Por Angel castillo
Pocos días antes de que termine el año el MPN realizará
el formal inicio de campaña para el 2007 en el mítico
Ruca Che según lo anunciaron en forma conjunta los dos contrincantes
en la interna Jorge Sapag y Pedro Salvatori quienes secundaron al
presidente del partido, Jorge Sapag.
Es la primera gran movida partidaria después de la contienda
donde se respetaron los códigos y que nuevamente marcó
el paso para los demás partidos. De hecho la otra novedad de
la semana fue el apuro del candidato a gobernador por la Concertación
–similar nombre que usó el conglomerado de partidos que
desde hace 17 años gobierna Chile- Horacio Quiroga para definir
su compañero de fórmula, que todo indica que sería
Hugo Panessi, intendente de Villa La Angostura, quien ya habría
recibido la «bendición» de Oscar Parrilli, secretario
general de la presidencia y hombre clave del peronismo en la provincia.
La semana política en Neuquén se completó con
otros nombres que resurgieron como el de Sergio Gallia en Plottier
quien supo mantener intensas y largas disputas con quien era su más
férrea opositora en el Deliberante cuando él era intendente,
la actual jefa comunal Pilar Gómez. Esta tras vencer a Encarnación
Lozano en la interna, volverá a medir su grado de aprobación
ciudadana con el justicialista.
La presentación del acuerdo entre la Unión Cívica
Radical de Quiroga y el Partido Justicialista de Luis Sagaseta donde
se lo vio al intendente de Neuquén con el afiche de Eva Perón
de fondo, marcó todo un símbolo donde las barreras ideológicas
quedaron a un lado para apuntar hacia el partido provincial. Quiroga
ya había tenido una experiencia similar cuando firmó
matrimonio con el díscolo Eduardo Benítez, quien tuvo
un desliz en la Convención al unirse a quienes pugnaban por
no reformar la Constitución, cuando la mayoría de los
ciudadanos se había manifestado por cambiarla. Aquel cruce
de acusaciones quedó bajo la alfombra.
Sin fecha
El gobernador volvió a sembrar incógnitas sobre el llamado
a elecciones a nivel provincial. Reiteró que la fijará
en función de lo que le convenga al partido. Es que superada
la definición más trascendental a nivel interno, ahora
sólo le resta esperar que el presidente Néstor Kirchner
mueva sus fichas para jugar al juego que más le gusta, el de
la política. ¿Será Kirchner o su esposa? ¿las
elecciones se anticiparán o serán en octubre?.
El titular del ejecutivo nacional sabe mejor que nadie que en función
de la marcha de la economía del país, subirá
o bajará su nivel de adhesión, por lo que es probable
que fije la fecha de acuerdo a las encuestas. Sobisch sabe que quien
debe arriesgar es el otro, él ya cantó envido, como
en el truco.
No por nada el secretario General de la presidencia, el neuquino Oscar
Parrilli, es uno de los más activos tejedores de la Concertación,
y como un médico ausculta el panorama para llevar como trofeo
ante su jefe en la Casa Rosada, el haber conformado un conglomerado
de dirigentes que se reparten las candidaturas para ofrecer una opción
al electorado. Aunque Neuquén no sea una provincia que defina,
por cantidad de votos, la elección nacional, es casi la única
jurisdicción que no es leal al kirchnerismo, con el agravante
que su gobernador tiene aspiraciones de disputarle el sillón
mayor de Balcarce 50.
Quedó en claro que la movida de anticipar la definición
en el partido provincial que dio por tierra todas las especulaciones
sobre diferencias que podrían beneficiar al adversario fuera
del partido, la campaña proselitista será la más
larga que recuerde la historia reciente de la provincia. Siempre y
cuando las elecciones se realicen en el mes de octubre. Aunque durante
la semana se especuló con otras dos fechas que no serían
ilógicas: una mayo y la otra en septiembre.
Así también lo entendió Unión de los Neuquinos
a través del sindicalista estatal Julio Fuentes que se unió
al socialista Osvaldo Pellín, que fuera ministro de Gobierno
del primer gobierno de Sobisch en la década pasada.
Quien no pierde espacio en el escenario político neuquino es
el legislador provincial Jesús Escobar como aspirante a la
intendencia capitalina. Consecuente con su férrea oposición
a Quiroga junto al intendente de Zapala Raúl Podestá
integran la cuarta fórmula para competir por la gobernación.
Pero la Concertación neuquina K, ya le envió mensajes
a Podestá para que se una a ella. Sin embargo, quien no tendría
cabida es Escobar.
Así mientras los opositores definen y presentan candidatos
en conferencias de prensa, el MPN se convirtió en el único
partido que optó por el sistema más transparente y democrático,
las elecciones internas.
Lo que en los próximos meses marcará la campaña
será develar la incógnita respecto a quién obtendrá
la letra K para subirse al carro del presidente, no sólo en
la oposición, sino también en el MPN. No son pocos los
que recuerdan el gesto que tuvo Kirchner el 29 de setiembre cuando
hizo subir al escenario a Sapag cuando inauguró el cenotafio
a los caídos en las Malvinas y lo recordó como a un
«amigo». En ese momento el hijo de Elías Sapag
aún no era candidato a gobernador. Hoy la historia cambió,
una elección con 100 mil votantes lo puso en la carrera para
ocupar el sillón de calle Rioja y esto Kirchner también
lo sabe.
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