Por María argel
El gobierno de Río Negro debió atender esta semana
un inesperado reclamo policial que desde Bariloche trasladó
mucho nerviosismo a Viedma y desató un torbellino de críticas
de parte de la oposición.
Un puñado de policías volvió a enarbolar el reclamo
que habían protagonizado en octubre de 2005 y denunciaron que
el gobierno no cumplió con los acuerdos prometidos.
Los uniformados demandan mejores condiciones de trabajo y se oponen
a la Ley que impide las reuniones sindicales y rechazan la decisión
de la Justicia de no hacer lugar a los planteos por los traslados
dispuestos desde Viedma.
El reclamo generó una respuesta de pocas palabras de parte
de las autoridades, quienes recurrieron de inmediato a la Justicia
y dispusieron los sumarios correspondientes.
A pesar de haber considerado ilegítimo el reclamo, el gobernador
Miguel Saiz dio una respuesta positiva a los uniformados y en el discurso
del Día de la Policía, el 8 de diciembre, dispuso que
«ningún policía del escalafón seguridad
ganará menos de $1.500».
La noticia trajo alivio, pero aún persiste la demanda del grupo
de policías que en el Centro Cívico de Bariloche «espera
ser escuchado».
La Seguridad
El tema seguridad ya había generado una ardua disputa entre
el gobierno y la oposición.
En particular, el senador Miguel Pichetto, se trenzó en una
discusión con el ministro Iván Lázzeri y éste
envió una carta por el mismo tema al ministro de Interior,
Aníbal Fernández. Luego, devino la protesta policial
en Bariloche cuya autoría intelectual el mismo gobierno atribuyó
al senador Miguel Pichetto y a un colaborador cercano: el escribano
Leandro Costa Brutten.
La situación se enturbió aún más cuando
desde el Centro Cívico de Bariloche, un funcionario dejó
entrever que el gobierno provincial era culpable de los incendios
de pastizales con el objetivo de desviar la atención del conflicto
policial.
Actitudes realmente absurdas que no generaron las respuestas esperadas
de parte de los principales afectados, tanto por el conflicto policial
como por los incendios: los ciudadanos.
Fechas
El gobernador Miguel Saiz empezó la semana festejando, con
mucho optimismo, los treinta años de la empresa Invap en Bariloche.
Y la terminó, firmando un convenio con el Presidente Kirchner
para que dicha empresa construya satélites de comunicaciones
para el país.
Un movimiento político muy importante para la provincia y una
nueva oportunidad de acercamiento con el Presidente.
Mientras tanto, la oposición, el Frente para la Victoria, se
debió esmerar esta semana en aclarar que la supuesta ruptura
fue sólo una tormenta de verano y aclararon que la fórmula
para 2007 sigue siendo: Pichetto-Arriaga.
A todo esto, genera intriga cuál será la fecha en las
que el gobierno provincial convocará a elecciones en la Provincia
para el próximo año.
Saiz dice que «cumplirá» con lo que establece la
Ley, aunque sabido es que en los últimos años, la fecha
ha sido establecida según la conveniencia política del
partido gobernante, cuestión que fue reconocida sin ningún
pudor en su momento por el ex gobernador Pablo Verani.
Hasta tanto Saiz fije por decreto la fecha tan esperada, parece crecer
el nerviosismo y la disputa interna en el Frente para la Victoria.
En ese sentido, siguen latentes las ambiciones del intendente de General
Roca Carlos Soria y del diputado nacional por el PJ rionegrino Osvaldo
Nemirovsci.
Tan latentes como la protesta policial que reapareció en el
último mes del año o como el descontento que aún
persiste dentro de los docentes, para el gobierno.
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