Por María Argel
Funcionarios del Gobierno provincial e integrantes de la oposición
estuvieron recorriendo calles y escuelas esta semana en Bariloche.
De esa manera, dieron los primeros pasos en lo que será la
carrera por ganar el principal puesto en el Centro Cívico,
en las elecciones que se harán, en principio, el 18 de mayo.
Mientras tanto, en Viedma, el gobernador Miguel Saiz se tomó
un descanso de sus actividades y desarrolla una tranquila agenda de
verano. Sus ministros de Turismo, Gobierno, Hacienda y Educación
son quienes han salido a gestionar soluciones, por ejemplo, para la
falta de combustible, principalmente en los centros turísticos;
para la refinanciación de la deuda pública con Nación;
para la delicada situación del tren patagónico y para
relevar la situación de las escuelas.
Con el gobierno nacional las expectativas de Río Negro son
ambiciosas, aunque acordes con el buen momento político de
las relaciones. Se espera que la nueva administración nacional
suspenda las retenciones del pago de la deuda pública, lo que
implica alrededor de 1,2 millones de pesos diarios. El pedido fue
hecho formalmente al ministro Martín Lousteau y la respuesta
se espera para estos días, ya que a medida que avanza el almanaque
se complica el estado de las cuentas públicas.
También se aspira a que el gobierno nacional asista a la provincia
en el mantenimiento del Tren Patagónico. La pretensión
es, según el ministro José Luís Rodríguez,
que este ramal sea incorporado a la agenda nacional y que financien
las obras de las vías, como ocurre con Retiro-Córdoba,
por ejemplo, donde se otorga un subsidio de 300 mil pesos por cada
servicio y con las líneas alrededor de Buenos Aires, donde
la ayuda llega a un millón de pesos diarios.
El Frente para la Victoria, con las figuras de Julio Arriaga y Miguel
Pichetto,
acompañó esta semana al candidato a suceder a Alberto
Icare, el joven Darío Barriga.
Los hombres de la oposición se esmeraron en demostrar que el
gobierno nacional asistirá con nuevas obras a la ciudad lacustre.
Con una recorrida por los barrios, donde abundaron los gestos políticos,
dieron inicio al plan de 150 cuadras de asfalto que financiará
la nueva gestión K. Ambos políticos coincidieron en
el escenario de montañas, con el ministro de Educación,
César Barbeito, quien recorrió escuelas y adelantó
que se está preparando un normal inicio de clases.
Del lado del radicalismo, el que dio el primer paso, y gigante, fue
el ex legislador Hugo Castañón, quien volvió
a lanzarse como candidato a intendente, luego de que perdiera el año
pasado frente a Alberto Icare.
Este lanzamiento generó un fuerte torbellino interno dentro
del radicalismo, ya que hay sectores que creen que Castañón
no es el mejor candidato.
Dicen que la candidatura de Castañón se basa en una
“estrategia” del ahora legislador Iván Lázzeri
y que quien aún “sigue en carrera” para el Centro
Cívico es Marcelo Cascón. Por lo pronto, Castañón
esperará que Saiz vuelva a sus actividades normales, a partir
del 20 de enero, para que le “dé la bendición”,
aunque el Gobernador ya aclaró que la interna de Bariloche
“es asunto de los barilochenses”.
No obstante, la premura del Gobierno provincial es recuperar Bariloche
en esta segunda oportunidad y así tratar de equilibrar la balanza
política rionegrina, donde ciudades estratégicas están
en manos de la oposición. La disputa política camino
a mayo, interna y externa, promete ser feroz. El desafío es
gobernar una ciudad donde, por ejemplo, un turista extranjero cena
y toma cerveza en la vereda de un pub irlandés, mientras a
pocos metros, una madre y sus pequeños hijos, revuelven la
basura.
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