Por Ángel Castillo
Una teoría científica bautizada el «efecto mariposa»
debe su nombre a un antiguo proverbio chino que afirma que «el
aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del
mundo».
Para la física y posteriormente para los fenómenos climáticos,
la interpretación de esto es que la realidad no es mecánica
y tampoco lineal. Es decir que un pequeño movimiento puede
provocar cambios cruciales en un sistema a largo plazo.
La expresión «efecto mariposa» para plantear la
posibilidad de cambios, no ya en el cosmos, sino en el tiempo y en
la vida de los seres humanos, en este caso los neuquinos, podría
aplicarse en su totalidad para la semana política que vivió
el Movimiento Popular Neuquino.
El «pequeño movimiento» que produjo uno de los
precandidatos a gobernador, Jorge Augusto Sapag, al decir que «le
gustaría a José Brillo (también precandidato
a gobernador) como intendente de la ciudad de Neuquén»
provocó inquietudes, hasta hace una semana imprevistas y cuyos
cambios todavía no pueden definirse.
Si bien el diputado nacional José Brillo no confirmó
las palabras de Sapag sobre su posible candidatura a jefe comunal
de la ciudad más importante de la provincia, su respuesta fue:
«A raíz de los mensajes de las bases del MPN, que tienen
temor de que se produzca un resquebrajamiento en el partido, hemos
decidido llevar adelante un proyecto en común con (Jorge) Sapag»
y agregó «Sapag y yo representamos la renovación
del partido y de una parte de la dirigencia que es el embrión
del emepenismo del futuro». Es cierto que no lo confirmó
pero en política hay declaraciones que no merecen confirmaciones
y esta sería una de ellas.
Ante este «nuevo escenario», el otro precandidato a gobernador,
el senador nacional Pedro Salvatori, aclaró, varias veces,
que no se «bajará porque su candidatura pertenece a la
gente» y continuó recorriendo la provincia en busca de
adhesiones para las internas de noviembre próximo.
Los candidatos de la ciudad
Pero el «pequeño movimiento» no sólo afectó
a lo que a gobernador se refiere, sino que ante una eventual candidatura
de José Brillo, los precandidatos a intendente también
sufrieron el «aleteo» sapagista.
Es que a Luis «Chito» Jalil, Julio Falletti, José
Oser y José «Pino» Russo, de concretarse el anuncio
de Sapag, les surgió un nuevo competidor de los llamados «peso
pesado» y también podría producir un cambio en
las alineaciones, uniones, alianzas o declinaciones de candidaturas.
Todo esto ocurrió como consecuencia del llamado de unidad que
hizo el gobernador de la provincia y presidente del MPN, Jorge Sobisch,
al reasumir como jefe máximo del partido provincial. Tal vez,
esta primera intención de unidad entre Sapag y Brillo sea el
comienzo de la realización del deseo del gobernador neuquino
de evitar, como ocurrió con el partido, una elección
interna.
La semana que se inicia, a pesar del feriado de mañana, será
de un acelerado movimiento de piezas y llamados para reordenar el
tablero electoral del emepenismo antes que se concrete la fecha de
elecciones por parte de la Convención partidaria.
Ahora el máximo interrogante dentro del MPN es saber, más
que la fecha de la interna, si realmente habrá elecciones y,
de haberlas, quiénes serán los candidatos. Porque el
«pequeño aleteo» que produjo Jorge Augusto Sapag
sobre su trabajo con José Brillo se hizo sentir con fuerza
y las consecuencias, hasta ahora, son imprevisibles.
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