Por dario soto
La elección de hoy en General Roca no solo importa a los roquenses,
toda la provincia estará observando debido a que los dos candidatos
con mayores posibilidades piensan el resultado de mañana como
un escalón importante con destino al 2011. Tanto Carlos Soria
como José Luis Rodríguez aspiran a ser candidatos a
la gobernación dentro de cuatro años, por lo que en
términos futboleros se podría decir que hoy se disputa
la primera final.¿Pero cuánto del resultado de mañana
se puede tomar como proyección para algo que deberá
discutirse dentro de cuatro años? Una interrogante parecido
quedó esbozado el 20 de mayo luego de la derrota del Frente
para la Victoria en ciudades como Cipolletti y Roca. Hoy sabemos que
el costo político de aquella derrota fue revertido con creces
en Cipolletti, aunque lo que brilló por encima del propio FpV
fue la figura del Intendente Alberto Weretilneck que se alzó
con una victoria arrolladora aún después de haber despreciado
la compañía del justicialismo. Lo sucedido en esta ciudad
fue el reconocimiento de los vecinos a una administración ordenada,
con obras públicas que dan respuesta a las necesidades de la
comunidad y el liderazgo indiscutible de un hombre joven que demostró
tener vuelo propio, ser el nuevo propietario de los favores de sus
vecinos y proyección asegurada por ser un gobernante exitoso
en una de las principales ciudades de la provincia. Otro antecedente
para tener en cuenta es la reelección del intendente Ferreyra
en Viedma quién obtuvo mejor resultado que el propio gobernador
en la ciudad capital imponiendo su liderazgo por encima de dirigentes
de la talla de Bautista Mendioroz y el vicegobernador Mario De Rege
y proyectándose también como futuro aspirante a la gobernación
más allá que no se pueda dimensionar aún su peso
territorial en la provincia. Dos ejemplos de reelecciones anunciadas
mucho antes de ser concretadas respaldados por una buena gestión.
¿Carlos Soria puede ser el tercero?
Es claro que la Concertación no se resigna y puso toda la carne
al asador. José Luis “Rafucho” Rodríguez
era el mejor candidato que podía ofrecer a los roquenses y
el ex ministro de Verani no esquivó el convite aún cuando
esa decisión pudiera conllevar un posible costo político
-en caso de una contundente derrota- para sus aspiraciones a disputar
la gobernación provincial en cuatro años. No fue mezquino,
no se detuvo en especulaciones que hubieran alienado tal vez a otros,
saltó al ruedo con la camiseta del más débil
y su estatura finalmente será ahora medida.
La compulsa es en General Roca –cuasi la cocina del poder político
provincial-. Hace doce años que Río Negro es gobernada
por roquenses y al cabo del próximo período serán
dieciséis. A una y otro orilla del río se preparan dos
líderes de sus propios agrupamientos que quieren más
y van por más. No es sólo la intendencia de Roca lo
que se disputa hoy, pero insisto con la pregunta: ¿Cuánto
del costo político que hoy pague el derrotado pesará
en cuatro años?.
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