Por Marcia Cide
Las Escuelas Nacionales de Educación Técnica adquirieron
mientras funcionaron una identidad propia y un reconocimiento que
se extiende aún después de que en los ´90 se considerara
su derogación como tales.
En Río Negro se logró mantener la modalidad de educación
técnica en talleres, con especializaciones en áreas
que requieren la complementación de clases teóricas
(en el aula) con prácticas (en taller). Tras seis años
de formación, sus egresados, técnicos en distintas especialidades,
obtienen herramientas de inserción tanto en el mundo laboral
como para la continuidad de sus estudios en el plano universitario.
La semana que pasó un grupo de estudiantes de lo que aún
se reconoce como ENET Nº1 de General Roca, ahora denominada CEM
31, implementó una medida de protesta que incluyó la
no asistencia a clases y la toma del edificio, es decir la permanencia
en el lugar en este caso bajo la responsabilidad de un adulto. El
motivo: la exigencia de presupuesto anual para sus materiales de taller.
Un problema que denuncian no es nuevo, y que transcurridos más
de un mes del inicio de clases exigen se resuelva y se garantice hasta
el final del ciclo lectivo.
Los alumnos del CEM 31 en cuestión no tienen más de
18 años. Sin embargo, en lo que llevan de su protesta demostraron
gran madurez para lograr una respuesta a su reclamo. A través
de distintos rasgos:
- Autónomos y autogestionados, lograron reunir los requisitos
legales para llevar adelante la toma sin necesidad de aceptar las
gentilezas que se les ofrecían. Así, entre todos reunieron
el dinero necesario para afrontar los honorarios de un escribano que
notificara lo que allí ocurría; como también
dieron pruebas de seriedad ante los padres que debían hacerse
responsables por ellos, en una medida de incierta duración.
- Informados, acudieron ante cuanta instancia se les presentó
en su ciudad para encontrarse con autoridades. Así, llegaron
hasta el ministro de Gobierno José Luis Rodríguez en
una conferencia sobre justicia; buscaron al ministro de Educación
César Barbeito en la inauguración de un Jardín
de Infantes en Alta Barda. A la vez, obtuvieron toda la información
necesaria sobre las necesidades del presupuesto escolar.
- Escépticos. Es, quizá, el rasgo que más molesta
a quienes esperaban que volvieran a clases una vez hecho el primer
anuncio de fondos. Los alumnos tienen un objetivo que es la consecución
del dinero para talleres para todo el año. Porque necesitan
saber que se les garantiza continuidad en su formación educativa.
Y no cesan en su reclamo, aún cuando una y otra autoridad les
den garantías.
Como en toda puesta en escena, una vez que el conflicto se devela,
empiezan a surgir los actores de mirada distorsionada, quienes pretenden
“demonizar” la acción, quienes buscan sacar tajada,
quienes se atajan por lo que no se hizo o se esperaba.
En medio, claro, los estudiantes pierden días de clases. Pero
en vez de aceptar lo que hay hasta ahora, van por más. Exigen
el tratamiento de la Ley de Educación y el punto que trata
sobre colegios de educación técnica, para que se garantice
a todos en Río Negro el presupuesto anual y lo necesario para
su formación. Están dando una oportunidad a sus adultos
para poder volver a su lugar en las aulas, escuchando, tomando apuntes,
estudiando; y a sus talleres en sus prácticas. Una oportunidad
para no tener que ser, por un tiempo al menos, más adultos
que sus adultos.
|