la Convención de Bariloche los integrantes del Frente para
la Victoria quedaron en una isla, ya que los restantes bloques, el
ARI, MPP, PRO y Partido de la Victoria, liderados por el radicalismo,
votaron para que la ciudad tenga elecciones desdobladas. Como conclusión,
en 2007 se votará tres veces en Bariloche. Sin duda, una de
las consecuencias directas del rompimiento de la alianza política
entre el intendente Icare y el gobierno de Viedma.
Hasta ahora el Frente para la Victoria en la Convención que
se discute en una de las dependencias del Centro Cívico no
pudo doblegar la intención de la UCR. Para ello, el partido
que gobierna la provincia cuenta con los votos de los bloques minoritarios.
Así, en los últimos días se le atribuyó
al mismo gobernador Miguel Saiz haber tomado el teléfono y
llamado personalmente a alguno de los asesores o a los mismos convencionales.
“A mi me llamaron desde Viedma”, reconoció Adrián
Moreno, el asesor del ARI, quien salió ofuscado de la Convención
luego de que su representante, Mónica Elvira, votara en sintonía
con la UCR.
El regreso
Volvió con una expresión cansada pero serena. Dijo que
se siente seguro y que en 2007 será candidato a la reelección.
En su reaparición pública como intendente de Bariloche,
Alberto Icare tuvo la presencia de sus máximos aliados políticos:
el senador Miguel Pichetto y el diputado Julio Arriaga.
Junto a los dos hombres fuertes de la oposición se mostró
desafiante hacia el gobierno provincial, que ahora, deberá
armar una nueva estrategia para recuperar el mando en el Centro Cívico.
En la última sesión de la Legislatura provincial, el
gobierno quiso dar una nueva señal de acompañamiento
a Bariloche. Fue en el tema referido a la transferencia del cerro
Catedral. Los legisladores radicales, por mayoría, autorizaron
al gobernador a disponer de dicho traspaso, libre de deuda para el
Municipio. Sin embargo, esta situación no conformó a
los miembros de la oposición, quienes tomaron la autorización
como una nueva demora porque querían el traspaso directo. Se
abroquelaron y votaron en contra. Pero, tal como ocurre en la Convención
de Bariloche, perdieron por ser minoría. Es que en la capital
provincial ni en el principal distrito electoral no pueden, por ahora,
vencer la supremacía radical. |