Por Ramiro Morales
“Hay que debatir la ley de coparticipación a los municipios”,
era una de las frases predilectas de gran parte de los intendentes
y presidentes de la comisiones de fomento de la provincia del anterior
período gubernamental, para quejarse sobre la falta de fondos
en las arcas locales.
“Estamos a la espera de que se pueda analizar la ley de coparticipación”,
es otro de los reclamos constantes que de los actuales jefes comunales.
Si en esos lugares existen importantes posibilidades de recaudación
local. ¿Por qué los funcionarios parecen estar interesados
en la renta provincial como la única fuente real de ingreso
monetario? ¿Por qué no se han puesto a trabajar en la
búsqueda de alternativas financieras que les permitan lograr
algún grado de independencia del Ejecutivo neuquino?
A priori, se observa que las municipalidades y comisiones de fomento
ocupan sus fondos en el pago de sueldos y el gasto social que tienen,
sin que exista la posibilidad de generar fuentes de ingresos que se
puedan volcar después a la inversión local, que es uno
de los pasos fundamentales para obtener la autonomía que piden
desde las comunas.
Que los municipios neuquinos puedan tener un importante ingreso de
divisas en forma independiente al Gobierno central sería prioritario
para que las economías locales puedan funcionar, sin estar
a todo momento solicitando la coparticipación de la regalías
del gas y el petróleo, que en definitiva son recursos naturales
que le corresponden a la Provincia.
Ya el ministro de Desarrollo Territorial, Leadro Bertoya, manifestó
que los municipios han hecho muy poco esfuerzo por desarrollar los
mecanismos de recaudación que están a su disposición.
Con estas declaraciones, que son recurrentes también en otros
funcionarios y que algunos jefes comunales admitieron, queda a las
claras que algunos intendentes y presidentes de comisiones de fomento
les resulta cómodo que la Provincia les genere las condiciones
de ingresos de recursos para afrontar sus obligaciones financieras
y no tener que ponerse al frente de reglamentar alternativas en su
metodología de recaudación.
Entones, el desafío primordial para los flamantes conductores
de las comunas, si es que pretenden obtener esa autonomía en
las que tanto insisten, será empezar a analizar esos mecanismos
de cobro y desarrollo local que tienen a su alcance, para no tener
que seguir a la espera de el Ejecutivo les mejore los índices
de coparticipación, que también es cierto que necesitan
una revisión de parte del Gobierno.
El pedido de autonomía comunal no debe ser sólo eso,
una exclamación, sino que los funcionarios municipios deben
ponerse al frente de la búsqueda de alternativas de recaudación
para que hasta la última comisión de fomento neuquina
pueda tener un verdadero desarrollo local.
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