El Burrito le tiró un palo
a Simeone y aseguró: «Estoy para jugar 90 minutos, el puesto
no lo perdí en la cancha, pero el técnico es el que decide».
Buenos Aires > Mejor no hablar de ciertas
cosas. En River el tema hace rato que es hit, y genera internas feroces.
Son muchos los que creen que la dirigencia intenta apuntar el foco
a otros problemas y más de una vez la ligan los jugadores.
Ayer, el que salió a poner la cara para limpiar su nombre fue
Ariel Ortega. El Burrito fue el centro de la escena tras las declaraciones
de Oscar Ahumada contra la gente, que le valieron los insultos casi
unánimes el domingo, y las versiones sobre la poca paciencia
del DT y sus compañeros hacia el jujeño fueron tapa
de los diarios. El volante guardó silencio hasta que tuvo ganas
de decir lo que piensa.
«Estoy bien con mis compañeros y no me quiero ir. No
tengo problemas con el plantel», aseguró Ortega, quien
culpó a los periodistas. «Hay un montón de cosas
que se dicen que no son ciertas y este tema no sé de dónde
salió. Uno no puede estar desmintiendo todo el tiempo, siempre
me manejé entrenando. Siempre me dirigí con respeto
y me gustaría un poco más de respeto hacia mí,
porque cuando hay cosas que no son ciertas duele», explicó.
Además, agregó: «Nunca tuve problemas con nadie,
pero quizá se tira mi nombre para tapar otras cosas. Ustedes
saben lo que pasa».
«Soy feliz acá»
Ortega negó que en la reunión que mantuvieron la semana
pasada los referentes del plantel se haya hablado de su situación.
«Si hubo reuniones fue por lo de la semana pasada, por el tema
Ahumada, después no hubo otro tema para hablar. Me molestan
las cosas que se digan de mi, porque hay otros problemas en la institución»,
subrayó. «Jamás dije que me iba a retirar del
fútbol. Soy feliz acá y siempre lo digo. River es mi
casa, me quedaría toda la vida, me quiero retirar acá.
Tengo un año más de contrato y estoy muy cómodo»,
resaltó.
El entrenador Millonario no tiene en cuenta al Burrito entre los titulares
y el volante aseguró que está para jugar los 90 minutos.
«Si yo mantengo mi nivel en cualquier momento voy a jugar desde
el inicio, eso está claro. El puesto no lo perdí en
la cancha. Siempre me gustó jugar de titular, estando afuera
estoy fastidioso. A ningún futbolista le gusta estar fuera
del equipo. En el partido con San Lorenzo me daban ganas de ponerme
solo. Lo pensé. Es que cuando veo que no voy a jugar me dan
ganas de pararme a irme al vestuario», señaló.
La relación entre el plantel y el hincha de River no es la
mejor, pero «El Burrito» siempre se salvó de las
críticas. «La gente se identifica conmigo porque lo que
yo logré en todos estos años de mi carrera lo hice desde
dentro de la cancha, no hablando con los periodistas o vendiendo humo.
Eso es lo que más me importa», enfatizó.
Ahumada hizo silencio stampa
Oscar Ahumada se retiró del entrenamiento sin realizar declaraciones
y «rengueando», producto del golpe que recibió
ante Independiente. Ahumada prefirió el silencio al salir del
vestuario, una vez finalizada la práctica matutina, debido
a que no quería contestar sobre los insultos que recibió
el domingo de parte de los hinchas de River. Además, es muy
probable que tampoco hable del tema de los hinchas, al menos durante
esta semana. El volante se retiró del encuentro con un traumatismo
en el recto anterior de la pierna izquierda y le realizarán
estudios para constatar el grado de la lesión, aunque Diego
Simeone adelantó que sólo sufrió una «paralítica».
Por otra parte, Cristian Villagra y Eduardo Tuzzio se movieron en
forma diferenciada por sus respectivas lesiones y están descartados
para jugar el sábado ante Huracán.
Dirá «lo que sabe» ante el
juez
En el marco de una causa iniciada tras una denuncia del abogado Marcelo
Parrilli, socio de River, quien pidió que se investigara si
el club sostiene económicamente a los violentos incorporándolos
a su planta de empleados y dándole entradas, el juez que lleva
el caso decidió citar a Oscar Ahumada y al dirigente opositor
Horacio Roncagliolo, quien adelantó que irá a declarar
y «a decir las cosas que sé que pasan en el club».
Roncagliolo dijo ayer: «Estamos pidiendo que se adelanten las
elecciones. River no resiste un año y medio más de caos
institucional. No recuerdo ninguna crisis como ésta. La situación
de River impactó en el plantel y en el verde césped».
«Ojalá esto se termine con campeonato para River, luego
la depuración del plantel, así como con el cuerpo técnico
y tenemos que sanear institucionalmente el club o sino River seguirá
inundándose», aseguró. Y criticó a Ahumada.
«Se equivocó, al igual que Carrizo. Juan Pablo debe tener
en cuenta que gracias a River está siendo transferido al exterior
y cobrará buenos euros. Los dos estuvieron desacertados con
las declaraciones», señaló.
Los Schlenker declararon por la batalla
William y Alan Schlenker, procesados y detenidos por el asesinato
del hincha de River Gonzalo Acro, se negaron ayer a prestar declaración
indagatoria ante la Justicia, en el marco de la causa por la llamada
«batalla de los quinchos». Alan fue el primero en ser
indagado y si bien se negó a responder las preguntas que se
le formularon, presentó un escrito en el que aseguró
que sólo está preso por los dichos de Adrián
Rousseau, uno de los líderes de los «Borrachos del Tablón»,
quien lo acusó de haber planificado el crimen de Acro. Además,
en el escrito puntualizó que se le negaron elementos de prueba
esenciales para demostrar su inocencia, y que se le prohibió
«de manera arbitraria» mantener contactos con la prensa.
William adoptó la misma actitud que su hermano, pero confesó
que tuvo una pelea ese día a puñetazos con Rousseau,
quien no pudo lastimarlo, pero que le aplicó un puntazo en
la espalda. Además, aseguró que ese día también
se peleó con Acro, y señaló que mientras él
sólo había recibido un corte en el labio, «Gonzalo
terminó con la cara toda inflada». |