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Múltiples procesos de licitación,
demoras en trámites y diferencias contractuales son algunas de
las causas. Neuquén > La Patagonia
tiene magia, aseguran desde las agencias que buscan promocionar a
la región como centro turístico de gran nivel. Razón
tienen, pero ninguna de ellas habla de su lado oscuro ni de sus maleficios
hacia ciertos lugares que décadas pasadas supieron ser visitados
por turistas provenientes de diferentes puntos del país y del
mundo.
Tal como ocurrió con la hostería Ruca Malén,
el Hotel Sol de los Andes quedó inmerso en un laberinto de
anuncios, promesas y olvidos.
Ubicado en lo alto del cerro Comandante Díaz en la localidad
de San Martín de los Andes, el edificio fue concedido por el
gobierno de la provincia de Neuquén a la Universidad de Valencia
para la instalación del Centro Internacional de Educación
para el Desarrollo (Ciede). La institución se ubicaría
en la planta con el compromiso de refaccionar, restaurar y reacondicionar
el establecimiento con el objetivo de alcanzar la categoría
de cinco estrellas.
Sin embargo, este compromiso quedó trunco. La empresa contratada
para la tarea, Geografías del Sur, abandonó la obra
por diferencias contractuales y ahora, el Hotel se encuentra en avanzado
estado de deterioro.
Múltiples licencias
Todo comenzó en 1993, cuando Provincia decidió llamar
a licitación para la concesión del Hotel Sol de los
Andes. De todas las ofertas que se presentaron en el concurso, la
cooperativa telefónica de San Martín de los Andes fue
la que se adjudicó el proceso, junto al centro de esquí
Chapelco.
El nuevo administrador no duró mucho puesto que, cuatro años
más tarde, el hotel fue subconcesionado por contrato al empresario
Luis Moreira.
Nada parecía indicar que el lugar cambiaría de manos
en lo inmediato. La realidad demostró lo contrario. En 1998,
el 70 por ciento del paquete accionario de Chapelco pasó a
Nieves de Chapelco. Por su parte, la cooperativa telefónica
se quedó con el 30 por ciento restante que incluía,
entre otras cuestiones, la concesión del hotel.
Ahí no terminó el traspaso. Dos años mas tarde,
todo el paquete quedó en manos de Nieves, siendo el hotel lo
único que no quedó a su cargo.
Todo este “teje y maneje” no hubiese saltado a la luz
si no fuera por una inspección que se realizó el 27
de junio de 2002. Tras ser alertado de los constantes cambios de licencias
comerciales, el Municipio decidió ir a investigar el caso en
el propio lugar. Cuando los inspectores arribaron a la entrada, fueron
detenidos por un grupo de personas que les impidió el paso.
Poco a poco se fue destapando la olla. Tal como se había denunciado
en un informe presentado por la asesoría legal del municipio
de San Martín de los Andes, en 1998 Mount Royal SA figuraba
como licenciataria comercial. En los documentos, se mencionaba la
subconcesión, por parte de la cooperativa telefónica,
del edificio a Luis Edgardo Moreira. El informe destacaba que no existía
“correlación del vínculo anterior entre el concesionario
y el subconcesionario, con quien recibió la licencia comercial
municipal”.
Para el 2000, la subsecretaría de Turismo de la provincia de
Neuquén, a cargo por aquel entonces de Roberto Sacconi, ya
había habilitado al hotel a Lakeboard S.A. Sin embargo, la
asesoría legal, liderada por el abogado Hugo Burgenik, denunció
que no existía documentación alguna que respaldara la
legitimidad de esa empresa como titular de la licencia, ya que las
actas de inspección provinciales habían sido realizadas
a nombre de Mount Royal.
De esta manera, el estudio concluyó que no existía ningún
contrato de subconcesión.
Tras comprobarse la veracidad de lo presentado en el informe y debido
a las evidentes irregularidades que se habían cometido, el
intendente sanmartinense, Sergio Schroh, decidió clausurar
el lugar afectando, al mismo tiempo, a la discoteca que funcionaba
en la planta baja del inmueble de 206 habitaciones. Esta medida podía
ser aplicada puesto que el municipio se había guardado para
si mismo el poder de policía en las cuestiones vinculadas al
turismo.
Para esa época, el proyecto de refaccionar el lugar en una
escuela de hotelería y gastronomía ya cobraba forma.
Traspaso
Más allá de algunas menciones en discursos y anuncios,
el cerro Comandante Díaz se llamó al silencio casi por
dos años.
Fue el ministro de producción y turismo, Marcelo Fernández
Dotzel el que lo sacó del olvido el 16 de junio de 2004, durante
el llamado a licitación nacional e internacional para la construcción
de dos hoteles cinco estrellas a establecer en Copahue y Caviahue.
En esa oportunidad, el funcionario adelantó que estaba conversando
con el intendente de San Martín de los Andes, Jorge Carro,
para trabajar en forma conjunta la bandeja hotelera” en la zona
aledaña al Hotel Sol de los Andes.
“Existe la decisión del gobernador Jorge Sobisch de que
todas las tierras fiscales o con oportunidades que nos queden en los
centros importantes, las licitemos con oportunidades de inversión,
porque esto además, nos permite atraer gente, que no sólo
puede venir a ver estos emprendimientos, sino que una vez que llega
a la provincia visualiza su progreso, el trabajo que se está
haciendo y busca otro tipo de oportunidades también”,
expresó Fernández Dotzel.
Como si esas palabras anticiparan lo que vendría, nueve días
después se supo que Sobisch firmaría un convenio con
la Universidad Politécnica de Valencia (España) para
la creación y puesta en marcha del Centro Internacional de
Educación para el Desarrollo” en el Sol de los Andes.
Este acuerdo establecía la refacción, restauración
y recategorización del edificio a nivel cinco estrellas, además
de que comience a funcionar como hotel-escuela. Por su parte, el Ministerio
de Producción y Turismo financiaría la formación
académica con una inversión de un millón de pesos
por año.
“La firma de este convenio ratifica un pensamiento y definiciones
políticas muy profundas que el gobierno de la provincia del
Neuquén lleva adelante desde hace muchos años, a tal
punto que alguna vez, soñadores de esta provincia crearon una
universidad provincial base de la actual Universidad Nacional del
Comahue”, manifestó el gobernador neuquino.
Por su parte Fernández Dotzel enfatizó que todo el proceso
correspondía a dos antecedentes importantes. “Estos son
el acuerdo de cooperación internacional y la voluntad de los
vecinos de San Martín de los Andes para utilizar el hotel Sol
de los Andes para un uso que compromete con la enseñanza de
un edificio que puede llegar a ser un emblema para San Martín
de los Andes”, puntualizó.
Un mes después, Fernández Dotzel volvió a reiterar
la importancia del emprendimiento, tanto a nivel educativo como a
nivel de hotelería. Pero, como si fuera una irónica
jugada del destino ante la presencia del campeón mundial de
natación, José Meolans, las reformas edilicias quedaron
en la nada.
Desde ese momento, los anuncios relacionados al impacto en la región
del Ciede le ganaban en el terreno discursivo a las obras de reconstrucción.
Efectivamente, la nueva institución educativa entró
en funcionamiento en la planta baja del Hotel Sol de los Andes el
9 de marzo de 2005. En el acto inaugural estuvieron presentes el gobernador
Jorge Omar Sobisch; Fernández Dotzel, el ministro de educación,
Mario Morán y la directora del establecimiento, Graciela Bianchini.
En la ceremonia, las autoridades de la Universidad Politécnica
de Valencia anunciaron que la firma Geografías del Sur, integrante
de una cadena hotelera de Sudamérica y ligada al grupo Pellegrini
(adquisidor de Transportes Aéreos Neuquinos - TAN), se iba
a hacer cargo de la restauración y operación del hotel.
Durante los años siguientes, diversas autoridades de la provincia
fueron recorriendo las instalaciones para comprobar el avance de las
obras y el propio funcionamiento educativo de la institución.
Todo iba viento en popa hasta que, en octubre de 2007, Bianchini dio
a conocer su preocupación ante la demora de los trabajos, que
debían haber concluido en abril de ese año.
“Hubo algunas diferencias contractuales con la empresa constructora,
que derivaron en la desvinculación de esa firma”, informó
sin dejar de mencionar que falta la aprobación del proyecto
a nivel municipal y que los costos finales se habían elevado.
“La obra no está parada, ya que trabajamos en mantenimiento,
a la espera de cerrar un nuevo contrato”.
La renuncia de Geografías del Sur al emprendimiento llamaba
la atención, puesto que había sido beneficiada con un
crédito del Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo
(IADEP) y lo había retirado sin cumplir con lo prometido en
el contrato. El destino del dinero permanece incierto.
El 17 de enero de 2008, el flamante ministro de Desarrollo Territorial,
Leandro Bertoya, y la intendenta de San Martín de los Andes,
Luz Sapag, recorrieron las instalaciones y comprobaron in situ el
avanzado estado de destrucción de toda la estructura hotelera.
Debido a ello, ambas autoridades decidieron realizar una auditoria
para definir los pasos a seguir.
Finalmente, se optó por lo que en algún momento se había
solicitado. El hotel quedaría a resguardo del municipio local
en una primera etapa para, luego, pasar a su dominio y definir su
futuro con toda la comunidad de San Martín.
«Un monstruo de cemento»
“La
sensación que tenemos es que se hizo un trabajo de escenografía»,
confesó el secretario de turismo de San Martín de las
Andes, Raúl Pont Lezica.
Neuquén > “La verdad que lo que
se hizo con el hotel Sol de los Andes fue terrible, es el monumento
al fracaso”. Así de contundente se expresó el
secretario de turismo de San Martín de las Andes, Raúl
Pont Lezica en una entrevista concedida al diario La Mañana
de Neuquén con motivo del traspaso del hotel al ejido municipal.
“La gestión anterior llegó con la intensión
de hacer un hotel y nos dejó un monstruo de cemento prácticamente
destruido que incluso está peor que antes de que se inicien
los trabajos anunciados”, agregó.
Evidentemente enojado por el actual estado del edificio que supo ser
de gran importancia para la localidad lacustre, Pont Lezica dejo entrever
que le llamaba la atención que se gastara tanto en demoler
paredes pero no se hiciera nada por refaccionar el lugar.
“La sensación que tenemos es que se hizo un trabajo de
escenografía, para ocultar un negocio que no cerró,
por lo menos no para San Martín”, confesó. “La
situación que vivimos hoy es también gracias a la falta
de participación en estos temas, ya que si estás a 400
kilómetros se toman decisiones sin que importe lo que se necesita
o pasa en la ciudad”.
Ante este panorama, el funcionario municipal anunció que se
estaba a la espera de que algún grupo inverso se interesara
por la remodelación y que, con el proyecto se apuntara a un
desarrollo hotelero.
“Además vamos a hacer convenios con el Ciede para poder
realizar capacitaciones en todas las áreas de turismo y sumarlo
al plan de certificación de calidad hotelera y gastronómica
que llevamos adelante desde la Secretaría”, expresó.
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