La inexistencia de un estacionamiento
seguro y techado es una de las protestas de los usuarios más
escuchadas.
Neuquén > Hace una década atrás
mencionar al aeropuerto Internacional de Neuquén «Juan
Domingo Perón» era sinónimo de progreso, servicio,
modernidad y un orgullo para todos los neuquinos.
Sin embargo, en la actualidad la aeroestación quedó
relegada en servicios y prestaciones en relación a la mayoría
de este tipo de entidades en la provincia y principalmente a la Terminal
de Ómnibus de esta capital.
Prácticamente no existe ocasión en la que la mayoría
de los pasajeros no exprese su preocupación por alguna falencia
en los servicios que presta el aeropuerto.
Tomar un taxi al regreso de un viaje en pocos minutos para llegar
al destino real, tener un embarque ágil y rápido, dejar
el auto en un estacionamiento seguro, esperar a un pasajero sentado,
son algunas de las comodidades que hoy por hoy no se pueden disfrutar
en el aeropuerto neuquino.
La estación es administrada por Aeropuertos del Neuquén
S.A., sociedad creada en 2001 integrada por cinco compañías:
Unitec S.A., Riva S.A., Servicios Aéreos Sudamericanos, American
Lodging S.A. y Compañía de Servicios Aeroportuarios
S.A. Además, tiene la concesión del lugar hasta el 2021.
La odisea de tomar un taxi
Si bien en el frente del Aeropuerto Internacional de Neuquén
se puede observar una decena de taxis y remises, esa imagen cambia
radicalmente cuando arriba un avión, ya que alrededor de la
mitad de los pasajeros no puede acceder a estos medios de transporte
y debe aguardar por lo menos veinte minutos para subirse a un vehículo
que lo lleve a su lugar de destino.
Es por ello que en la puerta de la aeroestación se producen
colas de pasajeros que esperan por tomar un coche.
Esta situación genera una de las quejas más importantes
de los usuarios porque son muchos los que llegan con la hora justa
para retomar sus tareas laborales.
Esto le ocurrió a Oscar -arribó de Buenos Aires a las
17-, quien por la falta de taxi nos aseguró que se perdería
una reunión de negocios. También Gabriela González
explicó que la demora la haría llegar tarde a la facultad.
Ante este panorama, luego de descender del avión, los pasajeros
deben embarcarse en una carrera para poder acceder a un taxi o remis.
Una de las principales protestas de los usuarios del aeropuerto es
la falta de un estacionamiento cubierto y en condiciones de seguridad
para que puedan dejar sus autos quienes emprenden viajes cortos y
necesitan tener sus coches “a mano”.
En otros aeropuertos
La mayoría de las aeroestaciones del país cuenta con
este servicio que hace más ágil el transportarse de
un sitio a otro y no genera el problema de necesitar un tercero para
llegar hasta el lugar donde uno deba ir.
También se hace notoria la falta de maleteros para colaborar
con los pasajeros que tienen un abultado equipaje o aquellos que por
problemas de salud, no están en condiciones de levantar sus
pertenencias.
Otro de los reclamos de los pasajeros y de los vecinos de la zona
que los domingos se acercan hasta el playón del aeropuerto
para tomar unos mates, es la falta de árboles que den sombra
y de parcelas de césped para quienes deseen descansar en el
lugar.
El espacio destinado a la prensa, si bien es amplio, no ofrece ningún
servicio para aquellos periodistas que realizan coberturas desde el
lugar. En el lugar no hay nada que facilite la labor del comunicador
como una computadora, sillas y mesas. Tampoco hay un sitio preparado
para que algún personaje destacado pueda realizar una conferencia
de prensa conforma a la categoría del entrevistado.
Un embarque tedioso
Los gestos de quienes están por embarcar no son los más
felices en la mayoría de los casos debido a las largas colas
que se producen cuando los pasajeros se aprestan a subir al avión.
“Esto no pasa en gran parte de los aeropuertos del país.
Hay que esperar mucho más tiempo que lo habitual”, enfatizó
Ulises Beltrán, quien regresó a la Ciudad de Buenos
Aires, luego de estar un par de semanas en esta capital.
Marcelo Guajardo, coincidió con Beltrán en que “las
autoridades tendrían que buscar la forma de que el embarque
sea más rápido y cómodo”.
“Así hay que planificar con demasiada anticipación
un viaje”, afirmó el joven, minutos antes de partir con
destino final Aeroparque en Buenos Aires y volver al trabajo.
Una espera incómoda
Neuquén
> Una de las más visibles deficiencias que se observan
en el aeropuerto neuquino es la falta de asientos para quienes esperan
la llegada de pasajeros y para aquellos que arriban con anticipación
al embarque.
En forma constante, se aprecia decenas de usuarios parados porque
la capacidad de asientos está colmada en la planta baja del
lugar.
En el primer piso -destinado para mirar el arribo y la partida de
los vuelos- la escasez es más pronunciada porque hay muy pocos
espacios para descansar unos minutos.
“El avión en el que llega mi hermano está con
demora y es una lástima que tenga que esperarlo parado”,
dijo Pablo señalando la falta de asientos.
“La verdad es que uno llega temprano y está incómodo
ya que las sillas no alcanzan”, manifestó enojada Silvia
Zambrano, quien concluyó: “Al final, no sé qué
me conviene más, si venir con tiempo para no tener inconvenientes
o llegar sobre la hora de viaje”.
Aumentaría la tasa de embarque
Neuquén > Si bien desde la empresa que
administra el aeropuerto aseguraron que no existe por el momento alguna
novedad, fuentes extraoficiales informaron que podría aumentar
la tasa de embarque en los vuelos en alrededor de cinco pesos.
En la actualidad, este gravamen, de 5 pesos más IVA, es agregado
al pasaje y no hay precisiones si sería aplicado al mismo o
cobrado en forma separado.
Un ejemplo, a pocos metros
Neuquén
> Distinta en cuanto a la prestación de servicios
al usuario es la situación de la Estación Terminal de
Ómnibus de Neuquén (inaugurada en marzo de 2005), en
donde las modernas instalaciones son el contexto de la comodidad que
reciben quienes realizan viajes de media y larga distancia.
En este lugar, existen decenas de comercios con un abanico de productos
útiles para aquellos que están por viajar.
Allí el novedoso sistema de embarque -pocas terminales del
país lo tienen- funciona en condiciones adecuadas y en muy
pocas ocasiones se escuchan quejas de los pasajeros.
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