Por Ángel Castillo
La visita del Presidente de la Nación, Néstor Kirchner
a Neuquén rompió la tradición K de realizar anuncios.
Compartió el escenario con dos gobernadores radicales que adhieren
a su política, Miguel Saiz de Río Negro y Julio Cobos
de Mendoza, además de Hugo Cóccaro, quien tiene partido
propio pero su raíz es justicialista.
Se habían generado expectativas sobre el significado que tenía
el hecho de compartir un escenario con Jorge Omar Sobisch en su calidad
de candidato a presidente y único gobernador que se animó
a realizar críticas a algunos puntos de la política
nacional y con Horacio Quiroga, radical y candidato a gobernador por
Neuquén.
El protocolo estaba listo. Inclusive fuentes de la Casa Rosada habían
adelantado un borrador de los anuncios.
Todo se abortó a poco de bajar del Tango 01 y abordar el helicóptero
que lo llevó, desde el aeropuerto hasta el predio del Colegio
Don Bosco. Al bajar también «bajó» la orden
de despolitizar el acto.
Los más de 600 ex combatientes de Malvinas y familiares dieron
un marco de emotividad a la jornada que empañaba cualquier
intento de lucimiento político. El Monumento a los Caídos
en Malvinas es el más grande de todo el país. Se entrecruzaron
historias, anécdotas, lágrimas y emoción.
El presidente hizo lo que más le gusta, salirse del protocolo
y desorientar a sus custodios, al lanzarse a matener contacto físico
con la gente y en su discurso hizo hincapié en que su política
será continuar con el reclamo de la soberanía sobre
las islas Malvinas.
El gobernador Jorge Sobisch al hablar antes que Kirchner también
hizo mención a la necesidad de dejar de lado las banderías
políticas en función de rendir el postergado y justo
homenaje a quienes participaron del conflicto bélico en el
Atlántico Sur en 1982.
Los convocantes al masivo acto que se desarrolló en la calle
Mitre, frente al cenotafio del Parque Central, habían pedido
que no se exhibieran banderas partidarias. La consigna fue desoída.
De hecho todos los candidatos de todos los partidos llevaron sus pancartas,
atento a la expectativa política que había despertado
la visita K.
Más allá del resultado final quedó flotando en
el aire el cuasi respaldo que le dio al precandidato a gobernador
por el Movimiento Popular Neuquino Jorge Augusto Sapag. Es cierto
que en discurso también nombró a su prima, la hija de
Felipe Sapag, Silvia, quien secundó a Oscar Massei en la candidatura
a diputados nacionales por el Frente Cívico para la Victoria.
Jorge se había ganado un lugar en el palco secundario destinado
a los funcionarios provinciales, a la derecha del escenario principal.
Cuando Kirchner lo vió, se acercó a saludarlo y le pidió
que subiera al escenario. Ni lerdo ni perezoso, lo hizo y se hizo
un lugar en el selecto grupo de dirigentes que tuvo su lugar bajo
el ala K en Neuquén.
Kirchner incluyó a los hijos de Elías y Felipe y a pesar
de las diferencias políticas no dejó de nombrar al gobernador
Sobisch en el grupo de patagónicos que compartieron sus luchas
y su sentimiento de reivindicación territorial.
La interna
No hay vuelta atrás. Comenzó la cuenta regresiva para
las elecciones internas del Movimiento Popular Neuquino. Los dos precandidatos
que quedaron en la carrera presentaron en público la semana
que pasó a sus compañeros de fórmula.
El empresario y ex diputado provincial Claudio Andreani y la ex rectora
de la Universidad Nacional del Comahue Ana Pechén, acompañarán
a Pedro Salvatori y Jorge Augusto Sapag, respectivamente.
La junta electoral del partido provincial se reunirá mañana
para decidir aspectos organizativos, no menores por cierto, del comicio
que marcarán, en parte, la campaña en estos dos meses.
Deberá resolver si acepta el pedido de la lista Azul para que
existan las listas completas, es decir que el afiliado o el no afiliado
(serán internas abiertas) encuentren en el cuarto oscuro una
sola lista, y no distintas de acuerdo a la categoría del candidato.
La lista Azul cuenta con franjas en localidades como Senillosa –hay
tres- para el cargo de intendente, mientras en la ciudad de Neuquén
hay precandidatos a intendente que no adhieren –aún-
a ninguno de los dos precandidatos a gobernador.
Salvatori, en tanto, encontró la estrategia de encontrar en
las ciudades un único candidato como ocurrió en la esquiva
Cutral Co, Plaza Huincul y en Plottier. Esta última localidad
tendrá un escenario particular: la actual jefa comunal que
aspira a la reelección, tendrá a la ex diputada nacional
Encarnación Lozano como contendiente interna, y para la general,
una de ellas deberá, medirse en las urnas con el justicialista
Sergio Gallia, ex intendente y ex senador nacional.
El escenario de la interna salpicará todos los «palcos»
secundarios que de ahora en más se monten en la política
provincial. |