Por Lucía Pysny
Hay un hecho político inédito que no fue rescatado
en demasía por los medios de comunicación y es que cinco
de las seis sesiones del Concejo Deliberante del actual período
legislativo fueron presididas por la oposición.
La Concertación Neuquina, y en algún caso el Frente-Une
ocupando la secretaría, “coparon” las bancas ante
la ausencia del Viceintendente y Presidente del Concejo, Diego Marcovesky,
quien parece que todos los miércoles está a cargo del
Ejecutivo por ausencia del Intendente, y esto hace que los ediles
de los dos bloques contrarios al MPN – que además son
mayoría- estén consolidando su protagonismo.
Justamente esta situación ha dejado a la vista que pretenden
ser una oposición que acompaña cuando las iniciativas
son válidas, pero que también saben ser críticos,
y ya han dado muestras de querer controlar situaciones que aparecen
con algún viso de irregularidad. Ayer se discutía la
posibilidad de interpelar o enjuiciar políticamente al Secretario
de Producción, Pablo Lardit, por violar ordenanzas, pero también
el bloque del Frente- Une pidió un informe de “pronto
despacho” sobre la licencia comercial otorgada en el inicio
de esta gestión habilitando una pileta de natación en
el patio de la casa del Intendente, pileta que por años no
pudo funcionar, y que en pocos meses generó la presentación
de varias denuncias de vecinos por ruidos molestos y problemas de
estacionamiento y tránsito en la calle donde habita el jefe
comunal.
También existía la intención de plantearle al
Ejecutivo que se abstenga de seguir convocando al sector turístico
bajo la figura del “Engestur”, un ente de gestión
turística que legalmente no existe, y que vendría a
ser el reemplazo del “Aprotur”, la agencia de promoción
creada en la anterior gestión, cuya ordenanza no ha sido derogada.
Se comenta en los pasillos del Concejo que el proyecto del Engestur
no tendría demasiado respaldo dado que es casi idéntico
al existente, por lo tanto sólo tendría sentido transformarlo
si se le incorporan modificaciones de fondo, como la posibilidad de
gerenciar su funcionamiento.
A este panorama se le suman los cambios que se vienen anunciando en
el Gabinete, las renuncias presentadas por seis funcionarios y varios
técnicos, las diferencias que comenzaron a aparecer con los
monotributistas de la construcción que reclaman trabajo y promesas
de campaña, tema sumamente crítico para los meses venideros,
donde se agrega la demanda social típica del invierno, que
le pueden generar al Ejecutivo un gran dolor de cabeza.
Como si esto no fuera suficiente, se agrega en la agenda el Nguillatum
que el 5 y 6 de abril harán las comunidades Mapuche en el Volcán
Lanín en contra del parque de nieve.
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