Por Heraldo Ivanoff
La millonaria inversión en obras públicas, anunciada
por el ex presidente Néstor Kirchner durante su última
visita a Zapala, el 5 de agosto de 2005, fue uno de los temas que
reafloró con fuerza esta semana, a raíz de las gestiones
realizadas ante el Gobierno nacional por el intendente Edgardo Sapag
para destrabar el expediente que contiene el proyecto de la nueva
terminal de ómnibus.
Es que esa importante obra fue incluida en el gran paquete de inversiones
prometido por Kirchner en un estridente discurso pronunciado en un
colorido y multitudinario acto realizado en el Tiro Federal de Zapala.
Pero lo cierto es que la altisonante promesa presidencial, tan celebrada
y aplaudida ese día por autoridades y vecinos, se fue dilatando
más de la cuenta en el campo de las concreciones y lo mismo
habría ocurrido con otras grandes obras anunciadas por Kirchner
para la provincia, por un total de 460 millones de pesos.
La inversión mencionada también fue publicada ese día
por el propio Gobierno nacional bajo un título con toque arrabalero:
“Cumplimos con la palabra empeñada. Cumplimos”.
Sin embargo, en la memoria colectiva sólo quedó grabada
la obra de la terminal de ómnibus y son muy pocos los dirigentes
y pobladores que recuerdan el resto de los anuncios. Uno de ellos
tiene que ver con una inversión de 3 millones de pesos para
ejecutar los desagües cloacales del sector Norte en Zapala.
A leer, que son numerosas las promesas publicadas en dicho aviso.
Sin explicaciones
La obra de la terminal (hoy tendría un costo aproximado de
20 millones de pesos) llegó a ser licitada el 7 de diciembre
de 2006, durante la gestión municipal del intendente del Frente
Grande Raúl Podestá, quien ofició de anfitrión
de Kirchner durante la visita que también contó con
la presencia de casi todos los ministros del gabinete nacional.
Pero la licitación de marras terminó siendo anulada
abruptamente en los primeros meses de 2007, sin que se dieran claras
explicaciones al respecto.
Ahora el intendente Sapag intenta reflotar el expediente cajoneado,
al parecer, en los escritorios federales. Por ello se reunió
esta semana con el primo del ex mandatario nacional, Carlos Santiago
Kirchner, quien sigue como titular de la Secretaría de Coordinación
de Obra Pública Federal, una cartera dependiente del Ministerio
de Obras Públicas e Infraestructura, comandado por uno de los
más poderosos y estrechos colaboradores de los Kirchner, el
arquitecto Julio De Vido.
En definitiva, la promesa incumplida del locuaz ex presidente tampoco
habría caído bien en el gabinete que encabezó
Podestá hasta el 2 de enero de este año. Y viene al
caso recordar que el ex intendente y ex candidato a gobernador de
Alternativa Neuquina fue el máximo exponente del kirchnerismo
en esta ciudad enclavada en el centro de la provincia.
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