Por Ángel castillo
La Iglesia ocupó un lugar más que importante en la
discusión política de la semana y el documento episcopal
emitido hace una semana fue el disparador.
Aunque ni los propios obispos habrán sospechado el vendaval
que se les avecinaba luego de darlo a conocer. Ni mucho menos la durísima
crítica de Kirchner.
El desmedido ataque presidencial recibió la reprobación
de amplios sectores de la sociedad y además tampoco fue apoyado
por los hombres dedicados a la política, entre ellos el gobernador
Jorge Sobisch.
El neuquino, rapidamente se solidarizó con los hombres de la
Iglesia y expresó que el documento emitido es «el claro
análisis del país y sus problemas. Es una base fundamental
para encaminarnos hacia la recuperación de valores centrales
para nuestro desarrollo espiritual y social».
El respaldo de Sobisch fue bien recibido por la Iglesia y el propio
obispo neuquino Marcelo Melani destacó la actitud del gobernador,
reafirmando que Néstor Kirchner no interpretó el documento
y que el objetivo no era polemizar ni atacar. Por ello la actitud
de Sobisch de hacer una lectura crítica y analítica
del mismo fue bien recibida por el obispo.
La oposición rebelde
Donde arreciaron las críticas y la lucha no cesa es
en la oposición provincial.
Mientras que en el oficialismo las cosas claras, en el Frente Cívico
para la Victoria las discusiones son cada vez más sangrientas
y a esta altura quizás queden heridas difíciles de cicatrizar.
El ejemplo de ello es el intendente de Cutral Co, que en su carácter
de primer convencional constituyente electo ya tiene diferencias casi
irreconciliables con el jefe de campaña y presidente de la
Unión Cívica Radical, Horacio Quiroga.
Es que Eduardo Benítez pretende ser la cabeza visible del arco
opositor y, tras haber llegado a su cargo prometiendo que iba a reformar
un determinado número de artículos de la constitución,
ingresó en el gris terreno de la especulación y lideró
una suerte de revival del frente cívico juntando sirios y troyanos
para hacer una reforma extremadamente parcial.
El resto de los radicales, cuando intentaan ser orgánicos lo
son al extremo y prefierieron respetar el compromiso asumido con sus
votantes.
En cuanto a la oposición también quedó en falta
y el mismo gobernador lo hizo notar con cierta tranquilidad de quien
conoce el terreno que está pisando. Esta semana inauguró
obras en dos localidades del interior, Las Coloradas y Santo Tomás,
en las que no tenían acceso a lo más básico en
una provincia como Neuquén como es el gas por redes. Contrastar
esa realidad con las promesas de infraestructura que se levantaron
como banderas a nivel nacional y que resultaron netamente electorales
son hechos que la oposición no puede negar.
La semana comienza con un nuevo debate político como es la
división de la Universidad Nacional del Comahue, un proyecto
presentado por Miguel Pichetto, trístemente conocido en Neuquén
por querer cambiar los límites en el meridiano 10.
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