Por ANDREA DE PASCALIS
Llegar después de que la sociedad lo tomó como propio
es una de las costumbres de los Estados. La regionalización
no escapa a esto.
Integrar las ciudades del Alto Valle y la Confluencia es uno de los
objetivos que se propuso el intendente, Martín Farizano, al
asumir su gestión luego de comprobar lo que ya es una realidad:
que los pobladores de las ciudades se encuentran y comparten problemas
y que para dar soluciones, las respuestas más acordes se descubren
en el conjunto y no en las individualidades de cada ciudad.
Discutir y acordar políticas es el objetivo de los 13 intendentes
integrados en este acuerdo de regionalización que pretende
representar a los 600 mil habitantes que se mueven a diario por toda
la zona.
La tarea no es fácil, habrá que allanar acuerdos jurídicos,
legales, habrá que adecuar normas de cada jurisdicción
a las del resto y los concejales de cada ciudad deberán también
trabajar en ordenanzas acordes a cada una de sus localidades y a las
ciudades colindantes; no es nada fácil y lo saben, pero también
aseguran que es una responsabilidad que tienen que asumir todos para
que esto se concrete.
Por ahora, son todas frases esperanzadoras que apuntan a crear el
consenso, los acuerdos, planificar en conjunto, compartir responsabilidades
y encontrar respuestas que favorezcan a la calidad de vida de los
vecinos y a las arcas de los gobiernos.
Acciones concretas
El último viernes se conformó formalmente el ente intermunicipal
con el objetivo “de realizar estudios, acciones y gestiones
que permitan ampliar y mejorar las potencialidades de la región”,
una meta muy amplia a la que apuntan los 13 intendentes y que pretende
tener un anclaje más concreto dentro de 20 días en otro
encuentro de municipios, pero por el momento son todos objetivos abstractos
que deben encontrar acciones concretas para empezar a dar respuestas.
Uno de los grandes objetivos de esta regionalización es el
transporte. Fue en este aspecto la primera vez que se escuchó
hablar integración en la gestión de Farizano ya que
a Neuquén capital se le vence la concesión con Indalo
en noviembre, y el resto de los municipios, Cipolletti, Plottier y
Senillosa, no tienen contratos que puedan impedir la regionalización
porque sólo tienen permisos precarios o provisorios que lo
atan a las empresas de transporte.
Transporte
Sin embargo, los tiempos apremian y el lunes el subsecretario del
Órgano de Control de Servicios Concesionados de la comuna,
Fernando Palladino, dijo que en mayo los intendentes deben firmar
el acuerdo marco para que se concrete la regionalización, si
esto no es así, Neuquén deberá seguir sola su
camino en el servicio de Transporte Público.
Esta mejora en el transporte también serviría para dar
solución a los problemas de tránsito de la ciudad capital,
que debe soportar por día la llegada de 20 mil autos de la
provincia de Río Negro. Para los que trabajan en la regionalización
mejorar el transporte público es una de las prioridades para
encontrar soluciones en el descontrol de tránsito.
Para el resto de los temas parece haber más tiempo, uno de
los planteos más resonantes es la disposición final
de residuos sólidos, donde el gran objetivo de los municipios
es tener una única planta de tratamiento, meta a la que cada
comuna por separado no podría cumplir debido a que los costos
superan ampliamente los gastos de los municipios.
Fortalecer cada una de las potencialidades de las localidades respecto
al turismo es otro de los objetivos, Neuquén desde la cultura,
Senillosa con sus balnearios y la ruta del vino de Río Negro
y Neuquén son otras de los temas en la agenda de los técnicos
que tomaron la posta de la regionalización.
Los temas y las preocupaciones están y no hay dudas que el
interés por trabajar también está planteado,
pero lo cierto es que por el momento son sólo anuncios de encuentros
y acuerdos que no tienen en los hechos, ningún anuncio concreto.
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