Los excedentes de energía eólica
se transforman en hidrógeno, que es comprimido y almacenado.
Utsira, Noruega (AFP-NA) > Utsira,
una isla de la costa Suroeste de Noruega, no es sólo pequeña
y ventosa: es la pionera del primer sistema mundial a gran escala
para almacenar energía eólica a utilizar cuando los
vientos se niegan a soplar y transformarla ecológicamente en
hidrógeno.
En un día bueno, las dos turbinas eólicas de la isla
producen más energía de la que pueden usar los 210 habitantes
de Utsira. Sin embargo, cuando el viento no sopla en la pequeña
isla de sólo seis kilómetros cuadrados, la electricidad
les tiene que ser suministrada desde el territorio continental noruego.
Pero no a todas las casas, pues diez de ellas reciben electricidad
limpia y de origen eólico, sean cuales sean las condiciones
meteorológicas, gracias a un proyecto piloto puesto en marcha
en julio de 2004, que hace posible el almacenamiento de energía
eólica transformándola en hidrógeno.
Los excedentes de energía eólica pasan a través
del agua y, mediante la electrólisis, se separan los átomos
de hidrógeno de los del oxígeno que forman las moléculas
del agua.
Entonces, el hidrógeno es comprimido y almacenado en un contenedor
que puede contener el suficiente gas para cubrir las necesidades energéticas
de las diez casas del proyecto piloto durante dos días en los
que el viento brille por su ausencia.
Según los responsables del proyecto, la combinación
de energía renovable e hidrógeno puede ser muy útil
en numerosas islas de las costas de Europa y en remotas localidades
de Australia, hasta ahora muy dependientes del carburante tradicional
suministrado mediante convoyes terrestres.
Islas como Utsira han sido consideradas durante mucho tiempo como
laboratorios ideales de energías renovables, debido a su total
dependencia en sus suministros energéticos y a su producción
de energía eólica.
Las casas de la isla que participan en el proyecto piloto no deben
preocuparse de cómo y cuánta energía gastan en
los aparatos electrodomésticos de uso diario, pues estos funcionan
sople o no el viento.
Energía limpia
Además, ante el peligro de las emisiones de gas de efecto invernadero,
la nueva tecnología presenta una «conciencia ecológica»,
ya que «su única emisión es oxígeno»,
precisaron los responsables del proyecto.
Sin embargo, cuatro años después de su comienzo, producir
y almacenar energía eólica sigue siendo más caro
que la producción de energía hidráulica en el
territorio continental noruego.
Por eso, sus promotores no tienen intención de poner en marcha
un sistema que compita con la producción de energía
a gran escala.
«Este proyecto no es comercial por el momento. Debemos ampliarlo
pero eso llevará algunos años», aseguran.
No obstante, el alcalde de Utsira, Jarle Nilsen, está encantado
con el sistema y sus efectos en su pequeña comunidad.
«Es un proyecto fantástico que es bueno para Utsira,»
dijo al remarcar que no se han verificado ninguna de las preocupaciones
iniciales cuando se puso en marcha: elevados niveles de ruidos y pájaros
atrapados entre las grandes aspas de las eolinas.
«No hemos encontrado ni un pájaro muerto», precisó.
Y lo más importante: el proyecto está ayudando a Utsira
a lograr su objetivo para la próxima década: tener cero
emisiones de gas y convertirse así en un importante centro
turístico del norte de Europa.
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