El equipo platense cortó una
racha de 5 juegos sin victorias, y siete que no le ganaba a El Fortín,
que salió de la zona de Copa Sudamericana. La
Plata > En poco menos de una hora en primera, Néstor
Martirena ya hizo más que todos sus compañeros en este
Clausura. El delantero de Gimnasia de La Plata volvió a ser
el salvador de su equipo ayer al anotar otra vez de cabeza un gol
clave para sumar puntos de cara a la temporada que viene, en la que
el Lobo empezará más abajo que todos en los promedios.
El delantero, que había debutado un rato ante River, y en su
segundo ingreso, la semana pasada, le hizo el gol del empate a Racing
a cuatro minutos del final, metió otro gran frentazo para darle
el 2 a 1 frente a Vélez en el quinto minuto de descuento, un
rato después de haber reemplazado a Diego Alonso, a los 43m.
Con la caída, los de Liniers no pudieron sostenerse dentro
de los cuatro equipos, más los invitados Boca y River y el
campeón Arsenal, que jugarán la Copa Sudamericana.
Gimnasia hizo méritos para conseguir su cuarta victoria en
el campeonato. Pero todo empezó mal para los platenses, ya
que a los cuatro minutos estaba en desventaja por un cabezazo del
chileno Waldo Ponce que sorprendió a Pablo Bangardino. El Lobo
salió dispuesto a revertir la historia y a los 17 minutos un
contacto entre Diego Alonso y Juan Cuevas terminó con el gol
de este último. Después el propio uruguayo clavó
un remate en el poste y acto seguido estrelló un cabezazo en
el travesaño.
Ya en la segunda mitad, con orden, dinámica y convencimiento
siguió buscando una victoria que se le venía negando,
forzando a varias intervenciones acertadas del arquero Germán
Montoya. Además hubo un segundo gol anulado a Matías
Escobar (en el primer tiempo le habían invalidado otro a Cuevas)
y varias situaciones de riesgo no se concretaron en gol por muy poco.
Y de tanto ir, al final Gimnasia tuvo su premio a través del
pibe Martirena, que ingresó y al igual que contra Racing definió
el partido con otro cabezazo. |