Por LAURA ROTUNDO
No es novedad que la tecnología ha avanzado enormemente en
los últimos veinte años y que las demandas del hombre
se sofistican cada vez más en todo el mundo.
Sin embargo, el uso del celular y de las computadoras no responde
únicamente a una necesidad laboral sino que forman una parte
casi «esencial» de la vida de cada persona.
Sin dudas resulta de gran utilidad estar comunicado pero, como en
todos los aspectos, los excesos no son buenos y los perjuicios que
conlleva la utilización exagerada de estos aparatos son realmente
graves.
Se dice que Bill Gates fue un visionario cuando enunció, allá
por los ’80, que algunos años después, en casi
todos los hogares del mundo habría una computadora personal…
y no se equivocó.
Hoy por hoy, la PC es un «electrodoméstico» más
en la mayoría de las casas. Ni hablar del celular: a veces
es mayor el número de éstos que de los propios integrantes
de la familia.
Más allá del «alejamiento social» que algunos
especialistas destacan como consecuencia del uso exagerado de estos
productos, lo seriamente preocupante es el surgimiento de diversos
trastornos que afectan a las personas como resultado del enorme abuso
en la utilización de los avances tecnológicos.
Ya en agosto de 2005, el colegio de médicos de Viena advirtió
sobre el riesgo que representa, para la salud de los niños
y jóvenes, usar excesivamente el teléfono móvil,
debido a los daños que provocan las ondas electromagnéticas
de estos aparatos.
Estas consideraciones las realizaron los facultativos austriacos al
interpretar el denominado «Estudio Reflex», en el que
se especifica que las radiaciones de los teléfonos celulares
son genotóxicas (dañinas para el ADN) y potencialmente
cancerígenas.
Los estudiosos de estos informes advierten -también a los adultos-
que únicamente se utilice el móvil en caso de urgencia
y por corto tiempo; que se prohíba en las escuelas y universidades
llevar el teléfono en los bolsillos del pantalón y enviar
mensajes de texto debajo del pupitre, ya que estas prácticas
pueden afectar la fertilidad.
Además, se asegura que hay que apagar el teléfono por
la noche y que debe mantenerse lejos de la cabecera de la cama.
En marzo de 2006, la empresa británica Virgen Mobile informó
que el colosal aumento de las comunicaciones vía SMS -o mensajes
de texto- ha incrementado el número de afectados por lesiones
de muñeca y dedos (especialmente el pulgar) y que los casos
de persistentes dolores en esas extremidades habían ascendido
entonces a un 38 por ciento en los últimos años.
Particularmente en Argentina, la cantidad de teléfonos celulares
creció en los últimos años de 22 millones de
aparatos en 2005 a 38 millones de unidades hasta octubre de 2007.
Sobre este tema, el Centro de Experimentación y Seguridad Vial
(Cesvi) reveló recientemente que el 90 por ciento de los conductores
que hablan o emiten mensajes de texto por teléfono celular
mientras conducen realizan maniobras erróneas o peligrosas,
lo cual también representa una de las principales consecuencias
que afectan a los usuarios.
La PC
Cuando no se trata de motivos estrictamente laborales, el uso de la
computadora sigue resultando una atracción para niños
y adultos. Para los primeros, se debe mayormente a la aparición
de los juegos en red y para los «grandes», Internet resulta
una adicción.
Todo lo que uno se imagina se puede hacer en el ciberespacio: desde
mandar un e-mail, hasta comprar en el supermercado o mandar un ramo
de flores desde y a cualquier parte del mundo o incluso… buscar
pareja.
Como es de público conocimiento, el crecimiento explosivo en
el uso de computadoras en los últimos 25 años ha producido
un grupo especial de dilemas relacionados exclusivamente con su uso.
Por ejemplo, la pantalla introduce nuevas consideraciones de iluminación
y visión. Muchos trabajos que se realizan en la PC ofrecen
pocas oportunidades para actividades o posturas alternativas y, gracias
a la fluidez de los teclados de computadora, en comparación
con las máquinas de escribir, los trabajadores pueden teclear
más rápidamente y por períodos ininterrumpidos
más largos que nunca antes.
Por otro lado, algunas personas que utilizan computadoras se preocupan
por los efectos del calor y los campos electrostáticos y electromagnéticos
en la proximidad inmediata de sus terminales.
No es novedad que el trabajar con computadoras a veces -y cada vez
más frecuentemente- se asocia con el estrés psicológico,
debido a la propia tecnología o bien debido a las condiciones
de trabajo.
Al generalizarse el uso de las computadoras de la oficina a la fábrica
y al restaurante, los empleados y sus empleadores deben estar conscientes
de los problemas para evitarlos.
Las quejas más frecuentes que surgen del uso excesivo de la
PC son: fuerte dolor de cabeza, de brazos y muñecas, de hombro
y espalda, gran cansancio visual, fatiga, insomnio, ansiedad, depresión
y agotamiento corporal.
En el caso de las computadoras portátiles, resultados recientes
de un estudio difundido por la Universidad de Estado de los expertos
de Nueva York han demostrado que los hombres que utilizan con frecuencia
«note-books» podrían dañar involuntariamente
su fertilidad, al apoyarlas sobre su regazo.
Caso extremo
En abril de 2007, un caso de internación de un adolescente
por exceso de computadora abrió los ojos de muchos padres que
tienen hijos que permanecen horas frente al monitor.
Se trató de un joven de 18 años que debió ser
atendido en un hospital de día especializado en drogadependencia
por hacer un uso abusivo de la computadora desde los nueve años.
El problema, que se fue presentando de a poco para los padres (ya
que el chico robaba dinero, las llaves de la casa y se ausentaba sin
permiso) culminó el día en que el joven desapareció
por tres días para jugar por Internet y derivó primero
en la internación en un psiquiátrico y luego en la decisión
de tratarlo en el hospital de día.
Entonces, los médicos que lo trataron aseguraron que así
como un adicto a las drogas necesita cada vez más droga, el
«adicto» a Internet necesita cada vez más tiempo
frente a la pantalla y más estímulos, le resulta difícil
apagar la máquina, no se «desconecta» mentalmente
ni siquiera cuando la PC está apagada, y va dejando de lado
las relaciones físicas y reales.
Un programa que revela las emociones
Un software localiza un rostro humano en una imagen, diferencia
si se trata de un hombre o de una mujer y analiza sus expresiones.
Un nuevo sistema informático de análisis facial es
capaz de reconocer el humor de una persona al instante cuando, por
ejemplo, ella está mirando un cartel publicitario colocado
en la calle.
El sistema fue creado por investigadores del Fraunhofer Institute
for Integrated Circuits IIS de Alemania. Mediante un complejo sistema
de algoritmos, el software localiza un rostro humano en una imagen,
diferencia si se trata de un hombre o de una mujer y analiza sus expresiones.
El índice de acierto del software respecto a saber si quien
está frente a la cámara es un hombre o una mujer es
ya del 90 por ciento.
De hecho, el programa está ahora siendo sometido a un período
de entrenamiento: la computadora que lo contiene contrasta nada menos
que 30.000 características faciales que se vertieron previamente
como información.
El prototipo ya finalizado del software es capaz de discernir cuándo
una persona está triste o alegre, pero como esas no son las
únicas emociones que manifiestan los seres humanos, el equipo
de técnicos que lo diseñó ahora trata de que
el sistema pueda diferenciar otro tipo de emociones.
Fuente: Salud & Ciencias
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