Por Andrea de Pascalis
Desde que comenzó el año, el municipio de esta ciudad
tuvo que hacer frente a los reclamos de viviendas de los distintos
sectores de la sociedad que, cansados de esperar, comenzaron a golpear
puertas y pedir una solución urgente.
La falta de casas es hoy en la capital el gran problema a solucionar:
más de 20 mil familias no tienen su hogar propio o viven en
una situación de indigencia difícil de soportar.
La situación es clara, pero la respuesta no puede ser inmediata
y por el momento la única solución es que los estados
municipal y provincial aúnen fuerzas para hacer frente a un
contexto que, a priori, los sobrepasa.
Es un hecho que no existe la posibilidad fehaciente de generar 20
mil viviendas en un año. La única opción que
se visualiza es que el Estado financie la vivienda a través
de loteos, planes o regulando los asentamientos y las tomas.
El Gobierno Nacional no girará nuevos fondos para viviendas
y aún debe 87 millones para concretar los planes ya prometidos
desde la gestión de Horacio Quiroga.
La solución por el momento son los loteos sociales, la entrega
de terrenos con servicios y con escrituras con la esperanza que quienes
los adquieran tengan mayores facilidades de acceso al crédito,
la construcción de viviendas.
Hoy también la apuesta del Ejecutivo municipal es la urbanización
de la meseta, una planificación a largo plazo que pretende
generar diez mil nuevas viviendas.
También las 127 hectáreas pertenecientes al Ejército
comenzaron a ser vistas con buenos ojos como una forma de solución
al problema, y aunque desde algunos sectores se insiste en que debe
quedar como espacio para la recreación y el uso público,
el intendente de Neuquén, Martín Farizano, expresó
que no pondrá palos en la rueda para que se construyan casas
en ese lugar.
Otra realidad se da en las tomas, donde los habitantes tienen su casa
pero no son dueños, no tienen servicios y, en muchos casos,
viven hacinados.
Es en este aspecto, la comuna neuquina deberá regularizar los
terrenos como otro principio de solución a la emergencia habitacional.
También debe dar respuesta a la promesa de las viviendas hechas
en el 2006 por el ex intendente Quiroga, cuando promocionó
los planes federales de vivienda, planes que aún no se concretaron
porque el Gobierno Nacional no giró el dinero para hacerlos
realidad.
Si bien Farizano marcó diferencias con su antecesor y se puso
al frente de la situación al reunirse, en varias oportunidades,
con las familias perjudicadas, también es cierto que cometió
una imprudencia al anunciar que el dinero para las 99 viviendas de
Valentina Sur iba a estar en quince días, sin tener la seguridad
de que ese plazo se iba a cumplir. El lunes ese compromiso se fue
por la borda cuando desde el Ejecutivo se les comunicó a los
vecinos que no habían llegado los fondos. Incluso se generó
un mayor malestar porque el intendente no asistió al encuentro
con los beneficiarios del Plan Federal.
|