Por HERALDO IVANOFF
A dos días de cumplirse el primer mes de la puesta en marcha
del periodo de sesiones ordinarias en el Concejo Deliberante, es oportuno
realizar el primer balance del cuerpo integrado por los once ediles
que asumieron el pasado 2 de enero, al igual que el intendente del
Movimiento Popular Neuquino Edgardo Sapag.
Con una conformación bastante heterogénea, ya que son
seis los bloques políticos que lo componen, el legislativo
comunal lleva adelante su actividad bajo la presidencia del edil emepenista
Aldo Pizarro, en un clima de escasa, aunque disimulada, armonía
política, según agudos observadores del propio seno
del Concejo donde han comenzado a tratarse temas que son de sumo interés
para el funcionamiento de la comuna.
“Están como estudiándose y, por ahora, cada cual
atiende su juego” fue la frase que ayer marcó toda una
definición de lo que ocurre hasta el presente entre las seis
minorías encabezadas por el MPN y el Frente Zapalino para la
Victoria, cada una con 3 concejales. Le siguen el PJ-PI, con 2, y
los bloques unipersonales de Opción Federal, UNE y Concertación
Zapalina.
Ante ese panorama, el oficialismo emepenista se ve obligado a negociar
o consensuar con sus pares en cada tramo de la labor legislativa que
-según todo indica- seguirá siendo bastante ardua por
la calidad y cantidad de temas a tratar a lo largo del primer periodo
de sesiones ordinarias de esta nueva gestión, que tiene a Edgardo
Sapag ejerciendo su tercera intendencia.
Gesto político
Sin embargo, se registró un hecho que fue interpretado como
un gran gesto de acercamiento al oficialismo por parte del edil (tercer
mandato) Carlos Oreste González, de la Concertación
Zapalina, quien en febrero pasado viajó con el jefe comunal
a Buenos Aires, a fin de realizar una serie de gestiones oficiales
ante organismos nacionales.
Y ése no es un dato menor, ya que González, además
de su gran experiencia política y legislativa (cumplió
también un mandato como diputado provincial del PJ), fue el
concejal que en la gestión anterior alzó permanentemente
la voz para defender las posturas y proyectos del ex intendente del
Frente Grande, Raúl Podestá. Pero esa sociedad duró
hasta que rompieron relaciones y González se desvinculó
del oficialismo de entonces para conformar la agrupación política
con la que cosechó los votos necesarios para seguir como concejal.
Ahora resta esperar para saber qué sucederá de aquí
en más con los integrantes de los bloques que se perfilan como
los más opositores al MPN -el Frente Zapalino para la Victoria
y UNE-, y también con aquellas bancadas que hasta ahora vienen
repartiendo apoyos y rechazos a los planteos oficialistas. Y no fueron
pocos los que ayer opinaron que en este último tren podría
incluirse a Opción Federal, representada por el concejal Jorge
Crivani, una de las fuerzas aliadas al MPN, que le ayudó a
ganar los últimos comicios municipales a Edgardo Sapag.
Lo cierto es que en estos primeros meses “de estudio”
cada cual “atiende su juego” sin generar demasiados roces
dialécticos o ideológicos.
Seguramente se darán al momento de definir una serie de asuntos
o proyectos clave, como la ordenanza impositiva y el urticante tema
de las tierras que son demandadas desde hace años por cientos
de vecinos para construir viviendas.
|