Por Marcela León
Existen 90 tipos de gérmenes que producen el virus
del papiloma humano.
Neuquén > En la Argentina mueren 11 mujeres
por día a causa del cáncer en el cuello del útero.
Los casos podrían disminuir si se amplía el espectro
de detección precoz de esta enfermedad.
Si bien el descubrimiento de la vacuna abre esperanzas - es la segunda
vacuna que se descubre contra algún tipo de cáncer,
la primera fue sobre la Hepatitis B y el cáncer de higado -
los especialistas siguen haciendo hincapié en la detección
precoz: papanicolau y colposcopía.
El HPV o virus del papiloma humano es, en algunos casos, el causante
del cáncer de cuello uterino, una enfermedad que afecta a las
mujeres sexualmente activas. Dos tipos de este germen –el 16
y el 18- son responsables de 10 de cada 30 casos de cáncer
de cuello uterino, según el Center for Disease Control and
Prevention (CDC) de los Estados Unidos.
El papiloma humano se contagia sexualmente y hay 90 tipos de gérmenes
que lo producen. En general, la mujer con HPV no tiene síntomas
o pueden aparecerle verrugas genitales que le causen picazón.
Se trata de una patología que es detectada por el ginecólogo
mediante dos técnicas: el papanicolau y la colposcopía.
Desaparece
En la mayoría de las personas el HPV desaparece por sí
solo. Sin embargo, en otras personas, ciertos tipos de HPV pueden
causar cáncer de cuello de útero. El virus también
se asocia con las verrugas genitales y los resultados anormales de
la citología vaginal o Papanicolau.
La importancia del HPV en la Argentina, como en el resto de los países
en desarrollo, es que esta infección es más frecuente
en mujeres de bajos recursos.Generalmente esta población tiene
escasa o nula asistencia médica por lo que las lesiones por
HPV no son detectadas y menos aún tratadas.
Existen dos proyectos de ley –uno porteño y otro bonaerense-
que intentan ampliar la vacunación contra esta enfermedad.
Existen otros inconvenientes para realizar un plan masivo de inmunización
tales como el costo tan elevado de la vacuna, el requerimiento de
una cadena de frío y la necesidad de administrar tres dosis
para lograr una adecuada inmunogenicidad. La aspiración máxima
sería incluir esta vacuna en el calendario anual de vacunación
obligatoria, aunque es muy posible que haya que esperar unos cuantos
años para que esto suceda.
Basta el ejemplo de la vacuna contra la Hepatitis A, tuvieron que
pasar algunos años para que el acceso sea universal e irrestricto.
La vacuna en Neuquén
La vacuna cuadruvalente para combatir el cáncer de útero
resultó ser sexavalente. Es que los últimos estudios
clínicos mostraron que la inoculación, elaborada y comercializada
por el laboratorio Merck Sharp & Dohme, sirvió para neutralizar
otros dos virus más, también responsables del cáncer
de cuello de útero.
Bajo el nombre de Gardasil en junio del 2006, se lanzó al mercado
la primera vacuna diseñada para la prevención del cáncer
cérvicouterino y vulvar, así como de las lesiones precancerosas
causadas por los tipos 16 y 18 del Virus del Papiloma Humano, las
lesiones precancerosas de bajo grado y las verrugas genitales causadas
por los tipos 6, 11, 16 y 18 del VPH.
La vacuna está disponible en algunas farmacias de Neuquén,
su precio es de $938.26 cada dosis y la comercializa Merk Sharp &
Dohme. Es la vacuna tetravalente y recombinante (no contiene el virus
vivo) y tiene un esquema de aplicación de 3 dosis a 0, 2 y
6 meses.
Fue aprobada a fines de octubre último por la Administración
Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología, Anmat, y
su utilización se limita solo a mujeres de entre 9 y 26 años.
Hay una inoculación que ataca cuatro tipos de virus que producen
el cáncer de cuello uterino.
La vacuna demostró ser efectiva contra los virus 6,11, 16 y
18, aunque también fue efectiva en los tipos 31 y 45, de acuerdo
con información in vitro presentada en la Conferencia Internacional
del Virus del Papiloma.
La inoculación está aprobada para la prevención
de ciertas enfermedades causadas por los tipos 6, 11, 16 y 18, responsables
de alrededor del 70 por ciento de los casos de cáncer cervical.
Todavía no tiene cobertura de obra social. También fue
aprobada en México y está bajo revisión por las
agencias reguladoras de la Unión Europea, Australia, Brasil,
Nueva Zelanda, Singapur y Taiwán.
Cáncer prevenible
El cáncer de cuello uterino (en el extremo inferior del útero)
se desarrolla lentamente. La infección por el virus del papiloma
humano (VPH) es el principal factor de riesgo. Sus síntomas
son el sangrado vaginal, dolor pélvico y dolor durante relaciones
sexuales.
Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer
cervical es la segunda mayor causa de mortalidad femenina por cáncer
en todo el mundo con unas 300.000 muertes al año. En ausencia
de programas de cribado (prueba de Papanicolaou de rutina), el cáncer
cervical se detecta demasiado tarde y conduce a la muerte en la mayoría
de los casos. Casi todos (99,8%) los casos de cáncer de cuello
uterino se deben a tipos específicos de un virus ADN tumoral
transmitido por vía sexual que se denomina papiloma virus humano
(HPV).
Muy baja cobertura de PAP en Neuquén
Según los últimos datos disponibles, en el 2003 murieron
15 mujeres por este tipo de tumores. Existe en Neuquén, en
el ámbito de la salud pública, una norma de procedimiento
bajo el Programa Provincial de Salud Sexual y Reproductiva, creado
por ley 2222/97, el cual incluye en sus 4 subprogramas el de búsqueda
y detección precoz de cáncer de cuello de útero
y de mamas.
«Los insumos necesarios para la toma de PAP son provistos desde
el programa provincial. La toma de PAP se realiza en el 100% de los
efectores de la provincia, hasta el nivel de complejidad III. Una
vez realizada la toma desde los diferentes efectores, la misma se
envía al Servicio de Anatomía Patológica del
Hospital Provincial Castro Rendón, único servicio de
esas características en toda la Provincia», informó
la responsable del programa Mónica Oppezzi.
«Las mujeres que van a solicitar turno para realizarse la toma
de PAP no tienen problemas en la accesibilidad, ni en las áreas
urbanas ni en las rurales para acceder a esa práctica. En lo
que tenemos dificultades es para discriminar de todas las mujeres
que han solicitado la práctica, cuántas son de primera
vez y cuántas de ulterior, por problemas en el llenado del
pedido de citología» agrega.
Escenario
El cáncer cérvicouterino es el segundo tipo de tumor
entre las mujeres en el mundo, mientras que el 80% de los casos se
da en países en desarrollo. De acuerdo a los registros de la
OMS, son diagnosticados casi 510 mil nuevos casos por año,
causando la muerte aproximadamente de 288 mil mujeres. En tanto, en
Argentina, 11 mujeres mueren por día a causa de esta enfermedad.
Dos mujeres emblemáticas para la historia Argentina están
ligadas por la enfermedad; una por haber muerto joven en el apogeo
de su carrera política, la otra por mandar a las mujeres a
realizar el PAP; Eva Perón y Tita Merello. Preocupa que un
examen tan sencillo como el PAP que previene y alerta una enfermedad
tan cruenta como el cáncer de cuello de útero, esté
entre los últimos lugares en la lista de prioridades de las
mujeres.
Pero es todavía más preocupante, intuir que los médicos
no le recuerdan y no lo ofrecen en el consultorio. La mitad de las
mujeres en edad fértil que se atienden en el subsector público
(alrededor del 48% de la población total) no hicieron un PAP.
Según las muestras procesadas en el laboratorio de referencia
durante el 2006 realizaron el PAP 23.896 mujeres, muy por debajo de
más de las 60.000 que están bajo programa. Empoderamiento,
es un término que surge de la investigación social:
los individuos nos apoderamos de saberes y conocimientos que nos son
propios pero delegamos en otros. Este es un camino, las mujeres debemos
exigir la toma del PAP, los recursos e insumos están. Quedará
en los médicos reflexionar acerca de las oportunidades perdidas.
¿Qué es el Papanicolau?
Es un examen ginecológico muy sencillo. Con un pequeño
cepillo y espátula (parecida a un palito de helado) el médico
extrae un poco de flujo del interior de la vagina. Esto se extiende
en un vidrio, para observar las células con un microscopio.
¿Para qué sirve el PAP?
Este examen ayuda a detectar tempranamente el cáncer de cuello
de útero.
¿Es doloroso el examen?
No duele. No se realizan cortes, ni se produce ninguna herida. Es
importante confiar en el trabajo del médico. El examen dura
menos de cinco minutos. Si la paciente siente vergüenza o miedo,
tiene derecho a pedir la presencia de un familiar o una enfermera
mientras dura el examen.
¿Todas las mujeres tienen que hacerlo?
Si. Todas las mujeres entre 20 y 59 años que hayan iniciado
sus relaciones sexuales tienen que hacer el PAP. Las mujeres embarazadas
también deben realizar el examen, no existe riesgo alguno para
el bebé.
¿Cada cuánto tiempo hay que hacerse el PAP?
Cada tres años, salvo que el médico indique que debe
ser en menos tiempo.
¿Cómo me preparo?
Es importante no perder la consulta para hacer el examen. No tener
relaciones sexuales dos días antes del turno otorgado para
hacer el PAP. No introducir en la vagina óvulos o algún
tipo de crema 5 días antes del examen.
Un poco de historia
George Nicolas Papanicolau nació el 13 de mayo de 1883; fue
el tercer hijo del físico y mayor Nicolas Papanicolau y de
María Georgiou Kritsouta. Ingresó a la universidad,
en 1898, para especializarse en música y humanidades, pero
su padre lo persuadió para que estudiara medicina, disciplina
de la que se graduó con honores a los veintiún años
de edad. En un trabajo en América en la tienda Tiemman adquirió
un espejo nasal, y con él empezó a efectuar muestreos
de las descargas vaginales de los conejillos de indias (aun cuando
aparentemente parecían flujos sin importancia); al observarlas
al microscopio descubrió en ellas diferentes patrones y secuencias
citológicas. El hecho de que tales variaciones pudiesen suceder
en los humanos (aunque de forma más pausada), lo incitó
a realizar la primera citología exfoliativa, teñida
con la tinción que llevaría su nombre hasta nuestros
días. En 1923, en una reunión en Nueva York, George
Papanicolau sugirió el uso de su método para el diagnóstico
de cáncer uterino.
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